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Sales y soles

La infancia adulterada

Fuentes: Gara

La niñez vuela. Nunca mejor dicho. Alyssa Thomas cogió su primer avión con apenas dos meses. En su último viaje, de Cleveland a Minneapolis, un empleado de Continental Airlines comunicó a sus atónitos padres que figuraba en la lista de sospechosas de terrorismo del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos. Al final, logró embarcar […]

La niñez vuela. Nunca mejor dicho. Alyssa Thomas cogió su primer avión con apenas dos meses. En su último viaje, de Cleveland a Minneapolis, un empleado de Continental Airlines comunicó a sus atónitos padres que figuraba en la lista de sospechosas de terrorismo del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos. Al final, logró embarcar aunque las autoridades han rechazado, sin darle más explicaciones, borrarla de la lista. Según el FBI, el sentido común de los policías con los que se tope en cada aeropuerto decidirá si puede o no volar. Alyssa Thomas tiene seis años.

La niñez se achica. El estudio «Infancia y familias. Valores y estilo de educación», presentado esta semana en Madrid, revela que en el Estado español la adolescencia comienza ya a los once años. «Los niños no viven la infancia», concluye la autora del informe. Sabemos de dónde vienen, cómo se hacen, pero ¿quién se lleva nuestros críos? Antes, hasta los 13 años, se entretenían con coches, muñecas o juguetes tradicionales. Ahora, desde edades muy prematuras, sólo disfrutan con programas de televisión para adultos, ropa o teléfonos móviles. El impacto del consumo «altera las normas internas de la familia» y «reduce el tiempo de la infancia».

La niñez sobra. Para recortes sociales, los de la infancia, cada vez más drásticos, salvajes e inhumanos. A este paso, muy pronto, la edad de la inocencia apenas alcanzará hasta el gateo. Las generaciones futuras parirán adultos, recién nacidos adulterados. La infancia pasará a la historia.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.