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Formar agentes clandestinos lleva como mínimo un año y cuatro si se quiere que hablen árabe u otras lenguas

La CIA quiere fondos para doblar sus operaciones encubiertas en el extranjero

Fuentes: El Diario Montañés

En su primera aparición como director de la CIA ante el Comité de Inteligencia del Senado, Porter Goss defendió su plan para fortalecer a la agencia de inteligencia con más operaciones clandestinas en el extranjero y valoró los peligros que acechan a EE UU.La orden de doblar el número de agentes la dio en otoño […]

En su primera aparición como director de la CIA ante el Comité de Inteligencia del Senado, Porter Goss defendió su plan para fortalecer a la agencia de inteligencia con más operaciones clandestinas en el extranjero y valoró los peligros que acechan a EE UU.

La orden de doblar el número de agentes la dio en otoño pasado el presidente George W. Bush, pero fuentes de la CIA se han lamentado a la prensa estadounidense de que es más fácil decirlo que hacerlo. «Hay un número espantoso de obstáculos en los que la gente no piensa», explicó al diario The Washington Post un antiguo agente clandestino de la CIA, Frank Anderson.

De entre los 5.000 agentes que se le estima a la CIA -el número exacto es secreto-, sólo un tercio trabaja en el exterior, y aún están formados para los tiempos en los que la amenaza eran China y la Unión Soviética.

Entonces los agentes que reclutaban espías se infiltraban como diplomáticos y trabajaban desde sus puestos en las embajadas estadounidenses, entre copas y recepciones. Hoy el tipo de espías que pueden filtrar información sobre las actividades de los fundamentalistas islámicos difícilmente se codearán con los diplomáticos. Lo mismo ocurre con la otra cobertura más común, la de los «hombres de negocios». «Hoy tienen que salir a las calles y reclutar a «gente sucia» o a otros que puedan contactar a esa gente», dijo Anderson.

Los actuales funcionarios de la CIA explican que entrenar a un agente clandestino lleva como mínimo un año, cuatro si se quiere que hable árabe u otras lenguas. «En la mayoría de los países de Oriente Medio es inconcebible que podamos tener 20 personas a las que llamar en caso de crisis», dijo el anónimo funcionario.

Irán y Siria

En su aparición ante el Congreso, Goss ratificó que Irán se ha perfilado como la mayor amenaza a los intereses estadounidenses en Oriente Medio. Como a Siria, el gobierno del presidente George W. Bush le acusa no sólo de desarrollar capacidad armamentística, sino de respaldar a los terroristas palestinos que obstaculizan los acuerdos de paz con Israel.

El jefe de la Agencia de Inteligencia del Pentágono, el vicealmirante Lowell Jacoby, que también participó en la audiencia, insistió en que Irán presta apoyo y ayuda económica a los insurgentes iraquíes, «y lo continuará haciendo», advirtió.

El director de la CIA admitió que Irak se ha convertido en un imán para los terroristas de Al Qaeda, que no sólo lo utilizan como campo de entrenamiento para sus agentes sino que es «un mar de contactos potenciales» para ellos, que les permite construir una red trasnacional de terroristas.

La CIA, cada vez más incómoda sobre las quejas e investigaciones en torno a las técnicas de interrogatorios que se usan con los detenidos, intenta deshacerse de su condición de carcelero, según decía ayer el diario The New York Times.

Eso es lo que hizo el FBI hace tiempo, cuando sus agentes presenciaron las técnicas de tortura que los militares usaban. Además del daño a su credibilidad, la CIA no quiere verse abocada a ocuparse de unos prisioneros a los que ya les ha extraído todo lo que saben y que no tienen fecha para ser liberados.