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Barcelona, asamblea, 3 de julio de 2013 - 11 de julio, convocatoria de huelga

La lucha ininterrumpida y permanente de los trabajadores de Telefónica

Fuentes: Rebelión

El sindicalismo alternativo trabaja duramente en el seno de la multinacional de las Telecomunicaciones. El sindicato Alternativa Sindical de Trabajadores (AST) ha convocado una huelga de 1 hora para todo el territorio nacional el jueves 11 de julio. De todos es sabido que la dirección de la empresa como los sindicatos afines aprovechan las fechas […]

El sindicalismo alternativo trabaja duramente en el seno de la multinacional de las Telecomunicaciones. El sindicato Alternativa Sindical de Trabajadores (AST) ha convocado una huelga de 1 hora para todo el territorio nacional el jueves 11 de julio. De todos es sabido que la dirección de la empresa como los sindicatos afines aprovechan las fechas veraniegas, cuando la movilización de la plantilla es más difícil, para firmar acuerdos.

Dos circunstancias confluyen en este conflicto. La primera es que la última reforma laboral recogía la necesidad de adaptación en las empresas a un nuevo modelo de clasificación profesional con la idea de flexibilizar las plantillas, concepto que, sin embargo, tan solo lo recogía como recomendación. De todas formas, este tema ya había sido acordado entre los llamados agentes sociales con la firma, muchos meses antes, del 2º Acuerdo Interconfederal. La segunda se centra en que la dirección de Telefónica y los sindicatos firmantes del Convenio Colectivo (CCOO/UGT/STC-UTS) han perpetuado a lo largo de los años los convenios colectivos abiertos, con mesas de negociación permanentes, que por un lado cierran la posibilidad de debate y de información a la plantilla entre su firma y el comienzo de una nueva negociación, y po otro dejan abierta la puerta a modificaciones de lo previamente firmado a su exclusivo criterio generando una inseguridad jurídica en el conjunto de trabajadoras y trabajadores. 

Ambas circunstancias han confluído terminando el mes de junio en la reunión de la Comisión de Clasificación Profesional del día 19. En la documentación entregada por la dirección de la empresa se constata su empeño en continuar con un nuevo modelo de clasificación profesional que ya intentó imponer durante la negociación del Convenio Colectivo de 2008. La movilización de la plantilla aconsejó a las partes firmantes dejarlo para mejor ocasión aunque no dudaron en iniciar una venganza contra quienes habían liderado las movilizaciones, sancionando a 9 delegados del Comité de Empresa de Madrid con faltas muy graves de los que tan solo queda la sanción y despido del actual presidente del Comité de Empresa de Madrid, Álvaro Barreiro. La apertura de la negociación de un nuevo Convenio en 2011 fue precedida por el despido por bajas médicas justificadas e itermitentes, de Marcos, en Barcelona, y de Mari Cruz, en Madrid, auténticos rehenes durante todo el proceso negociador que ató de manos y pies al sindicalismo mas combativo y, a su vez, dejó el camino expedito a los firmantes de convenios abiertos y a quienes está costando mas de cinco años implantar el nuevo modelo de clasificación profesional.

Este acuerdo lo han dividido en tres fases. La primera, ya implantada en 2012, establecía los nuevos grupos laborales. Las mas de 35 categorías laborales se reducían a cinco iniciando el proceso y siendo defendido por los propios sindicatos firmantes como algo necesario y beneficioso para el conjunto de una plantilla, según sus palabras, «en las que las categorías y las funciones se entremezclaban generando injusticias». En este caso se trata del comienzo de la segunda fase en el proceso de nueva clasificación profesional, subdividida a su vez en dos fases, en las que tratan de definir las funciones de cada grupo laboral. Y en este caso lo que implanta es la movilidad funcional a propuesta de la empresa, con la que conseguirán una plantilla en la que todos puedan hacer de todo, en donde puedan cambiar el puesto profesional e incluso el grupo laboral al que se pertenece, en la que también se podrá ‘involucionar’ hacia niveles inferiores y con unos salarios divididos en una parte fija y otra compensable y absorbible por futuros saltos de nivel.

No cabe ninguna duda que el siguiente paso será la movilidad geográfica y el definitivo, y con el que terminarán todo el proceso, la partición del salario en fijo y variable (que dependerá del desempeño y de los objetivos marcados), algo que ya fue planteado en la negociación del convenio de 2008 en una serie de tablas que la dirección de la empresa tuvo que retirar ante la indignación del conjunto de la plantilla.

