No hay imperio indestructible. Roma sucumbió a sus debilidades. La metrópoli española fue expulsada por los independentistas latinoamericanos. Los imperios británico, francés, portugués, holandés y belga debieron readaptar su poderío al empuje anticolonial de América, Asia, Africa y Oceanía. El imperio otomano languideció ante el curso inexorable de la historia. Hoy el imperialismo norteamericano enfrenta […]
No hay imperio indestructible. Roma sucumbió a sus debilidades. La metrópoli española fue expulsada por los independentistas latinoamericanos. Los imperios británico, francés, portugués, holandés y belga debieron readaptar su poderío al empuje anticolonial de América, Asia, Africa y Oceanía. El imperio otomano languideció ante el curso inexorable de la historia. Hoy el imperialismo norteamericano enfrenta un descalabro tras otro, a pesar de los infinitos recursos del complejo militar industrial y de la prepotencia «divina» del inquilino de la Casa Blanca.
Se comenta la retirada paulatina de militares y asesores europeos del escenario bélico iraquí, ante la repulsa popular a entregar más hijos para una causa perdida en la «lucha contra el eje del mal». Esto obliga a nuevos métodos y tácticas. Se vislumbran varias soluciones aleatorias a esta crisis: la desaceleración gradual del envío de tropas, la sustitución de soldados norteamericanos o europeos por fuerzas contratadas-léase mercenarios-y con la deslocalización. En palabras simples: trasladarse para enclaves donde la mano de obra es más barata; reubicarse en corredores más estratégicos o esconder las cárceles, los vuelos y los aviesos planes secretos impuestos por el terrorismo de Estado del siglo XXI.
La indivisibilidad en la trilogía: guerra-terrorismo-genocidio se confirma, porque mientras más notorio es el genocidio, resulta menos defendible la cruzada contra el terrorismo mediante el terrorismo de Estado propugnada por Estados Unidos.
Algunos acontecimientos de los últimos meses permiten sustentar el surgimiento de una remodelación de los compromisos de Europa en los dos frentes abiertos desde el fatídico once de septiembre. La esencia de este reordenamiento responde, en buena medida, a los resultados negativos del compromiso europeo, que ha provocado mayor inseguridad para su población, con la ocurrencia de frecuentes atentados, toma de rehenes-militares o civiles franceses, alemanes, británicos, italianos o españoles-en Irak, Afganistán y ahora Yemen. También se manifiesta en la conmoción para los autoproclamados defensores de los derechos humanos debido a la revelación sobre la prestación de deshonrosos servicios a los secuestros y torturas aplicados por la CIA contra sospechosos de terrorismo en territorio, enclaves, espacio o tránsito europeos.
Se advierte la retirada de algunas tropas europeas ubicadas en Irak: del contingente búlgaro, de Ucrania: 867 hombres; Italia: 300 soldados desde enero y permanecerán 2 600 de los 3 200. Noruega: el nuevo Primer Ministro liberal anunció la retirada de 20 militares de Irak. Su predecesor lo acusa de utilizar el tema como arma en la campaña electoral. Polonia rotará las tropas. Reino Unido no niega el rumor sobre el inicio de la retirada de sus 8 mil hombres (21 muertos en 2005, más escándalos sobre maltratos en Irak y Afganistán). Dinamarca está indecisa.
En tanto, la decisión del Pentágono de reducir sus bases en Alemania y Corea del Sur a cambio de emplazamientos más flexibles y económicos les permitiría desde el Mar Negro controlar la zona, con el nuevo protagonismo de Rumania; vigilar el tránsito petrolero y acelerar el traslado de tropas hacia el Oriente Medio, el Cáucaso y Asia Central. El Acuerdo de Acceso, suscrito durante la visita de la Secretaria de Estado a Bucarest, incluye el emplazamiento de bases militares de dimensiones más reducidas, flexibles y con alto grado de interoperatividad en Cincu-Smardan, Babadag, al borde de la reserva ecológica del Delta del Danubio, (nadie invoca ahora el Protocolo de Kyoto), Costanza, Mar Negro y Fetesti. Hay 800 soldados rumanos en Irak, sin retirada previsible. Se recordará que el país, desde la base aérea Kogalniceanu, facilitó el traslado de siete mil soldados norteamericanos para derrocar al presidente iraquí.
Está en negociación un acuerdo semejante entre Bulgaria y los Estados Unidos. La situación muestra un despliegue de 4 mil rumanos destinados a funciones otanistas y de 1 500 norteamericanos en Rumania y en Bulgaria, respectivamente. Lo más significativo es la pretensión de que las tropas norteamericanas sean reemplazadas paulatinamente con estas medidas y el adiestramiento de cinco mil soldados semestrales provenientes de otros países en Bulgaria y Rumania, permitiría a las tropas de Washington reducir de 112 mil a 68 500 efectivos en la zona.
