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La muerte de la cooperación al desarrollo tal y como la conocíamos

Fuentes: Rebelión

En fecha de 4 de Enero de 2012 publiqué un artículo en mi blog sobre los recortes en cooperación al desarrollo referentes a España en general y a Cataluña en particular. Dicho artículo lo reproduzco íntegramente bajo estas líneas puesto que casi 6 meses después continúa siendo de máxima actualidad. Por un lado porque el […]


En fecha de 4 de Enero de 2012 publiqué un artículo en mi blog sobre los recortes en cooperación al desarrollo referentes a España en general y a Cataluña en particular. Dicho artículo lo reproduzco íntegramente bajo estas líneas puesto que casi 6 meses después continúa siendo de máxima actualidad. Por un lado porque el recorte de los fondos destinados a cooperación para el desarrollo en Catalunya ha llegado a suponer un 83% de reducción en dos años respecto al presupuesto de 2010, recortes a los que hay que sumar los impagos de 700 millones de euros con las entidades sociales (1); constituyendo todo ello un incumpliendo de los compromisos adquiridos por el gobierno y, por consiguiente, el desmantelamiento de este sector. Por otro lado, porque se reafirma la visión de la mayoría de gobiernos del Estado hacia la cooperación al desarrollo: una visión asistencial, de caridad y favorecedora de los negocios privados.

A continuación el mencionado artículo:

Con la excusa de la crisis el gobierno catalán quiere enterrar la cooperación al desarrollo

Así pues, los recursos para contribuir desde Cataluña al cumplimiento de los compromisos aprobados el 2001 con la Ley de cooperación habrán desaparecido. Unos compromisos que comportaban destinar el 0’7% del producto interior bruto al desarrollo de los pueblos empobrecidos. Estos recortes ponen en riesgo muchos programas y líneas de acción puestas en marcha los últimos años, aunque hay que matizar que a pesar de haber avanzado en esta línea, las inversiones del anterior gobierno nunca fueron suficientes ni cumplieron con los compromisos adquiridos.

Así mismo, estos recortes en la solidaridad no se dan tan sólo en Cataluña sino que en el resto del Estado español también se realizan de forma desmesurada. Dos ejemplos muy significativos son: el País Valenciano, donde en tres años se ha reducido hasta un 78,4% las partidas destinadas a cooperación, lo cual significa que el porcentaje del presupuesto destinado a esta partida se sitúa en un miserable 0,09%; y, Castilla La Mancha, donde su presidenta propuso eliminar por completo la partida presupuestaria destinada a cooperación para el 2012.

Volviendo a Cataluña hay que destacar que, además, el Gobierno de la Generalitat promociona, a través de la Ley de acompañamiento a los Presupuestos, la participación privada en este sector en detrimento de las ONG; puesto que esta Ley incluye una enmienda para que las entidades con ánimo de lucro puedan ser receptoras de fondos públicos de la solidaridad.

Pero, aún así, tal vez alguien se puede preguntar el por qué de estas ayudas oficiales al desarrollo, y más en estos tiempos de crisis. Pues bien, por un lado porque son compromisos internacionales que hace más de 30 años que se han adquirido en el marco de las Naciones Unidas y, por otro lado (y para mi más importante) porque es una cuestión de justicia hacia los pueblos empobrecidos. Empobrecidos muchas veces por el expolio de sus recursos por parte de las potencias occidentales, ya sea directamente o través de sus multinacionales. Por eso la cooperación para el desarrollo es una cuestión de reparación, de restitución ante las deudas sociales, ecológicos y culturales que a lo largo de la historia se han contraído con los pueblos del denomínate Sur.

Así mismo, hay que destacar que estos recortes profundizarán en las desigualdades puesto que no se podrán atender a miles de personas de aquí (2) y de todas partes, así como que supondrán una disminución de las acciones de sensibilización y concienciación de la ciudadanía en el porque de estas necesidades y la función de la cooperación para el desarrollo.

Así mismo, hay que destacar que estos recortes profundizarán en las desigualdades puesto que no se podrán atender a miles de personas de aquí y de todas partes, así como que supondrán una disminución de las acciones de sensibilización y concienciación de la ciudadanía en el porque de estas necesidades y la función de la cooperación para el desarrollo

Así pues, la situación de pobreza y desigualdad exige, ahora más que nunca, no sólo mantener sino aumentar unos presupuestos que nunca fueron suficientes para atender las necesidades sociales en Cataluña o los compromisos de cooperación internacional. Y, en este sentido, no vale la excusa de que no hay dinero puesto que si se combatiría el fraude fiscal masivo existente en Cataluña y en el resto del Estado español habría dinero de sobra. (Las organizaciones profesionales de inspectores de Hacienda cifran la economía sumergida del Estado español en más de 240.000 millones de euros).

Por lo tanto, estos recortes son inaceptables, al igual que lo son los que se practican en derechos sociales adquiridos y conquistados (que no otorgados) como la sanidad, la educación o los servicios sociales.

  1. Ver la Carta abierta al presidente Mas de la Federación Catalana de ONG para el Desarrollo

  2. Ver el artículo «El empobrecimiento continuado de la mayoría de la sociedad»

Blog del autor: http://jgellida.blogspot.com/

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.