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Tras la visita de Noam Chomsky a República Dominicana

I ♥ la USA de Chomsky

Fuentes: Rebelión

Con el permiso de Milton Glacer por el logo*

Leonel trajo a Chomsky. ¡Qué bueno!. Ojalá lo siga trayendo cada semana. Que traiga a Petras, ojalá que venga Marcos, que venga Angela Davis, que traigan a Cindy Sheehan, ojalá se aparezca de Europa del brazo de Pascual Serrano, de Carlos Martínez, de Manuel Talens, de Miguelin, de Mikis Theodorakis, de Saramago. Que la Coca-cola traiga a Lisandro Otero, que la Pepsi nos presente a Rius, que las Edes eléctricas españolas nos devuelvan a Koldo para que dé una magistral conferencia sobre el erupto. Que venga con Santiago Alba. Pero eso sí, que no se les ocurra traer a Aznar, ni al ocroso Montaner, ni a Alvaro el hijo de Vargas Llosa, claro que en aras de la libertad de expresión, cosa muy de moda por Mahoma y Telesur, ¿tiene él derecho a decir que el Che era un asesino? Los pueblos, en aras de esa misma libertad de expresión, tienen derecho a repudiarlo, igual que a Castañeda el mejicano. No porque no tengan derecho a hablar como todo el mundo, sino porque van a crear una escasez de huevos y tomates a nivel nacional. La libertad de expresión tiene un costo cuando se difama, cuando no está apegada a la verdad y la ética. No soy contable; pero sé que hubo un costo por las caricaturas de Mahoma. A Castañeda le costó el repudio masivo de su auditorio cuando vino y en México, la candidatura a la presidencia por el PAN. Basta de onagros.

¿ Cómo no querer a Chomsky, lengüista y vedetto (según un gran amigo), con sus opiniones de justeza, con su rechazo a su gobierno hostigando a Cuba, invadiendo países, pisoteando soberanías, creando centros de torturas y siendo odiado por los 4 x 4 rincones del planeta?.

Sería aconsejable que, así como Leonel trae, se llevara el contigente repugnante de Barahona. No queremos regalos envenenados. La soberanía no se cambia por »hospitales». Lo podrían instalar en Louisiana que tanto necesitan hospitales, o podrían recomendar que construyan un siquiátrico al lado de la Casa Blanca-con-manchas-rojas.

Empecé el mayor contacto con USA teniendo 7 años en la estación de tren que se convirtió en cine en Tamboril, la que debería, dicho sea de paso, ser adquirida por el patrimonio nacional antes que sufra el mismo destino que la casa de Doña Trina.

En el cine, la iluminación de la pantalla subía y bajaba de intensidad gracias a los carbones de contactos usados. Me vi obligado a identificarme con los vaqueros del cine, no porque los indios fueran los mismos blancos disfrazados ridículamente , sino porque los primeros eran capaces de conducirr unas diligencias hacia delante mientras que las ruedas iban hacia atrás. Luego supe que era ilusión óptica, como ocurrió con todos los héroes de mi infancia, desde vaqueros hasta superhéroes, pasando por peloteros y astronautas.

Fui reemplazando aquellos por otros más cercanos. Al Tarzán de Edgar Rice Borrough por el Tarzán que vendía muñequitos y novela en la puerta del Mercado Modelo de Santiago. Eduardo el fuertú, se llamaba y se desayunaba en público con bananas y leche al tiempo que nos enseñaba una revista de molleruses hecha en México con varias fotos de él, impresa en el marrón de Santo el Enmascarado de Plata. Este último, junto a Alma Grande y el sueco, Juan sin Miedo, Chanoc y Tsekub Baloyán, Memín Pingüín, Kalimán; ayudaron al cambio. Me gustaban los 3 villalobos, Macho, Rodolfo, Miguelón de Miguel Callegas, novela radial de propaganda contra Cuba, hasta que Elia, que era del 1J4 de Guazumal, me convenció del contenido gusanófilo.
Mi segundo gran contacto con USA ocurrió en el 70 cuando fui AFS** en California. Inmediatamente me sentí como un hippy más, un admirador de los Beatles que luego supe eran ingleses; me sentí libre en Berkeley y en la UCLA con Santana y demás Woodstock de música ambiental.

Visité la casa de Jack London en Sonoma y luego no tuve mas remedio que identificarme con él.

Aunque Ud. No lo Crea vi la iglesia construida con un solo árbol en Santa Rosa, 50 kms. al norte de San Francisco. Hoy es un museo del periodista y dibujante Ripley a quien leía cotidianamente en la prensa nacional. Son de mi gusto Frank & Ernest mejor conocidos como Justo y Franco, al igual que el mago Fedor.

Tengo el privilegio de haber vivido en el mismo escenario de Snoopy y Charlie Brown en ese Santa Rosa de Schultz .

