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La pesadilla geopolítica de USA y los acuerdos estratégicos euroasiáticos sobre la energía

Fuentes: GlobalResearch

Traducido del inglés para Rebelión y Tlaxcala por Germán Leyens

Parte I: La desintegración de la presidencia Bush

Al atraer la atención sobre Iraq y el papel obvio que el petróleo tiene en la política de USA actual, el gobierno Bush-Cheney ha hecho precisamente eso: ha atraído firmemente la atención de los poderes deficitarios en energía del mundo hacia la batalla estratégica sobre la energía y especialmente el petróleo. Esto ya tiene consecuencias para la economía mundial con niveles de precio de 75 dólares por barril de petróleo crudo. Ahora toma la dimensión de lo que un antiguo Secretario de Defensa de USA llama correctamente una «pesadilla geopolítica» para Usamérica.

La creación por Bush-Cheney-Rumsfeld y compañía de una pesadilla geopolítica constituye también un telón de fondo para comprender el dramático cambio político dentro de la elite dominante en USA durante los últimos seis meses, al apartarse de la presidencia Bush. Dicho simplemente: dieron su oportunidad a Bush/Cheney y su banda de halcones belicistas neoconservadores, con su relación especial con las capacidades de Israel en Iraq y en todo el Oriente Próximo.

La oportunidad era tener éxito en el objetivo estratégico de USA de controlar los recursos petrolíferos a escala global, a fin de asegurar el rol de USA como primero entre pares durante la próxima década y más allá. No sólo han fracasado en «tener éxito» con ese objetivo de dominación estratégica de USA. También han amenazado la base misma de la continuación de la hegemonía de USA, o como gusta de llamarlo el Pentágono de Rumsfeld: el ‘Dominio de Espectro Total’. La acción del presidente boliviano Evo Morales, después de reuniones con Hugo Chávez de Venezuela y Fidel Castro, al establecer el control nacional sobre los recursos de petróleo y gas es sólo la última manifestación de la decadencia de la proyección del poder de USA.

El futuro de la Doctrina Bush pende de un hilo

Ya que la política exterior de USA es encubierta por la interminable retórica de la ‘defensa de la democracia’ y cosas parecidas, vale la pena recordar que la política exterior de USA desde el colapso de la Unión Soviética ha sido abierta y explícita: Impedir a cualquier precio la consolidación de una combinación potencial de naciones que podría cuestionar la dominación de USA. Es la política de USA tal como la explicó el discurso de Bush en West Point de junio de 2002.

El presidente esbozó un cambio radical de la política exterior explícita de USA en dos áreas vitales: Una política de guerra preventiva, si USA fuera amenazado por terroristas o por estados delincuentes involucrados en la producción de armas de destrucción masiva. Segundo: el derecho de autodefensa autoriza a USA a lanzar ataques preventivos contra potenciales agresores, para cortarles el paso antes de que puedan lanzar ataques contra USA.

La nueva doctrina usamericana, la Doctrina Bush, también proclamó: «el deber de USA de emprender una acción militar unilateral cuando no se puedan encontrar soluciones multilaterales.’ Iba más lejos al declarar como política de USA que «Usamérica tiene, y se propone mantener, un poderío militar incontestable.» USA emprendería cualesquiera acciones necesarias para mantenerse como la única superpotencia militar del mundo. Esto se asemejaba a la política del Imperio Británico antes de la Primera Guerra Mundial, es decir, que la Armada Real debía ser mayor que las dos principales armadas del mundo juntas.

La política también incluía cambios pro-activos de régimen en todo el mundo bajo la consigna de la ‘extensión de la democracia’. Como declarara Bush en West Point: «USA no tiene imperio que extender o utopía que establecer. Deseamos a los demás sólo lo que deseamos para nosotros mismos – seguridad contra la violencia, las recompensas de la libertad, y la esperanza de una vida mejor.»

Estos fragmentos de una política fueron reunidos en una política oficial en septiembre de 2002, en un texto del Consejo Nacional de Seguridad intitulado Estrategia Nacional de Seguridad de Usamérica. El texto fue preparado para la firma del presidente por la jefa del Consejo Nacional de Seguridad de aquel entonces, Condi Rice. Por su parte ella utilizó un documento normativo preparado durante la presidencia de 1992 de Bush padre, por el neoconservador Paul Wolfowitz.