Si a esta agresión continuada unimos la implantación de las disponibilidades, provocada por la falta de plantilla debido a los continuos ERE’s que han reducido el número de trabajadoras y trabajadores de 75.000 a 22.000 en apenas 15 años, y que establece jornadas laborales de 8, 16 ó 24 horas; la instalación de GPS’s en los coches, en un principio como elemento de ayuda al trabajador, pero utilizado por la dirección para controlar y sancionar; el estancamiento y ocultamiento en los traslados y cambios de acoplamiento; el solapamiento de categorías laborales; o la modificación de las gratificaciones de los encargados que ‘abre el melón’ del salario partido… nos encontramos un panorama desolador para el conjunto de la plantilla de cara a un futuro próximo. Un poco mas allá se encuentra todo el rumoreo provocado por los intentos de compra de la multinacional por parte de AT&T en la que el gobierno todavía tiene algo que decir por disponer de la llamada ‘acción de oro’ y que podría servir para saldar parte de la deuda del estado con las entidades financieras que reclaman sus préstamos.

Ante este conjunto de agresiones y amenazas nadie puede entender un sindicalismo entreguista que perpetuará la agonía de quienes consiguieron llevar a una empresa a los mas altos niveles, sus trabajadoras y trabajadores. Tan solo queda la lucha por la dignidad y por defender unas condiciones laborales que costaron muchos años y muchas negociaciones conseguir así como muchos reclamos dejados en el camino. La convocatoria de huelga de 1 hora para el próximo 11 de julio sigue esa línea a pesar de tratarse de una fecha poco idónea para iniciar el conflicto en esta fase. Pero es que el enemigo conoce bien las debilidades y es quien, para desgracia de la plantilla, escoge el terreno de juego.

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No paran, no cesan su lucha por lo que es justo y evidente, dan batallas que parecen -que sólo parecen- perdidas. Manifiestos, cartas de protesta, manifestaciones, encierros, huelgas, huelgas de hambre. Muchos son los nombres del justo y necesario combate.

La plataforma «Marcos readmisión» y los sindicatos En Construcció y CoBAS piensan que el mes de julio, un mes tradicionalmente fúnebre para los intereses de los trabajadores escriben, es un momento ideal para recordar a la dirección de la multinacional de Alierta, Zaplana y Urdangarin que la lucha por la readmisión del trabajador Marcos continúa. Ellos no van a cejar en su empeño

Tras la infructuosa negociación de los diputados españoles con la dirección central de la corporación, a los que, afirman, no se han dignado en responder después de esperar casi dos meses, los trabajadores y trabajadoras vuelven al ataque. No están solos.

Este miércoles, 3 de julio, a las 15.15 de la tarde, han convocado una asamblea a la entrada de la tienda Movistar de Portal d l’Àngel en Barcelona (el antiguo edificio de la Telefónica). No será un acto aislado sino «el pistoletazo de salida para una nueva campaña que continuará con una acción más contundente en septiembre». Ya están empezando a prepararla.

Nos animan a acudir al encuentro de esta tarde y a difundirlo por la red «para que la dirección sepa que los tiempos cambian». La lucha por la readmisión de Marcos no es sólo la lucha contra la injusticia que se ha cometido con él. Es también un símbolo: hay que recordar a la multinacional que preside el consejo económico-social de la UNED (¡qué tiempos estos!) qué tipo de agresiones «no estamos dispuestos a olvidar ni a permitir.»

¡Los meses de vacaciones no deben convertirse en un paseo militar para firmas de convenios servilmente firmados ni para «avances de la dirección de la telefónica contra nuestros derechos laborales»! ¡Los tiempo están cambiando! Y esta vez en serio. ¡Hemos de acostumbrarnos a que las luchas sociales no hacen vacaciones! Nunca. «Pueden tener treguas, descansos, repliegues y reorganización, pero no vacaciones».

Teresa Forcades y Arcadi Oliveres han confirmado su intención de participar en la asamblea de las 15:15. Falta por confirmar la asistencia de miembros de CUP y EUiA que han acompañado la lucha de los trabajadores de Telefónica desde el inicio de la pasada huelga de hambre en diciembre de 2012.

Recordemos nuestra cita de hoy: miércoles, 15:15, Edificio de Telefónica en Porta de l’Àngel.

Por cierto: ¿Y CCOO y UGT? Pues no están y lo malo es que no se les espera. ¿Cuál es entonces su línea sindical? ¿Qué defienden estas «sindicatos de clase»? ¿A qué debemos conformarnos según su criterio? ¿A despidos por bajas justificadas como el del compañero Marcos? ¿O acaso no lo defiende porque Marcos, como ellos mismos dicen en sus cursos de formación, no es un «cliente» [1] del sindicato?

Nota:

[1] Cliente refiere a lo que antes eran llamados activistas o militantes.

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Miguel Arróniz es delegado sindical de Alternativa Sindical de Trabajadores de Madrid.

Salvador López Arnal es miembro del Frente Cívico Somos Mayoría y del CEMS (Centre d’Estudis sobre els Movimients Socials de la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona; director Jordi Mir Garcia).

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de los autores mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.