Considero de una exquisité admirable la libertad de expresión que logró la USA de Chomsky hasta que ellos mismo mataron a Kennedy y su hermano Bob, a Luther King, a Malcom X, a los miles de vietnamitas, por las razones que titiri mundachi sabe. Agregué a esa lista al periodista Gary Webb suicidado por la CIA por sus averiguaciones del narco y descubrir que era ella la que estaba detrás de todo eso. Todo iba bien hasta que llegaron los judíos y los cubanos junto a los republicanos.

Pero mi mayor admiración a la libertad de la USA de Chomsky la resume el pintor Pollock por esa explosiva capacidad de no decir nada en el mismo momento que Nelson Rockefeller destruía un inmenso mural en Nueva York porque a Diego Rivera se le antojó , en sus borracheras y parrandas, pintar a Lenin bajo un contrato que decía que podía pintar lo que quisiera.

Sin querer ni proponérmelo, tan solo por mi intuición campesina, la misma que aprendí para saber si va a llover, siguieron cayéndose los santos de mi altar estadounidense, por la altanería y la arrogancia sembradas en los mas altos cambronales.

El beisból me encantó hasta el 1975 cuando empezaron los salarios multimillonarios y la aparición de músculos esteroiditipados. De los peloteros de grandes ligas mis más admirados fueron Clemente y Felipe por su altura como peloteros; pero más aún como seres humanos.

Me encanta la sinceridad de Oliver Stone.

Me asombra la maestría y manejo de las noticias de las agencias en USA por la habilidad tan gigantesca para ocultar, para decir lo contrario y que se vea real.

Admiro a los 3 chiflados, resumen de la ideología americana, en especial a Curly Howard porque a pesar de las galletas y cocotazos de Moe, es capaz de hacer pendejadas después de muerto. Jerry Lewis nunca me hizo reir, tampoco Schwarzenegger.

A Angela Davis la conocí en su California revuelta y su interminable lucha racial; hice un retrato de 4×6 pies, desnuda, fondo rojo que desapareció en mis viajes. Me he visto forzado a declararme marxista cuádruplemente por Karl , Chico, Arpo y Groucho. Y quíntuplemente si Buster Keaton tuviera el mismo nombre.

Mis pintores americanos son John Singer Sargent quien nació en Italia y vivió en Paris; Mary cassat quien fuese alumna de Renoir y también murió en Paris; Patricia wood; Ray Donley. De los fotógrafos me quedo con Tina Modotti italiana que vivió en San Francisco y México junto a Edward Weston. Curtis, quien fue el único que se atrevió a aventurarse en el vasto territorio, cuando todavía era de los indios, para fotografiarlos y dejarnos un legado invaluable de sus costumbres, ritos y jefes masacrados sin piedad por la dominación del progreso y la civilización.

No pude ocultar mi exultación al ver las colosales cabezas de Washington, Jefferson y Lincoln de más de 20 metros en el Mount Rushmore, Dakota del sur del escultor Gutzon Borglum, aunque repudiemos la inclusión de Teddy que ocurrió por amiguismo y payola.

Stiglitz, fotógrafo mágico,compañero de Georgia O’keefe, por abrirle la puerta a Picasso y Matisse, cuando la gente creía que estos sólo hacían musarañas.

Me gustan los poemas de Whitman ; pero sin traducir, como los cuentos y aventuras de Hemingway.

Me han causado carcajadas Jeff Macnelly, Johnny Hart, Sorel y Feiffers.

Quedé extasiado en las praderas de Kansas donde todavía se pueden admirar los búfalos sobrevivientes a las matanzas de Teddy para que los indios se murieran de hambre. El mismo método del general español Weyler en la Habana.

Mas que las hordas salvajes de KKK prefiero la música de las iglesias del sur adentro, desde las voces de las negras que parecen lamentos para que los negros sean aceptados como seres humanos, por su fuerza y belleza. La energía que despiden me para los pelos.

Mi comida americana preferida son los frijoles mexicanos con tortillas.

Indudablemente que después del paso de Nixon, Reagan y Bush padre e hijo, no siento mas que lástima por ese pueblo manipulado por el miedo, tal y como lo hizo la Iglesia por siglos. Mi ideal de país USA es el de la nostalgia de Chomsky o el que soñé en el artículo BUSH EL MEJOR.

Chomsky, se ha dicho, no es marxista. No tiene que serlo. Con que sea justo en sus análisis basta, con su honestidad y ética, eso es , en el fondo, una forma de serlo, ¿verdad?

♫ ♫ ♪ I’m a poor lonesome cowboy
Faraway from home….♪ ♫ ♫

* Milton Glacer, publicista, autor del logo I♥ NY

** beca de intercambio estudiantil del American Field Service