La Doctrina Bush de Rice había sido bosquejada en su integridad en 1992 en un ‘borrador final’ de una Guía de Planificación de la Defensa preparado por el Secretario Adjunto de Política para la Defensa, Paul Wolfowitz, conocido en Washington como la Doctrina Wolfowitz. Wolfowitz pasó luego a declarar que, con la desaparición de la amenaza de un ataque soviético, USA era la única superpotencia incontestada y que debía impulsar su agenda global incluyendo la guerra preventiva y acciones de política exterior unilaterales.

Una filtración interna del borrador al New York Times condujo entonces al presidente Bush padre a anunciar que era ‘sólo un borrador y no política de USA.’ En 2002 se había convertido oficialmente en política de USA.

La Doctrina Bush declaró que ‘la acción militar preventiva’ era legítima cuando la amenaza ‘emergía’ o era ‘suficiente incluso si sigue existiendo inseguridad sobre la fecha escogida y el lugar del ataque del enemigo.’ Eso dejó un agujero suficientemente grande para que pasara un tanque Abrams, según los críticos. Afganistán, un ejemplo que viene al caso, fue declarado objetivo legítimo para bombardeos militares de USA, porque el régimen talibán había dicho que entregaría a Osama bin Laden sólo si USA demostraba su responsabilidad por los ataques del 11 de septiembre contra el World Trade Center y el Pentágono. Bush no presentó prueba alguna. Lanzó una guerra ‘preventiva’. En esa época, pocos se preocuparon por considerar las minucias del derecho internacional.

La Doctrina Bush fue y es una doctrina neoconservadora de guerra preventiva y profiláctica. Ha resultado ser una catástrofe estratégica para el papel de USA como la única superpotencia. Constituye la base para comprender todos los eventos actuales a medida que se desarrollan dentro y alrededor de Washington.

Lo que está en juego ahora es el futuro de esa política exterior de la Doctrina Bush, y en realidad la capacidad futura de Usamérica, como la única superpotencia o lo único que se pueda sostener sobre el futuro de la presidencia Bush. Vale la pena señalar que el Secretario Adjunto de Defensa Wolfowitz escribió su borrador de 1992 para el Secretario de Defensa de aquel entonces, Dick Cheney.

La administración Bush en crisis

La indicación más fascinante de un cambio radical dentro del establishment político usamericano en su actitud hacia la Doctrina Bush y los que la respaldan es el debate en desarrollo alrededor del documento de 83 páginas, publicado primero en el sitio oficial en la red de la Universidad Harvard, criticando el papel dominante de Israel en la conformación de la política exterior de USA.

El documento fue inicialmente puesto por los suelos como ‘antisemita’, que no lo es, por la Liga Contra la Difamación [ADL], B’nai Brith y selectos escritores neoconservadores, y como un comentarista trató de calumniarlo, como si ‘repitiera los puntos de vista del ex líder del KKK y propugnador del poder blanco David Duke,’ que también ha atacado al lobby de Israel. Sin embargo, es profundamente significativo que esta vez, destacados medios dominantes, como Richard Cohen en el Washington Post, hayan salido en defensa de Walt y Mearsheimer. Incluso cierta prensa israelí lo ha hecho. El tabú de hablar públicamente de la agenda favorable a Israel de los neoconservadores parece haber sido roto. Eso sugiere que tipos de la vieja guardia del establishment de la política exterior como Zbigniew Brzezinski y Brent Scowcroft y sus aliados, se presentan para retomar el liderazgo de la política exterior. Los neoconservadores han resultado ser un fracaso colosal en su defensa de los verdaderos intereses estratégicos de USA, tal como los ven los realistas.

El documento ‘El Lobby de Israel y la Política Exterior de USA,’ fue escrito por dos realistas de la política exterior de USA altamente respetados, que son consultores del Departamento de Estado. Los autores no son ni skinheads neonazis ni antisemitas. John J. Mearsheimer es profesor de ciencias políticas y codirector del Programa de Política de Seguridad Internacional en la Universidad de Chicago. Stephen M. Walt es decano académico y catedrático de la Escuela Kennedy de Gobierno de Harvard. Ambos son miembros de la Coalición por una Política Exterior Realista. Son los así llamados ‘realistas’ junto con Kissinger, Scowcroft, Brzezinski.

