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Páginas de la herida

La lengua vehicular, los catalanes de toda la vida, la inmersión… y el cansancio (II)

Fuentes: Rebelión

Para Friderich Engels (1820-1895), in memoriam et ad honorem. El autor de La situación de clase obrera en Inglaterra se manejaba muy bien en catalán.

Para Juana Arnal Mur (1924-2011), que me enseñó a hablar en catalán.

El uso de las lenguas maternas en el marco de un enfoque plurilingüe es un componente esencial de la educación de calidad, que es la base para empoderar a las mujeres, a los hombres y a sus sociedades […] El Día Internacional de la Lengua Materna se celebra desde 2002 con el objetivo de promover el multilingüismo y la diversidad cultural.

Organización de las Naciones Unidas

Retiro formal del castellano como lengua vehicular. La Generalitat de Cataluña lleva muchos años pasándose por el forro las sentencias del Supremo. Aquí la lengua vehicular, propia y obligada es el catalán, y si alguien quiere que se cumpla la ley para sus hijos debe pleitear, y si gana, empapelar su casa con las sentencias. Las buenas almas del establishment alegan que hay tan pocos casos que apenas merece la pena tomarlo en consideración. Es decir que, para hacer cumplir la ley, usted debe ir a los tribunales y sus hijos al ostracismo hasta que reconozcan que ser buenos ciudadanos catalanes -casi un oxímoron- está al alcance de todos; basta con callarse.

Gregorio Morán (2020)

Fuera de tema (aunque debería ser el tema o uno de nuestros temas; tomo pie en Francesc Valls, “Vacuna contra la precariedad”, https://elpais.com/espana/catalunya/2020-11-21/vacuna-contra-la-precariedad.html):

1. El estado de alarma paralizó los lanzamientos (inactividad judicial). Vino luego la ejecución de los anteriores a la covid-19: según el Ayuntamiento de Barcelona, entre el 14 de septiembre y 23 de octubre pasados pendían órdenes de desalojo sobre 1.211 personas (748 adultos y 463 menores). El 80% se hallaban por debajo del umbral de la pobreza(De acuerdo con la ley catalana 24/2015 les da derecho a alquiler social).

2. A mediados de este mes de noviembre, el Servicio Estatal Público de Empleo (SEPE) no había pagado a ningún nuevo desocupado procedente de los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) de Barcelona (provincia) que hubiera presentado la solicitud después del 12 de agosto. Un 70% de los ERTE de la primera oleada no entraba en el sistema del SEPE por errores como el formato de los documentos.

3. A 16 de octubre, también en Barcelona, de los 78.534 expedientes del Ingreso Mínimo Vital solo habían sido aprobadas 6.732 solicitudes (de las que 6.000 tenían acceso directo a la prestación por tratarse de familias monoparentales con hijos). Antes de pedir el acceso a la IMV, el solicitante debe acreditar que durante el último año no ha percibido ingresos superiores a 450 euros mensuales. Se aplica además el silencio administrativo negativo.

4. El Gobierno central no ha prorrogado la moratoria para evitar los cortes de agua, gas y electricidad por impago de facturas a la segunda oleada de la pandemia (se hizo durante el estado de alarma). La medida (sin necesidad de que el periodo sea de excepcionalidad) se aplica todos los inviernos en la República Francesa (e incluso en la Cataluña procesista gracias a la ley 24/2015 surgida de una Iniciativa Legislativa Popular).

Vayamos al tema, no sin antes hacer referencia al chiste de Perich (nunca olvidado, siempre imprescindible) de septiembre de 1993, ¡27 años desde entonces! Más allá del cambio de opinión (injustificado e interesado) de algunos ‘expertos’, ¿cómo se entiende que gentes que estaban a nuestro lado en manifestaciones no autorizadas, perseguidas por el franquismo, a favor de la enseñanza de los niños y niñas en su lengua materna (el catalán en aquellos momentos) no se muestren sensibles o receptivos a una reivindicación idéntica (en este caso del castellano), finalidad razonable que en ningún caso se opone ni es ‘enemiga’ (¡otra evidencia que hay que repetir!) de la enseñanza del catalán y en catalán? (Por si fuera necesario también: nadie informado ha dicho nunca que, a día de hoy, el castellano esté peligro de extinción en Cataluña. Se habla de su papel en el sistema educativo y de los claros intentos nacional-secesionistas de una Cataluña oficial monolingüe).

