Aunque los grandes medios de comunicación comienzan a silenciar las protestas en Estados Unidos, miles de personas siguen en las calles en rechazo a la represión policial.
“Hoy, hablamos de la muerte de George Floyd, pero no es un hecho aislado. Hay una larga lista de casos de afroamericanos y latinos linchados por este sistema inhumano en el que vivimos”, afirma Alicia Jrapko, co-editora en Estados Unidos del medio alternativo Resumen Latinoamericano.
Aunque los grandes medios ya comienzan a dejar de lado las noticias que muestran las masivas protestas en las ciudades estadounidenses, la furia y la rabia de miles de pobladores por el asesinato de George Floyd sigue profundizándose. A esto, hay que sumar las declaraciones incendiarias del presidente Donald Trump y su decisión de militarizar varias ciudades para contener las manifestaciones.
“En los últimos 16 días, ha habido manifestaciones en 140 ciudades y la Guardia Nacional ha sido activada en 20 estados”, recuerda Jrapko en diálogo con La tinta. “La mayoría de las grandes ciudades estuvieron bajo toque de queda –agrega-. Pero la gente se quedaba en las calles desafiando esa orden. Hay desde grandes manifestaciones hasta manifestaciones de padres e hijos pequeños con carteles de “Black Lives Matter”. Eso no lo habíamos visto antes. Y esto ha sucedido en miles de ciudades”.
A la situación actual de Estados Unidos, en donde se reviven las grandes marchas en defensa de los derechos civiles de los pobladores afroamericanos en las décadas de 1960 y 1970, hay que sumar el descontrol generado desde el gobierno en el marco de la pandemia mundial por coronavirus. Con más de 100 mil muertos por la COVID-19 y dos millones de infectados, en Estados Unidos quedó en evidencia, una vez más, la deshumanización de un sistema político y económico que todavía se quiere mostrar como un ejemplo para el mundo.
Imagen: Bill Hackwell
“Después de que pase esta crisis, la hegemonía de Estados Unidos, que ya venía en baja, nunca será la misma”, asegura Jrapko. “Trump ha mantenido su base de apoyo, pero las últimas encuestas no lo favorecen y su popularidad está totalmente en retroceso, aunque no se dará por vencido tan fácilmente”, analiza la editora de Resumen Latinoamericano.
Para graficar la situación estadounidense, Jrapko recuerda las declaraciones del alcalde Levar Stoney, de Richmond (Virgina), un afroamericano que dijo recientemente: “Vivimos bajo dos pandemias, una que lleva seis meses debido al coronavirus y la otra que lleva 400 años debido al racismo”. “Son demasiados años de injusticia que desencadenaron la reacción de los últimos días –agrega Jrapko-. Son injusticias que nunca se rectificaron desde la época de esclavitud”.
—En el marco de las actuales protestas, ¿cómo ves las elecciones presidenciales de noviembre?
—Estamos a solo cinco meses de la elección. Si no hubiese sido por la pandemia y la rebelión, estaríamos inundados sobre cada detalle de los comicios. Pero nadie habla de las elecciones, algo que no quiere decir que no hay maniobras políticas. El sistema es tan corrupto y quebrado que la llamada oposición demócrata no pudo elegir un candidato viable que atraiga a los jóvenes para oponerse a Trump.
En los últimos años, ha crecido la polarización de la sociedad estadounidense. Trump ha sido incapaz de presentar un mensaje unificador y, al contrario, solo sabe dividir. A todo esto, se suma la gran crisis económica, exacerbada por la pandemia, que no tuvo preparación alguna para enfrentarla.
La próxima campaña electoral no será sobre cómo mejorar la situación de la gente, sino una campaña para definir cómo conservar la hegemonía del imperio, que se les está escapando de las manos. Y está también la pregunta si las elecciones se llevarán a cabo o no.
Si las elecciones se llevaran a cabo hoy, pienso que sería probable la derrota de Trump, pero cinco meses es mucho tiempo y es impredecible lo que va a suceder, especialmente, en estos tiempos de crisis. Sé que es difícil para cualquier persona con sentido común pensar que Trump podría llegar a ser reelecto, pero, lamentablemente, esa posibilidad es parte de la realidad que vivimos.
—¿Qué opiniones te merecen las declaraciones de Trump sobre el asesinato de Floyd y sobre las posteriores protestas?
—Trump es una persona despreciable, incapaz de mostrar un poco de respeto y humanidad. Es racista hasta la médula. Estuvo detrás de una campaña contra Barack Obama cuestionando su ciudadanía. Y a pesar de las protestas, sigue con una posición de culpar a gente inocente por manifestarse pacíficamente. No dijo ni una palabra de aliento para los familiares de Floyd.
Imagen: Bill Hackwell
Es más, llegó al colmo de invocar el nombre de George Floyd durante una ceremonia para promocionar su último informe sobre estadísticas de empleos, que son dudosas. Pero estaba tan desesperado por mostrar algo positivo que dijo otra barbaridad: que las estadísticas muestran lo bueno de su gestión, por lo tanto, era un buen día para el país y agregó “es un gran día para Floyd”. Imagínate cómo se habrán sentido los familiares de Floyd o cualquier otra persona con un poco de decencia.
Nada que sale de su boca reconforta o une, todo lo contrario, ofende y divide. Utilizó las fuerzas de seguridad por arremeter contra manifestantes, que tienen ese derecho constitucional, para ir a tomarse una foto frente a una iglesia con una biblia en la mano, porque no soportó que lo imaginaran en un búnker. Pero sus actos le están trayendo consecuencias nefastas, ya que algunos miembros de su propio partido y militares de alto rango se comenzaron a distanciar de él.
—¿Qué significa la militarización de varias ciudades estadounidenses?
—En realidad, las comunidades pobres, sobre todo, de afroamericanos/as, han estado militarizadas siempre. La política de Obama fue igual. Entregó armas y equipos a la policía en todas las ciudades. La policía solo conoce una táctica: represión y fuerza.
Las manifestaciones que se llevaron a cabo, y aún continúan, son contra la brutalidad policial, y la respuesta de la policía durante las manifestaciones confirmó esa brutalidad.
—¿Pensás que la policía de Estados Unidos tiene la impunidad para cometer estos crímenes porque el poder político se lo permite?
—La policía en Estados Unidos goza de total impunidad para cometer crímenes. Existe para proteger al Estado. La realidad es que es muy difícil que los policías vayan a la cárcel para pagar por sus crímenes. El sistema de justicia (o de injusticia) siempre encuentra razones para absolverlos. Los dejan en libertad y les dan trabajo en otras ciudades. Las leyes los protegen, hay un doble estándar entre la policía y la gente en general. Por eso, ahora explotó por la forma en que lincharon a Floyd.
En la sociedad estadounidense, hay una crisis muy grande de valores. Pero lo bueno es que ahora la gente está hablando de esto, todos los días, en sus casas, en la calle, en los medios.
Por mucho tiempo, ha habido un mito de que la policía es, en general, buena y con algunas manzanas podridas, pero ya nadie se lo cree. La gente se convenció de que la brutalidad policial es sistémica y, en estos momentos, hay un gran movimiento para sacarle los fondos a la policía y ponerlo en programas sociales.
Fuente: https://latinta.com.ar/2020/06/la-policia-en-estados-unidos-goza-de-total-impunidad-para-cometer-crimenes/