Traducido del alemán para Rebelión y Tlaxcala por Vicente Romano
Kölner Stadt-Anzeiger: Profesor Chomsky, desde hace 30 años ataca usted la política usamericana, gobierne quien gobierne en la Casa Blanca. ¿Cómo ve usted su papel de agitador?
Noam Chomsky: Eso deben juzgarlo otros. Yo intento aportar mi granito de arena a un mundo mejor, por ejemplo, reunirme anoche con representantes de «City Life», un grupo que se preocupa de los pobres aquí en Boston, o reunirme en Sudamérica con activistas indígenas o con organizaciones estudiantiles. En realidad no puedo imaginarme una tarea más útil y valiosa. Es una especie de vocación.
KSA: Mañana cumple usted 78 años y tiene el programa de un misionero a tiempo completo. ¿Cuál es su resorte?
NC: Lo siento, la pregunta está mal hecha. Me pregunto por qué no hago más ante la miseria existente en el mundo y la peligrosa herencia que dejamos a nuestro hijos y nietos.
KSA: Sus hijos se sombran de que, como izquierdista no religioso, advierta de un Armagedón en su nuevo libro, El Estado fracasado, con miras a las armas atómicas de USA.
NC: Echo mano de una cita del ex senador conservador Sam Nunn, quien teme que el agresivo militarismo del gobierno de Bush incrementa el riesgo de un Armagedón inducido por él mismo. Robert McNamara, el anterior ministro de Defensa, advierte también de un próximo Apocalipsis si mantenemos el curso actual. Comparto estas predicciones, aunque no sean las mías. Pero provienen de personalidades muy prestigiosas y, por desgracia, son demasiado plausibles.
KSA: ¿Qué significa que USA no respete la libertad como de los principios básicos del derecho internacional?
NC: Es sumamente peligroso que un Estado se proclame él mismo «fuera de la ley»; que, véase Iraq, no se sienta vinculado al derecho ni a las normas internacionales. Y si se lo arroga el Estado más poderoso que ha existido hasta ahora en la historia universal, la amenaza para la paz es enorme. En tanto en cuanto USA, bajo Bush, incumple desvergonzadamente el derecho internacional recae sobre él lo que les reprocho a los regímenes fracasados como la Alemania nazi y la Unión Soviética. No han fracasado porque fueran débiles, sino porque la razón no era ninguna vara de medir para ellos.
KSA: Le reprochan al «renacido» Bush su extremismo. ¿Qué entiende por eso?
NC: Mientras tanto, el extremismo se ha convertido en algo normal y los principales medios de comunicación así lo admiten en nuestro país, si se piensa que la invasión de Iraq se ha comparado con el ataque a Pearl Harbour en 1941 por parte de Japón. Mi crítica se ha agudizado desde que se tiene conocimiento de las torturas y del incumplimiento de la Convención de Ginebra por parte del ejército. Es posible que el concepto de extremista se quede corto.
No he llamado a Bush el peor presidente de la historia usamericana, en eso soy moderado. Muchos observadores se toman en serio su actitud de cristiano «renacido». Yo tengo mis dudas al respecto, aunque muchos de nosotros creen en un próximo fin del mundo. Eso no es nuevo. Lo nuevo es que cínicos estrategas del partido han reconocido que el extremismo religioso se puede convertir en poder político. No es ninguna evolución sana, por decirlo en términos suaves.
KSA: Usted le reprocha a Bush su «orgullo desmesurado». ¿No se ha resuelto esto con su reciente derrota electoral?
NC: La pérdida del control del Congreso podría conducir a una postura más moderada. Pero puede ocurrir exactamente que los extremistas ciegos, el vicepresidente Cheney y unos más, intenten aplicar la violencia ejecutiva.
KSA: ¿Teme una intervención militar contra Irán?
NC: Espero que no, pero no puedo excluirlo. El ejército y los servicios secretos rechazan semejante operación, igual que hace el resto del mundo, incluido Israel. Todos están de acuerdo en que las consecuencias serían terribles. Pero la camarilla de poder en Washington está desesperada. Ha organizado una catástrofe en Iraq y tal vez quiera resolver este problema con el martillo a dos manos. Apoyo expresamente al gobierno en todos sus esfuerzos por detener la proliferación y entrega de armas atómicas.
KSA: ¿Qué espera de los demócratas, cuya posición está ahora reforzada?
NC: Dudo de que el refuerzo de su posición repercuta en la política exterior. En la actualidad los demócratas no son un auténtico partido de oposición. La mayoría de los electores no ven claro los diferentes puntos de vista entre republicanos y conservadores y eso no depende de que la gente sea apática o tonta. Ahí se abre la profunda brecha entre la opinión de la población normal y la de la elite política.
KSA: Su opinión suena pesimista. ¿Tiene algún resquicio positivo?
NC: No soy sólo pesimista. Hemos conseguido mucho, somos tal vez el primer país que conquistó la libertad de expresión. Pero ¿por qué no tenemos ya esclavitud? ¿Por qué nuestras mujeres gozan de los mismos derechos? No es porque reyes u obispos nos lo regalaran. Es el resultado de duras disputas, y de la resistencia y desobediencia. Ésa es mi opinión.
Entrevista realizada por Harald Biskup para el sitio web alemán Kölner Stadt-Anzeiger (http://ksta.de/html/artikel/1162473142875.shtml). Fecha de publicación: 6 de diciembre de 2006.
Vicente Romano es miembro de Rebelión y Tlaxcala, la red de traductores por la diversidad lingüística. Este texto se puede reproducir libremente con fines no lucrativos, a condición de respetar su integridad y de mencionar a sus autores y la fuente. URL de esta página: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=42718