Algunas de sus conclusiones sobre los objetivos del lobby de Israel:

  • ‘ Ningún lobby ha logrado desviar la política exterior tan lejos de lo que sugeriría el interés nacional usamericano, mientras convencen simultáneamente a los usamericanos que los intereses de USA e Israel son esencialmente idénticos.’
  • Los partidarios usamericanos de Israel impulsaron la guerra contra Iraq. Los altos funcionarios de la administración que encabezaron la campaña forman también la vanguardia del lobby pro-Israel, es decir el Secretario Adjunto de Defensa Paul Wolfowitz; el Subsecretario para Política de Defensa, Douglas Feith; Elliott Abrams, Asuntos de Oriente Próximo en la Casa Blanca, David Wurmser, Asuntos de Oriente Próximo para el Vicepresidente Richard Cheney; Richard Perle, primero entre pares neoconservadores, presidente del Consejo de Política de la Defensa, un cuerpo consultor influyente de expertos en estrategia.
  • Un esfuerzo similar ha sido emprendido ahora para bombardear las instalaciones nucleares de Irán.
  • AIPAC se resiste a tener que registrarse como agentes extranjeros, porque esto significaría severas limitaciones en sus actividades en el Congreso, particularmente en la arena legislativa electoral… Los políticos usamericanos siguen siendo extremadamente sensibles a las contribuciones a las campañas electorales y a otras formas de presión política, e importantes medios probablemente seguirán siendo favorables a Israel, haga lo que haga.

Vale la pena citar los objetivos oficiales de la Coalición por una Política Exterior Realista, de la que son miembros Walt y Mearsheimer, para obtener una mejor idea de su alineación entre facciones en la actual batalla faccionaria dentro de la elite de USA. El sitio en la red de esa Coalición declara:

«Contra el telón de fondo de un conflicto cada vez más sangriento en Iraq, la política exterior usamericana se desplaza en una dirección peligrosa hacia el imperio.»

«Tendencias imperiales inquietantes son evidentes en la Estrategia Nacional de Seguridad del gobierno Bush. El documento promete mantener la dominación militar de USA en el mundo, y lo hace de un modo que alienta a otras naciones a formar coaliciones y alianzas compensatorias. Podemos esperar, y vemos ahora, múltiples equilibrios de poder que se forman contra nosotros. La gente se siente contrariada y resiste la dominación, por benigna que sea.»

Los autores Walt y Mearsheimer señalan también que Richard Perle y Douglas Feith colocaron sus nombres en un proyecto político de 1996 para el gobierno de Benjamin Netanyahu que entonces llegó al poder en Israel, intitulado: ‘Cortar por lo sano: Una nueva estrategia para asegurar el país [Israel].’

En ese documento, Perle y Feith aconsejaron a Netanyahu que la reconstrucción del sionismo debe abandonar toda idea de intercambiar tierra por paz con los palestinos, es decir que revocara los acuerdos de Oslo. Luego, había que derrocar a Sadam Husein y debía establecerse la democracia en Iraq, lo que resultaría contagioso para los demás vecinos árabes de Israel. Eso fue en 1996, siete años antes de que Bush lanzara una guerra casi unilateral para cambiar el régimen en Iraq.

Cuando Tim Russert de la TV de NBC, preguntó a Perle en el popular programa ‘Meet the Press’ sobre su lista de compras geopolítica en beneficio de Israel, Perle respondió: «¿Qué tiene de malo?»

Para que todo eso sucediera, Perle y Feith escribieron: «Israel tendría que lograr un amplio apoyo usamericano.» Para asegurar ese apoyo, aconsejaron al primer ministro israelí que utilizara «lenguaje familiar a los usamericanos recurriendo a temas de pasados gobiernos de USA durante la Guerra Fría, que se aplican también a Israel.» Un columnista en Ha’aretz acusó a Perle y Feith de, «andar en la cuerda floja» entre «su lealtad a los gobiernos usamericanos y los intereses israelíes.»