A más bajo perfil de propaganda negativa, el panorama afgano parece más apacible. El Ministro de Relaciones Exteriores de la OTAN anunció en Bruselas la permanencia de las tropas estabilizadoras ISAF durante dos años más. Recientemente el Presidente del Gobierno español visitó Kabul y justificó la presencia de sus hombres en la reconstrucción del país-moneda de cambio por la retirada de Irak. Lideran esta actividad el Reino Unido, Canadá y Países Bajos, que enviará 1 400 soldados, previa aprobación parlamentaria.
En el tablero del Terrorismo de Estado contra el Terrorismo, se avizoran nuevas jugadas que llaman la atención:
La OTAN anunció recientemente la celebración de una operación antiterrorista en el presente año, que se expandirá hacia el Mar Negro. Su Secretario General confirmó la imperatividad del ejercicio, después de la proliferación de atentados terroristas en Gran Bretaña, Turquía e Irak, lo que les recuerda que «el terrorismo debe permanecer en la agenda de la Alianza».
Asimismo certificó, después de su entrevista con el Primer Ministro turco, que el Partido de los Trabajadores Kurdos-PKK-es ciertamente una organización terrorista. Su criterio es que, «en la lucha contra el terrorismo se requiere la cooperación internacional y que tanto Estados Unidos, como la Unión Europea y la ONU han incluido a la citada organización en sus respectivos listados terroristas, a lo que se había anticipado la OTAN desde 2003».
La alusión a «listados terroristas de la ONU», falsea, una vez más los objetivos de la Carta y la manipulación que Estados Unidos y sus principales aliados hacen de la Organización. La ONU desde su fundación no ha podido conciliar la definición de terrorismo, por tratarse de uno de los temas con mayor divergencia clasista. ¿Entonces, cómo es posible que la OTAN se refiera a un listado terrorista de las Naciones Unidas?
Se ratifica la reforma del itinerario y ubicación de los enclaves de la OTAN hacia los Balcanes.
El gobierno turco acaba de beneficiarse porque su viejo anhelo de que el PKK sea considerado una organización terrorista, lo faculta para la represión internacional organizada contra los kurdos. Turquía acusa a los kurdos provenientes del norte de Irak de prodigar el terrorismo desde la frontera hacia el sureste turco, región con tradicional tendencia al separatismo. En junio de 2003 los kurdos cancelaron el cese al fuego decretado cinco años antes. El pasado año el gobierno reportó la pérdida de 200 soldados. Según versión oficial, han ocurrido 37 mil muertes desde que los rebeldes tomaron las armas en 1984. La inclusión del PKK en el listado oficial terrorista permitirá a Turquía incrementar el control indirecto del norte iraquí, en prevención del cruce fronterizo, si bien prometió acatar la petición de la OTAN de no comprometer la seguridad norteamericana en Irak.
Visto desde la concepción comunitaria sobre el Estado de derecho y el respeto a la diversidad étnica y religiosa, no parece conciliable la existencia de una región en crisis, con la aspiración turca de ingresar a la Unión Europea. Algunos observadores, nacionales incluidos, señalan la dificultad que debe enfrentar Turquía para convencer de que el problema kurdo sólo se limitará al terrorismo adjudicado al PKK y no a la discriminación o persecución étnicas contra los kurdos.
Turquía sucederá a Polonia durante el semestre julio-diciembre en la custodia asignada por la OTAN de los vuelos sobre Estonia, Letonia y Lituania, que ya ha suscitado protestas de las autoridades rusas.
Fuentes diplomáticas griegas, estiman que Turquía bloquea las relaciones entre la OTAN y la UE, cuando preconiza la no celebración de encuentros internacionales en la República de Chipre. En cambio, el gobierno turco ha alcanzado parte de sus aspiraciones con el auspicio financiero comunitario al norte ocupado y la promoción de actividades en éste.
El panorama que emerge en 2006 se presenta controvertido para el imperialismo norteamericano y sus principales aliados. Hoy los imperios se atemperan a la crisis causada por sus agresiones, la violación de los derechos humanos, la tergiversación de conceptos como la igualdad soberana y la creciente violencia. La guerra y la paz muestran un rostro en apariencia renovado en la terrible batalla contra el terrorismo, al estilo de Washington y Hollywood. Su ocaso constituye una cuestión de tiempo.
Ciudad Habana, 10 de enero de 2006
«Año de la Revolución Energética en Cuba»
.