Situémonos de nuevo: Peru Erroteta entrevistó a Rosa Cañadell [RC] el pasado 31 de octubre [1]. La finalidad de esta página herida es seguir comentando (véase la anterior aproximación: http://slopezarnal.com/la-lengua-vehicular-los-catalanes-de-toda-la-vida-la-inmersion-y-el-cansancio-i/#more-1461) algunas de las expresiones, ideas y argumentos que RC defiende en la conversación. Coinciden, les decía, con las posiciones y el marco conceptual-lingüístico de colectivos de la izquierda catalana (también de un sector nada marginal de una acrítica, seguidista y muy incomprensible izquierda española).

Estábamos en este punto. Erroteta pregunta a RC si cree que para promover el uso de una lengua es mejor promover el enamoramiento de ella que hacerlo por vía normativa.

RC responde diciendo que ha estudiado el inglés, pero que no lo habla (de hecho, dice que lo odia). Pero, prosigue, “si me voy a Estados Unidos y tengo que hablar con los norteamericanos que hablan inglés, tendré que hablar inglés”. Por lo tanto, concluye, “no es solo un problema de enamoramiento”, presuponiendo de nuevo una Cataluña oficialmente monolingüe. “Si estoy en un país donde la lengua oficial es el inglés y todo el mundo habla inglés, evidentemente, tengo que hablarlo. Me guste más o menos. Me enamore o no”. Si el catalán era la lengua que aquí se hablaba (ya no habla de lengua oficial), a RC le parece bastante correcto que “la gente que venga lo aprenda y que las instituciones hagan lo posible para que lo aprendan: la inmersión lingüística, las clases de catalán…” Lo que sea, añade. ¿Lo que sea? No es una imposición en su opinión. “Porque, en todo caso, la imposición es en todas partes. Y te diré más, las lenguas con más poder, evidentemente, son las que más se hablan ¿Cuáles son las lenguas que más se hablan? El inglés, el chino y el castellano, que vienen de los imperios.”

¿Ese es el tema en discusión? ¿El poder, el número de hablantes del inglés, del chino mandarín o del castellano? ¿La imposición se da en todas partes? ¿Sin excepción? ¿No hay una mejor salida sabiendo que, de hecho, existen otras salidas en el ámbito de la educación que consiguen la misma finalidad (deseada, en principio, por casi todos, no por los nacional-secesionistas: el bilingüismo generalizado) con procedimientos no impositivos y con excelentes resultados? ¿Se trata de imponer sea como sea o de comunicarnos y ganar en saberes lingüísticos?

En cualquier caso, señala Erroteta, “parece que las lenguas minoritarias que se quieren preservar, como pueden ser el caso del catalán o el euskera, demandan estrategias ad hoc, que no necesitan las grandes lenguas”. El caso de Cataluña es distinto al de Euskadi para RC. “El euskera se hablaba mucho menos que el catalán”. En los años 40-50 del siglo pasado, añade, “antes de que vinieran muchos emigrantes del resto del Estado, el cien por ciento de la gente en Cataluña hablaba catalán. Los únicos bilingües éramos lo que habíamos ido a la escuela”. Los que hablaban públicamente castellano, asegura RC, eran los que estaban a favor de Franco.

¿Los que hablaban públicamente castellano eran todos partidarios de Franco? ¿Cuántos miles y miles de casos refutan esa más que discutible afirmación de alta tensión histórica y poliética? ¿Olvidamos, por otra parte, los que hablaban en catalán y eran franquistas hasta el ADN? ¿El cien por cien de la gente hablaba catalán en la Cataluña de los 40 y 50? ¿Qué ‘país’ se tiene en mente? ¿Qué historias nos hemos creído? ¿Los únicos bilingües eran las personas que habían podido ir a la escuela de padres/madres catalanes?