En la actualidad, Perle se ve obligado a tratar de no llamar la atención en Washington después de dirigir inicialmente el Consejo de Política de la Defensa de Rumsfeld en el Pentágono. Feith se vio obligado a abandonar el Departamento de Estado e irse al sector privado. Eso fue hace más de un año.

Sobreviene una ola de renuncias en el gobierno de Bush

Ahora, se ha ido Andrew Card, Jefe de Gabinete de la Casa Blanca, que fue un criado fiel de la familia Bush durante 25 años y, en un anuncio que evidentemente horrorizó a halcones belicistas neoconservadores como William Kristol, el jefe pro-neoconservador de la CIA, Porter Goss, anunció repentinamente el 5 de mayo su renuncia en una declaración de una sola línea.

La partida de Goss fue precedida por el creciente escándalo que involucra al hombre número tres de Goss en la CIA, el Director Ejecutivo, Kyle ‘Dusty’ Foggo. En diciembre pasado, el Inspector General de la CIA abrió una investigación del papel de Foggo en un fraude contractual Pentágono-CIA. Foggo también es vinculado con un nuevo escándalo sexual Casa Blanca-Partido Republicano que podría hacer palidecer el affaire Monika Lewinsky. Como Goss violó la precedencia por antigüedad al nombrar a Foggo Nº 3 en la CIA, la renuncia de Goss y los inminentes escándalos sexual y de soborno alrededor de Foggo son vinculados por algunos medios.

El caso Foggo es ligado al congresista republicano caído en desgracia, Randall ‘Duke’ Cunningham. Fiscales federales han acusado, como co-conspirador no acusado, a uno de los amigos más cercanos de Foggo, el empresario de San Diego, Brent Wilkes, de participar en un plan para sobornar a Cunningham, el antiguo congresista republicano de San Diego. Cunningham, por su parte es vinculado al republicano Jack Abramoff, condenado por lavado de dinero y amaño. Foggo supervisó contratos que involucraban a por lo menos una de las compañías acusadas de pagar sobornos al congresista Cunningham. El Wall Street Journal informa que Foggo ha sido un amigo cercano desde el comienzo de la escuela secundaria del contratista de la defensa de California, Brent R. Wilkes. Informan que una actual investigación criminal se concentra en si Mr. Foggo utilizó su posición en la CIA para desviar abusivamente contratos hacia las compañías de Mr. Wilkes.

Wilkes estuvo implicado en las acusaciones presentadas contra Cunningham, como co-conspirador no acusado que supuestamente pagó 630.000 dólares en sobornos a Cunningham a cambio de ayuda para obtener contratos federales, entre otros, de defensa. No se han presentado acusaciones contra Wilkes, aunque fiscales federales en San Diego trabajan para construir un caso en su contra, así como contra Foggo.

El FBI y fiscales federales investigan evidencia de que Wilkes habría hecho regalos a Foggo y financiado varias prestaciones, incluyendo presuntas orgías sexuales en Watergate (actualmente Westin), mientras Foggo podía ayudarle a obtener contratos específicos de la CIA.

El inspector general de la CIA ha abierto una investigación del director ejecutivo de la agencia de espionaje, Kyle «Dusty» Foggo, y su conexión con dos contratistas de la defensa acusados de sobornar a un miembro del Congreso y a funcionarios del Pentágono.

La renuncia de Goss viene después de llamados públicos, provenientes de un coro creciente de generales de USA en retiro, que piden la renuncia inmediata del Secretario de Defensa Rumsfeld por la debacle militar en Iraq.

Lo más reciente en el lento, sistemático proceso de reducción del régimen de Bush, que pide «que se los lleve el viento», fue un incidente en Atlanta, el 4 de mayo, ante un acto supuestamente amistoso sobre política exterior, en el que habló Rumsfeld. Durante el período de preguntas, fue cuestionado por su presentación del motivo para hacer la guerra en Iraq.

Ray McGovern, veterano de 27 años en la CIA, a cargo de presentar al presidente de aquel entonces, George H.W. Bush, sus informes matinales de inteligencia, entabló un extenso debate con Rumsfeld. Preguntó por qué Rumsfeld había insistido antes de la invasión en que había «evidencia a prueba de balas» que vinculaba a Sadam Husein con Al Qaeda.

