Tulsa – Un equipo de investigadores, narradores y activistas indígenas estadunidenses aquí en el sur del país están logrando transformar la narrativa nacional sobre sus pueblos en los medios, el mundo de espectáculos y en los debates políticos estatales y en Washington.
Crystal Echo Hawk –indígena pawnee– directora fundadora de la organización Illuminative comenta en entrevista con La Jornada en sus oficinas en esta ciudad que en estos primeros cinco años esta iniciativa ha ayudado a promover la confirmación de la primera indígena en el gabinete presidencial en la historia del país, está proporcionando las investigaciones, datos y las capacidades de narrativa para ampliar el poder y la soberanía de las comunidades indígenas, nutrir campañas sobre las mujeres indígenas desaparecidas y asesinadas, difundir historias borradas de estos pueblos, y participar en campañas y proyectos para anular imágenes y mensajes racistas en los deportes y espectáculos y hasta asesorar en la producción de nuevas expresiones como una serie de televisión exitosa (Reservation Dogs).
La influencia del EZLN
Echo Hawk comenta que este esfuerzo para cambiar la narrativa y generar poder tiene que ver con lo que aprendió de joven en México, cuando visitó Chiapas en los años 90. Estaré eternamente agradecida por mi tiempo con los zapatistas, afirma, recordando su trabajo de solidaridad con el EZLN. Sólo pienso de ese momento y movimiento increíble, un movimiento que se volvió global, de poder realmente aprender sobre el poder de la palabra y del cuento y cultura, y cuando eso se cruza con la política y la organización de bases, la magia puede ocurrir, momentos mágicos de movimiento.
Los primeros pasos de Illuminative fue llevar a cabo extensas investigaciones sobre cómo los estadunidenses perciben a los indígenas. Encontraron que 78 por ciento habían escuchado poco o nada sobre comunidades indígenas estadunidenses, cuenta Echo Hawk. Los resultados de estas investigaciones revelaron que 90 por ciento de las escuelas en este país no enseñan nada sobre la experiencia indígena más allá del año 1900; 72 por ciento de los estadunidenses casi nunca –o nunca– se encuentran con información sobre los pueblos indígenas de su país, y 53 por ciento de los hombres admitieron que la únicas veces que ven algo sobre los indígenas son en eventos deportivos por las mascotas o nombres de los equipos.
Estos datos llevaron a que Illuminative ayudara a desarrollar narrativas para campañas dedicadas a cambiar los nombres de equipos de deporte, logrando recientemente que el equipo de Pieles Rojas de Washington eliminaran el nombre insultante que los blancos habían impuestos a los indígenas.
Cambiar nombres de equipos no es suficiente
Pero cambiar nombres de equipos no es suficiente. Lo que real y profundamente demuestran las investigaciones es que esto se trata de un enorme sistema que perpetúa e institucionaliza nuestro papel como nativos en este país. Y los principales promotores de eso son los medios de entretenimiento, educación primaria y secundaria como también el propio gobierno, afirma Echo Hawk. Si la gente en este país está condicionada a pensar que, o no existimos, o que estamos dañados y somos patéticos, borrachos, etcétera, todo demuestra qué tan profundo es el esfuerzo por borrar a nuestra gente.
Podemos constantemente irrumpir contra los esfuerzos para borrarnos al amplificar nuestras historias, nuestras voces, nuestros temas y hacer todo lo que podamos para crear espacios para que la gente nos vea, nos escuche; así es como se cambia a los corazones y a las mentes.
Un logro reciente con enormes implicaciones fue poco después de la elección del presidente Joe Biden, cuando una coalición de organizaciones indígenas, incluida Illuminative y sus aliados, aseguró la nominación de la primera persona indígena en ocupar un puesto de gabinete nacional, en este caso la ex diputada federal Deb Haaland como secretaria del Departamento del Interior que, entre otras cosas, está encargada de asunto indígenas a nivel federal.
El esfuerzo fue notable porque el cabildeo para lograr la nominación no fue sólo entre la cúpula, sino que incluyó la movilización y participación de representantes y líderes indígenas alrededor del país, generando por primera vez mayor atención y hasta asombro entre comunidades indígenas. Echo Hawk subrayó que muchos indígenas que nunca antes se habían involucrado en la política por primera vez se encontraron junto con otros observando intensamente y hasta participando en este avance histórico.
La participación política
El esfuerzo de abogar por la nominación de Haaland, quien ahora encabeza esa secretaría, ayudó a motivar mayor participación política de indígenas en el país. Se trata de construir poder y activar a nuestra gente. Todo lo que hacemos está enfocado en cómo construir más poder para los pueblos indígenas, enfatiza Echo Hawk. El enfoque central de todo esto es ampliar la soberanía de los pueblos indígenas al insistir en que estas comunidades deben tener el derecho, la responsabilidad y los recursos para abordar y resolver una amplia gama de asuntos, desde la violencia contra mujeres indígenas, revelar la verdad sobre la historia de cómo el gobierno estadunidense trabajó junto con organizaciones religiosas para establecer escuelas dedicadas a borrar la cultura, costumbres e historia indígena, como también reafirmar el poder de estos pueblos sobre los recursos naturales y el desarrollo de sus tierras.
Entre las señales de mayor poder indígena está la presencia de seis diputados federales que se identifican como indígenas –hace 20 años sólo había dos– como también una lista cada vez más larga de indígenas que son funcionarios electos locales alrededor del país, y el número creciente de personas en esta nación que están retomando su identidad como indígenas. Una de nuestras estrategias de organización que estamos evaluando tiene que ver con un giro en la narrativa y cómo estamos construyendo una casa más grande e inclusiva de indígenas y sus aliados, dice Echo Hawk. ¿Cómo exploramos la identidad indígena en el siglo XXI? Agregó que el censo nacional de 2020 reveló un incremento de 85 por ciento en el número de personas que se identifican como indígenas, de 5.2 millones en 2010, a 9.7 millones en 2020.
Ahora más personas proclaman esa identidad, porque no querían hacer eso antes. Esto es resultado de una conciencia mayor sobre el poder de los indígenas, comenta Echo Hawk. En parte, dice, esto es resultado de esfuerzos de movilización indígena exitosos que tuvieron un perfil público nacional, como el triunfo de los sioux en Standing Rock en frenar la construcción de un oleoducto en Dakota del Sur. A la vez, subraya que en parte estos éxitos se construyeron junto con aliados de otras luchas, y que el futuro también depende de nuevas relaciones con inmigrantes indígenas latinoamericanos y filipinos en Estados Unidos.
Fuente: https://www.jornada.com.mx/2023/06/19/mundo/025n1mun