En cualquier caso, le pregunta Erroteta, “el nacionalismo no ha instrumentalizado en su favor el catalán, con lo cual le hace un flaco favor”. Para RC, “quien empezó con la guerra de las lenguas aquí en Cataluña y, sobre todo, en Barcelona, fue Ciudadanos, Albert Ribera”. ¿Y los planes pujolistas de nacionalizar el país de principios de los noventa no formaban parte de esa ‘guerra de lenguas’? La práctica de la inmersión lingüística, en opinión de RC, “era una demanda de la gente inmigrante de los años 60-70 para que sus hijos hablaran catalán. Quien pidió a las escuelas públicas que les enseñaran a sus hijos catalán fueron los castellano-parlantes”.

Los padres y madres castellano-parlantes, muchos de ellos próximos al PSUC y educados en las tesis sobre el tema del partido de la lucha antifranquista (favorables al bilingüismo a pesar de las reticencias de algunos cuadros y dirigentes), lo que pedían a principios de los años ochenta (también antes) era que se enseñara catalán a sus hijos e hijas. Nada que ver -¡nada!- con la inmersión actual y con el catalán como única lengua vehicular tal como señala la LEC (Ley de Educación de Cataluña). Unir ambos nudos es tergiversar lo sucedido y ampararse (sin justificación) en demandas ciudadanas y obreras que apuntaban en otra dirección.

Erroteta pregunta también si la inmersión lingüística no fue en su origen también producto de pactos políticos. La respuesta de RC es sorprendente: “Podría ser. Pero la historia de la inmersión es muy curiosa, porque no la impone el Departamento de Enseñanza”. Nace, según ella, en las escuelas. “Son los maestros los que empiezan a decir que no van a hacer clases en catalán y castellano, etc.”. ¿Qué maestros dijeron que no iban a hacer clases en catalán y castellano? ¿Cuándo, quiénes, en qué momento? En la actitud actual de algunos (no de todos) maestros y profesores (contrarios al bilingüismo, tot en català, menos el inglés por supuesto), ¿no tiene nada que ver las posiciones defendidas por sindicatos como USTEC, partidarios del monolingüismo educativo en catalán? Hace años una actitud así hubiera sido imposible, incomprensible. ¿Qué profesor, qué maestro se hubiera negado a enseñar matemáticas, ciencias sociales o filosofía en castellano como podía hacerlo en catalán? ¿Qué sentido tiene esa negación?

Erroteta pregunta finalmente: “¿Cómo ocurre en otros ámbitos, en el catalán puede haber en juego intereses digamos crematísticos?” En la Educación, señala RC, no; en los medios es posible (es decir, sí). “Para entendernos, no hay 1.000 escuelas de catalán que den 40.000 puestos de trabajo. La mayoría de las clases de catalán a emigrantes, por ejemplo, las hace Cáritas”. También escuelas de adultos como la que lleva por nombre ‘Manuel Sacristán’ (CCOO) y otras instituciones.

La inmensa mayoría de los profesores, concluye RC, “por no decir todos, hablan catalán. Pero, insisto, hay que dejar claro que una cosa es la independencia y otra la lengua catalana”. De acuerdo. Una cosa es la construcción de un nuevo muro-Estado que nos separe del resto de las clases trabajadoras españolas y otra cosa distinta es la lengua catalana y su conocimiento y extensión. Empero, como RC sabe tan bien o mejor como yo, el nacional-secesionismo ha unido en el mismo paquete ambos nudos: la ideología secesionista se expresa en catalán, se dirige fundamentalmente a los “catalanes de toda la vida” y aspira a algo que llaman República donde el monolingüismo oficial en catalán (y el menosprecio del castellano) serían ejes fundamentales. Recordemos el manifiesto del grupo Koyné.

A RC no se le escapa en absoluto que “se ha politizado todo, hasta el punto de que si hablas castellano te pueden mirar mal y calificarte de fascista o españolista. Y si hablas catalán, de independentista.” Coincido con ella en que ambos caminos no nos llevan a ningún ámbito de comprensión, cercanía y fraternidad. Pero cabe preguntarse si la izquierda .Cat ha contribuido o no (y si sigue haciéndolo) a esa consideración del castellano y sus hablantes. La cuestión de fondo: ¿a qué Cataluña aspiramos? Para muchos (no hablo ahora de RC) la respuesta es sencilla: a una Cataluña (oficial) en catalán donde el castellano quede reservado al ámbito privado y en la que dominen las 400 familias de Millet, “catalanas de toda la vida”, y sus bien remuneradas y atendidas prolongaciones clientelares.