«¿Fue una mentira, Mr. Rumsfeld, o fue fabricado en algún otro sitio? Porque todos mis colegas de la CIA lo cuestionaron y así lo hizo la comisión del 11-S,» preguntó McGovern a un Rumsfeld atónito. «¿Por qué mintió usted para conducirnos a una guerra que no era necesaria?»

El siguiente informe en Los Angeles Times es significativo, en cuanto al cambio reflejado en la forma como los medios del establishment tratan actualmente a Rumsfeld, Cheney y Bush:

«A comienzos del intercambio de palabras, Rumsfeld siguió siendo el ser imperturbable de siempre, e insistió: «No he mentido. No mentí entonces,» antes de lanzarse a una vigorosa defensa de las afirmaciones anteriores a la guerra del gobierno sobre las armas de destrucción masiva de Iraq.

«Pero Rumsfeld se mostró inusualmente cohibido cuando McGovern lo presionó respecto a sus afirmaciones de que sabía donde estaban ubicadas las armas inconvencionales iraquíes.

«Usted dijo que sabía dónde estaban,» dijo McGovern.

«No lo dije. Dije dónde estaban los presuntos sitios,» respondió Rumsfeld.

McGovern luego leyó partes de declaraciones que el Secretario de Defensa había hecho diciendo que las armas estaban situadas cerca de Tikrit, Iraq, y Bagdad…»

Rumsfeld se quedó mudo como una tapia. Todo el episodio fue filmado y mostrado en la red de televisión. Es evidente que los días de Rumsfeld están contados. Se rumorea que Karl Rove está a días de ser co-acusado con el asistente de Cheney, Lewis Libby, por el affaire de la filtración de Valerie Plame/CIA. Hay que recordar que ese affaire tuvo que ver con la supuesta evidencia del uranio de Níger, como base para convencer al Congreso para que renunciara a una Declaración de Guerra contra Iraq y diera carta blanca a Bush. Evidentemente una facción realista re-emergente teje cuidadosamente todos los hilos para producir un tejido que probablemente llevará al proceso de destitución, tal vez también del vicepresidente, el verdadero poder tras esta presidencia.

Parte II. Desintegración de la influencia estratégica de USA en Eurasia

Un desastre de política exterior respecto a China

En este contexto, el reciente insulto diplomático de Bush al visitante presidente de China, Hu Jintao, es doblemente desastroso para la posición exterior de USA. Bush actuó siguiendo un guión escrito por neoconservadores contrarios a China para insultar y humillar deliberadamente a Hu en la Casa Blanca. Primero fue el incidente de que se haya permitido a una ‘periodista’ taiwanesa, miembro de Falun Gong, a la conferencia de prensa televisada y estrictamente controlada en la Casa Blanca, para que despotricara en una diatriba contra los derechos humanos en China de más de tres minutos, sin que se tratara de expulsarla. Luego vino la interpretación del himno nacional chino para Hu. El himno ‘chino’, sin embargo, fue el himno de Taiwán (‘República de China’) no el himno de la República Popular China (Beijing).

No fue un ‘desliz’ de los profesionales del protocolo de la Casa Blanca. Fue un esfuerzo deliberado de humillar al dirigente chino. El problema es que la economía de USA ha llegado a depender de las importaciones comerciales chinas y de la cartera china de valores del Tesoro de USA. China es actualmente el mayor tenedor de reservas en dólares en forma de papeles del Tesoro de USA, que se estiman en 825.000 millones de dólares. Si Beijing decidiera salir del mercado de bonos de USA, aunque fuera en parte, causaría una caída libre del dólar y un colapso del mercado de bienes raíces de USA de un valor de 7 billones de dólares, una ola de bancarrotas de bancos de USA así como un inmenso desempleo. Es una opción real, aunque sea poco probable por el momento.

Hu no perdió tiempo o lágrimas por la afronta de Bush. Continuó de inmediato su viaje a Arabia Saudí para una visita de estado de tres días en la que se firmaron acuerdos de comercio, defensa y seguridad. Sobra decir que no es una pequeña bofetada para Washington de parte de la tradicionalmente ‘leal’ casa real saudí.

