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La guerra sicológica, otro frente de batalla

Fuentes: Gara

Octavillas, mensajes a móviles, televisión y radio son las armas de la guerra sicológica. Israel piratea las emisiones de los medios de comunicación de Hizbula e introduce mensajes que pretenden convencer a los libaneses de que Hizbula les ha llevado a una guerra dictada desde Teherán. Hizbula, por su parte, envía mensajes a móviles israelíes […]

Octavillas, mensajes a móviles, televisión y radio son las armas de la guerra sicológica. Israel piratea las emisiones de los medios de comunicación de Hizbula e introduce mensajes que pretenden convencer a los libaneses de que Hizbula les ha llevado a una guerra dictada desde Teherán. Hizbula, por su parte, envía mensajes a móviles israelíes en los que afirma que Tel Aviv se niega a admitir su derrota.
La televisión de Hizbula Al-Manar presenta una imágen patriótica de la formación chiíta que se pelea contra el Ejército israelí. «Líbano, somos tus hombres y vamos a liberar la tierra del sur», repite el estribillo de la canción que acompaña cada boletín informativo.

Muy distinto es el tono de las octavillas lanzadas desde los aviones israelíes sobre los pueblos de Líbano meridional. Ilustrados con una caricatura del jefe de Hizbula, Hassan Nasrallah, acusan a los combatientes chiítas: «Los defensores de Líbano son unos ladrones», clama el mensaje en árabe.

La batalla para los «corazones y los espíritus» hace furor en Líbano en todos los frentes: la televisión, la radio, internet, los teléfonos móviles, y es tan importante como los enfrentamientos ensañados en las colinas del sur.

«La guerra de propaganda es tan significativa como los combates in situ», asegura a Amal Saad, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad Americana de Beirut (AUB), autor de un libro sobre Hizbula.

Israel pretende convencer a los libaneses de que Hizbula ha secuestrado a su país, y que la guerrilla utiliza al pueblo libanés para llevarle a una guerra dictada desde Teherán. Además, insiste en que la paz y la prosperidad dependen de la neutralización de la formación chiíta.

Pero al sur del país que, cerca de 30 años después, vuelve a estar en confrontación con el Estado israelí, y fue víctima de sus desencadenamientos de violencia, el Partido de Dios controla la información. Sean pescadores en paro, estudiantes ociosos o amas de casa, la mayoría de los habitantes de esta región conecta la emisora de radio Nour y la televisión Al-Manar. «Son las únicas creíbles. Todas las demás cadenas mienten», asegura Hassan Mahmoud, de 24 años, un ingeniero en informática que ve Al-Manar con sus amigos en uno de los pocos cafés abiertos en la ciudad de Tiro, donde apenas queda nadie. La cadena difunde en todo Líbano y en todo el mundo árabe las imágenes de combatientes que se lanzan al asalto de líneas israelíes blandiendo banderas amarillas, al son de músicas marciales, todo ello intercalado con acusaciones contra Israel y Estados Unidos.

Los boletines informativos son boletines de victoria, que anuncian las hazañas de los combatientes en los enfrentamientos o el lanzamiento de cohetes sobre el norte de Israel.

La cadena relata con precisión cómo los israelíes se ven forzados a esconderse en los refugios y muestra imágenes de civiles aterrorizados en las ciudades israelíes.

Israel intentó silenciar a la fuerza la voz de Hizbula. Su edificio en Beirut, sus oficinas en otras ciudades y sus emisoras de radio han sido interferidas y a veces destruidas. Pero Al-Manar continúa emitiendo imperturbablemente.

Los expertos israelíes de la guerra sicológica consiguieron piratear las emisoras de radio de Al-Manar y mostrar imágenes de combatientes chiítas tratando de huir. El Partido de Dios respondió lanzando mensajes a los teléfonos móviles israelíes: «Huya ahora, en seguida, con rapidez. Hizbula va a bombardear su sector. El Gobierno israelí le miente y se niega a admitir la derrota», advierte en inglés.

Israel respondió reemplazando en una radio libanesa la música árabe pop por mensajes que recordaban que un verano lleno de promesas ha sido reemplazado por «la muerte y la destrucción», gracias a Hizbula. Un operador favorable al Estado israelí abrió una página en internet, en francés, en inglés y en árabe, que invita a los libaneses que luchan para eliminar a Hizbula a que unan su fuerza. –