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La errada estrategia contra Vox

Fuentes: TopoExpress

Un reciente debate televisivo ha permitido visualizar la estrategia de las formaciones catalanas frente al partido de extrema derecha, cuyo ascenso en los barrios populares puede constituir una de las grandes sorpresas de las elecciones catalanas.

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El pasado domingo se emitió por TVE para toda España un debate con los nueve cabezas de lista de las formaciones –excepto la CUP, que eligió a Carles Riera, el segundo de la candidatura– con opciones de obtener representación parlamentaria en las elecciones catalanas del 14 de febrero. Entre ellos, Ignacio Garriga de Vox.

Garriga entonó un discurso claramente ultraderechista, denunciando la creciente “islamización” de Catalunya, la inmigración ilegal que vinculó con la delincuencia, la situación de los menas, la inseguridad ciudadana o la conversión de los barrios en “estercoleros multiculturales”. Un discurso dirigido explícitamente a los barrios populares de la Catalunya metropolitana donde Vox espera obtener buenos resultados. Hemos de tener presente que en las elecciones generales del 2019, las últimas celebradas en Catalunya, Vox obtuvo casi un cuarto de millón de votos y excelentes resultados en poblaciones del Área Metropolitana de Barcelona como Badia del Vallès (11%), Sant Adrià del Besòs (10,7%), Badalona (8,4%) o Santa Coloma de Gramenet (8%).

Los representantes del resto de partidos políticos optaron deliberadamente, como explicitó Jéssica Albiach de los Comunes, por no replicar a este deleznable discurso e ignorarlo como si no existiera. Únicamente Riera interpeló al moderador del debate para reclamar que en ninguna televisión pública se permitiera la difusión de mensajes de esta naturaleza. El moderador le respondió que Vox era un partido legal y que su presencia en el debate se realizó siguiendo las prescripciones de la Junta Electoral Central. En este sentido, invitó a Riera y al resto de partidos a responder a los argumentos de Vox.

Esta recomendación cayó en saco roto. Los líderes de las formaciones políticas continuaron con su estrategia de ignorar las declaraciones de Garriga que, a medida que avanzaba el debate y sin hallar oposición alguna, fueron subiendo de tono. Finalmente, el portavoz de Vox acusó al resto de formaciones de no interesarse por estos problemas que atenazan a los barrios, lo cual demostraba que sólo se preocupan por sus intereses partidistas y sus poltronas. Así, al final del debate, se jactó de ser la única oferta electoral que atiende a las preocupaciones de las clases populares frente a unas elites políticas insensibles a sus sufrimientos.

A nuestro juicio, esta actitud de los partidos catalanes constituye un gravísimo error, pues proporcionó a Vox una auténtica autopista discursiva donde dirigir su discurso xenófobo y de odio, que lamentablemente puede tener una notable acogida en los barrios de Catalunya. La degradación de las condiciones de vida y trabajo de los habitantes de estos barrios, agravadas por la pandemia, así como la apelación al nacionalismo español frente al independentismo constituyen un caldo de cultivo idóneo para su penetración en estos ámbitos sociales. Tanto es así que todas las encuestas les conceden una representación en la Cámara catalana en ningún caso inferior a cinco diputados, lo cual les permitiría disponer de grupo parlamentario. Lamentablemente cuando se realice el escrutinio podría ser incluso superior.

Ante esta amenazaba no basta con ignorar y ningunear el discurso protofascista de Vox, pues el silencio sólo puede servir para favorecer su creciente implantación en los medios populares. Además, se da la paradoja de que en vez de realizar esta imprescindible tarea ideológica en el sentido de Antonio Gramsci, la acción contra Vox se centra en el boicot contra sus actos electorales por parte del movimiento antifascista, lo cual contribuye a victimizarlos e incrementar su visibilidad mediática e, incluso, me atrevería a decir, a aumentar su simpatía entre sus potenciales votantes en los barrios.

En definitiva, urge, antes de que sea demasiado tarde, un giro de 180 grados en la estrategia de la izquierda y las fuerzas democráticas contra Vox para desmentir con datos objetivos y argumentos políticos sus graves ataques contra la inmigración denunciando la demagogia y el carácter antidemocrático de sus planteamientos.

Fuente: https://www.elviejotopo.com/topoexpress/la-errada-estrategia-contra-vox/