Hu firmó un acuerdo para que SABIC de Arabia Saudí construya una refinería de petróleo y un proyecto petroquímico en el noreste de China por un valor de 5.200 millones de dólares. A comienzos de este año, el rey Abdullah estuvo en Beijing para una visita oficial de estado. ¡Um! Desde el acuerdo de Roosevelt con el rey Ibn Saud, que dio a la usamericana ARAMCO y no a los británicos la concesión para desarrollar el petróleo saudí en 1943, Arabia Saudí ha sido considerada en Washington como una esfera estratégica de interés esencial.

Hu luego fue a Marruecos, otra esfera tradicional de interés de USA, a Nigeria y Kenia, también considerados esferas de interés de USA. Hace sólo dos meses, Rumsfeld estuvo en Marruecos para ofrecer armas usamericanas. Hu ofrece financiar explotación petrolera en ese país.

SCO y los eventos de Irán

Los últimos eventos relacionados con la Organización de Cooperación de Shangai (SCO, por sus siglas en inglés) e Irán subrayan aún más el dramático cambio en la posición geopolítica de Usamérica.

La SCO fue creada en Shangai el 15 de junio de 2001 por Rusia y China junto con cuatro antiguas repúblicas soviéticas de Asia Central – Kazajstán, Kirguistán, Tayikistán y Uzbekistán. Antes del 11 de septiembre de 2001, y de la declaración por USA de un Eje del Mal en enero de 2002, la SCO no fue otra cosa que cháchara geopolítica contextual en lo que a Washington se refiere. Actualmente, la SCO, que hasta la fecha ha sido ignorada casi por completo en los medios dominantes de USA, define un nuevo contrapeso político a la hegemonía de USA y su mundo ‘unipolar’.

Irán ha sido invitado a convertirse en miembro pleno de la SCO en la próxima reunión de esa organización el 15 de junio de 2006.

El pasado mes, en Teherán, el embajador chino, Lio G Tan, anunció que un acuerdo pendiente sobre petróleo y gas entre China e Irán está listo para su firma.

Se dice que el acuerdo tiene un valor de por los menos 100.000 millones de dólares e incluye el desarrollo del inmenso campo petrolífero offshore de Yadavaran. Sinopec, de China, aceptaría comprar 250 millones de toneladas de gas licuado durante 25 años. No sorprende que China no se apure en apoyar a Washington contra Irán en el Consejo de Seguridad de la ONU. USA ha estado tratando a aplicar una presión masiva sobre Beijing para detener el acuerdo, por obvias razones geopolíticas, sin resultado. Otra derrota importante de Washington.

Irán también implementa planes para entregar gas a través de un gasoducto a Pakistán e India. Ministros de energía de los tres países se reunieron recientemente en Doha y tienen la intención de volver a encontrarse este mes en Pakistán.

El progreso del gasoducto es un rechazo directo de los esfuerzos de Washington de alejar a los inversionistas de Irán. Irónicamente, la oposición usamericana impulsa a esos países a mejorar sus relaciones.

La ‘pesadilla geopolítica’ de Washington

En la misma reunión del 15 de junio de la SCO, India, que Bush trata personalmente de atraer como ‘contrapeso’ geopolítico asiático frente a China, será también invitada a sumarse a la SCO. Así mismo, Mongolia y Pakistán serán invitados a unirse a la SCO. La SCO gana substancialmente en peso geopolítico.

El ministro adjunto de exteriores de Irán, Manouchehr Mohammadi, declaró en abril a ITAR-Tass en Moscú que la membresía iraní en la SCO «haría que el mundo sea más justo.’ También habló de construir un ‘arco de gas y petróleo’ Irán-Rusia, en el que los dos gigantescos productores de energía coordinarían sus actividades.

USA se queda al margen en Asia Central

La admisión de Irán a la SCO abre muchas nuevas opciones para Irán y la región. En virtud de la membresía en la SCO, Irán puede ahora participar en proyectos de la SCO, lo que por su parte significa tener acceso a tecnología, inversiones, comercio, desarrollo de la infraestructura, actividades muy necesitadas. Tendrán consecuencias importantes para la seguridad energética global.

