La agresión contra Iraq, que desde hace más de tres años desangra los bolsillos de los contribuyentes estadounidenses, alcanzará en 2007 un costo de 110 mil millones de dólares, informó hoy la Casa Blanca. Rob Portman, director de la oficina de presupuesto del gobierno, advirtió que el guarismo no es definitivo y puede ser mayor, […]
La agresión contra Iraq, que desde hace más de tres años desangra los bolsillos de los contribuyentes estadounidenses, alcanzará en 2007 un costo de 110 mil millones de dólares, informó hoy la Casa Blanca.
Rob Portman, director de la oficina de presupuesto del gobierno, advirtió que el guarismo no es definitivo y puede ser mayor, lo cual estaría en consonancia con la crisis que enfrentan los invasores en la nación árabe.
En la actualidad, el presidente George W. Bush evalúa enviar más tropas a Iraq, lo que puede formar parte de una nueva estrategia para enfrentar la espiral de violencia desatada allí y que muchos califican de guerra civil.
«Es algo que se está explorando» (el incremento de la presenciamilitar), manifestó el vocero Tony Snow en declaraciones que citó la cadena CNN.
Este martes, en contraposición, el diario The Washington Post, aseguró que altos mandos militares del Ejército estadounidense cuestionan un plan de Bush de enviar entre 15 mil y 30 mil uniformados adicionales por un plazo de ocho meses.
El rotativo planteó que la oposición se fundamenta en la falta de definición sobre los objetivos de esa fuerza.
Sin embargo, Snow insistió en que el presidente «no ha tomado una decisión sobre el camino a seguir y ha solicitado a los comandantes militares que consideren una amplia gama de opciones, y lo están haciendo».
El paso pudiera estar influido por el inminente viaje a Bagdad del nuevo titular de Defensa, Robert Gates, quien recién esta semana asumió sus funciones como jefe del Pentágono.
El nuevo timonel militar formó parte del Grupo de Estudios para Iraq (ISG, por sus siglas en inglés) que recomendó un cambio de estrategia en ese país.
Asimismo, planteó que Washington no debería comprometerse de forma indefinida a mantener un gran número de tropas desplegadas en la nación del Golfo Pérsico.