Imágenes invertidas de lo sucedido hace años vienen inevitablemente a nuestra mente. La viñeta de Perich refuerza el recuerdo.

PS. Fuera de tema. En su último artículo (“Indicadores de la incertidumbre” https://rafaelpoch.com/2020/11/24/indicadores-de-la-incertidumbre/#more-545), señala Rafael Poch de Feliu: “[…] En Europa, donde los fenómenos de Estados Unidos nos llegan algunos años después, no parecen haber entendido nada de todo el asunto. Las élites europeas no vieron venir la elección de Trump en 2016, malinterpretaron el Brexit y este año han vuelto a malinterpretar la política de Estados Unidos, dice Alastair Crooke. Han respirado aliviadas por la victoria de Biden y todavía no ven la relación entre la rebelión popular trumpista y las airadas protestas que se producen en Europa en el marco de la pandemia, contra el confinamiento, y contra la miseria y desigualdad (social y entre países) que esta dispara. Mientras tanto, hace ya bastante tiempo que tenemos en Europa una buena colección de movimientos y fenómenos populares reaccionarios en marcha; desde el lepenismo francés hasta los ley y justicia polacos, pasando por los procés y los vox españoles, sin olvidar a sus parientes alemanes, holandeses, austríacos, húngaros, rusos, fineses, escandinavos, griegos o italianos. El trumpismo está instalado entre nosotros pero seguimos mirando a Estados Unidos como otro planeta. Somos los musulmanes de un yihadismo incomprensible.” Conviene tener muy presentes estas palabras del que fuera corresponsal de La Vanguardia en Berlín, Moscú, China y París.

Nota:

1) https://www.eltriangle.eu/es/entrevistas/una-cosa-es-la-lengua-y-otra-la-independencia_107821_102.html

Sugerencias:

1. De amigos y compañeros (Soledad Bengoechea, Domènec Benet, José Luis Martín Ramos, Antonio Navas, Miguel Candel, María Cruz Santos Santos, Andrés Martínez Lorca): sobre Sacristán, China, convocatoria manifestación delegación gobierno, Bildu y ETA, estatutos del PCE http://slopezarnal.com/de-amigos-y-companeros-sobre-sacristan-china-bildu-convocatoria-delegacion-del-gobierno-estatutos-pce/#more-1465

2 ACP, “La izquierda, la inmersión y la ley Celaá”. http://www.alternativaciudadana.es/2020/11/23/la-izquierda-la-inmersion-y-la-ley-celaa/

3. Entidades de izquierdas convocan concentración contra ley Celaá en Barcelona. https://www.lavanguardia.com/politica/20201122/49610367527/entidades-convocan-una-concentracion-contra-la-ley-celaa-en-barcelona.html

4. Albert Soler, “Antonio Baños, aquest tipus ínfim”. https://www.diaridegirona.cat/opinio/2020/11/20/antonio-banos-aquest-tipus-infim/1074627.html

5.1. Manel Manchón, “La inmoralidad convergente”. https://cronicaglobal.elespanol.com/pensamiento/zona-franca/inmoralidad-puigdemont-jxcat-convergente_409707_102.html 5.2. “Un grupo de historiadores desmonta el relato independentista”. García Cárcel y Pérez Samper desarman junto a otros profesionales la dialéctica nacionalista en la obra ‘Catalanes en la Historia de España’ (Ariel). https://cronicaglobal.elespanol.com/politica/grupo-historiadores-desmonta-relato-independentista_410763_102.html

6. Salvador Oliva, “De la generositat dels deus”. https://cat.elpais.com/cat/2020/11/19/cultura/1605781805_049136.html

7. Lola García, “Esto ya no va solo de independencia”. http://epaper.lavanguardia.com/share/article/ee53d632-71a6-4996-9098-68f94ab22b23/deff5a99-6bec-4458-825c-edb058130150

8. Carmen Domingo, “El terraplanismo entra en el Parlament.” La Cámara está a punto de tramitar la reforma de la Ley sobre el derecho de las mujeres a erradicar las violencias machistas que se aleja de las mujeres y las niñas y se acerca a los postulados transgeneristas. https://elpais.com/espana/catalunya/2020-11-24/el-terraplanismo-entra-en-el-parlament.html