Se informa que la SCO ha establecido un grupo de trabajo de expertos antes de la cumbre de junio para desarrollar una estrategia energética asiática común, y discutir proyectos conjuntos de conductos, exploración petrolífera y actividades relacionadas. Irán posee las segundas reservas de gas natural del mundo, y Rusia las primeras. Rusia es el segundo productos de petróleo del mundo por su tamaño, después de Arabia Saudí. No son actividades pequeñas.

India está desesperada por llegar a acuerdos con Irán en cuanto a energía, pero es presionada por Washington para que no lo haga.

El gobierno Bush trató el año pasado de conseguir ‘estatus de observador’ en la SCO pero fue rechazado. El rechazo – junto con las exigencias de la SCO de una presencia militar reducida usamericana en Asia Central, una cooperación más profunda entre Rusia y China y los reveses de la diplomacia de USA en Asia Central – ha provocado una revisión de la política en Washington.

Después de su viaje de octubre de 2005 por Asia Central, la Secretaria de Estado Condoleezza Rice anunció una reorganización de la Oficina de Asia del Sur del Departamento de Estado para que incluya a los estados centroasiáticos, y un nuevo plan «Gran Asia Central» de USA.

Washington trata de apartar a los estados centroasiáticos de Rusia y China. El gobierno de Hamid Karzai en Kabul no ha respondido a las propuestas de la SCO. En vista de sus vínculos históricos con Washington, es probable que no le quede otra alternativa.

Gennady Yefstafiyev, antiguo general del Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia, dice: «Los objetivos a largo plazo de USA en Irán son obvios: organizar la caída del actual régimen; establecer su control sobre el petróleo y el gas de Irán; y utilizar su territorio como la ruta más corta para transportar hidrocarburos bajo control de USA de las regiones de Asia Central y el Mar Caspio, circunvalando a Rusia y China. Eso, sin hablar de la importancia militar y estratégica intrínseca de Irán.»

Washington había basado su estrategia en Kazajstán en que fuera su socio principal en Asia Central. USA quiere expandir su control físico sobre las reservas de petróleo de Kazajstán y formalizar el transporte del petróleo kazajo por el oleoducto Bakú-Ceyhan, así como crear el papel dominante de USA en la seguridad del Mar Caspio. Pero Kazajstán no colabora. El presidente Nursultan Nazarbayev fue a Moscú el 3 de abril para reafirmar la continuación de su dependencia de los oleoductos rusos. Y China, como señaláramos en diciembre, también sigue llegando a importantes acuerdos de energía y conductos con Kazajstán.

Para empeorar los problemas geopolíticos de Washington, a pesar de que logró un importante acuerdo de bases militares con Uzbekistán después de septiembre de 2001, las relaciones actuales de Washington con Uzbekistán son desastrosas. El esfuerzo de USA por aislar al presidente Islam Karimov, siguiendo el ejemplo de la «Revolución Naranja» de Ucrania, no da resultados. El primer ministro indio Manmohan Singh visitó Tashkent a fines de abril.

Tayikistán también depende considerablemente del apoyo de Rusia. En Kirguistán, a pesar de intentos encubiertos de USA de crear disensiones dentro del régimen, se mantiene la alianza del presidente Burmanbek Bakiyev con el primer ministro respaldado por Moscú, Felix Kulov.

En el espacio de 12 meses, Rusia y China han logrado mover las piezas en el ‘tablero de ajedrez’ geopolítico de Eurasia, apartándolas de lo que ha sido una abrumadora ventaja estratégica de USA llevándolas al lado contrario, donde USA está cada vez más aislado. Es potencialmente la mayor derrota estratégica de la proyección del poder de USA en el período posterior a la Segunda Guerra Mundial. Es también el telón de fondo estratégico para la reemergencia de la así llamada facción realista en la política de USA.

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F. William Engdahl es editor colaborador de Global Research y autor del libro ‘A Century of War: Anglo-American Oil Politics and the New World Order,’ Pluto Press Ltd. Está a punto de publicar un libro sobre OGM intitulado: ‘Seeds of Destruction: The Hidden Political Agenda Behind GMO’. Para contactos: www.engdahl.oilgeopolitics.net.

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© Copyright F. William Engdahl, GlobalResearch.ca, 2006

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Germán Leyens es miembro de los colectivos de Rebelión y Tlaxcala (www.tlaxcala.es), la red de traductores por la diversidad lingüística. Esta traducción es copyleft.