Los republicanos perdieron las elecciones, pero aún conforman el déficit presupuestario y la llamada «responsabilidad fiscal» El fracaso constante de la Casa Blanca y de los demócratas para reconfigurar ese debate ha llevado de manera directa y lógica esta semana al plan presupuestario de Ryan, el cual es una versión más regresiva del mismo plan […]
Los republicanos perdieron las elecciones, pero aún conforman el déficit presupuestario y la llamada «responsabilidad fiscal»
El fracaso constante de la Casa Blanca y de los demócratas para reconfigurar ese debate ha llevado de manera directa y lógica esta semana al plan presupuestario de Ryan, el cual es una versión más regresiva del mismo plan que los electores norteamericanos rechazaron de forma retumbante en noviembre pasado.
Lamentablemente, el presidente está cayendo en manos del Partido Republicano (PR) con una nueva ronda de negociaciones acerca de un «gran trato».
A pesar de las cifras alentadoras del empleo, el mayor reto sigue siendo empleos, salarios, crecimiento y creciente desigualdad -no la reducción del déficit y la responsabilidad fiscal.
Necesitaríamos cifras como las de febrero todos los meses durante los próximos cuatro años para acercarnos al nivel de desempleo que teníamos antes de la Gran Recesión. Pero no llegaremos ahí debido a las políticas de austeridad que ha adoptado la nación, y a la continua erosión de la clase media.
La economía de la austeridad -de la cual el próximo presupuesto de Ryan es la versión más extrema- es un cruel engaño. Cruel porque daña más a los que ya sufren; engaño porque no funciona.
El marco completo está basado en la falsa analogía de que el presupuesto federal es equivalente al presupuesto familiar.
Las familias tienen que balancear su presupuesto. Pero eso es precisamente por qué el gobierno federal tiene que ser el que gasta en último recurso, cuando el gasto de los consumidores no estimula la economía para alcanzar el empleo total.
Y mientras el ingreso y la riqueza continúen concentrándose en lo más alto, la amplia clase media y los que aspiran a ser parte de ella no tendrán el poder de compra para estimular la economía.
Entonces, ¿por qué el «gran trato» que no manejará estos fundamentos, sino solo legitimara aún más la mitología del PR y engañará más aún al público acerca de lo que está verdaderamente en juego?
Fuente: http://progreso-semanal.com/ini/index.php/eeuu/6663-la-reduccion-regresiva-de-ryan