Recomiendo:
0

¡La resistencia NO es un delito! Alto a los ataques contra los inmigrantes

Fuentes: Mundo Obrero

El Partido Mundo Obrero expresa su solidaridad inequívoca con la comunidad migrante de Los Ángeles y sus simpatizantes que han estado resistiendo en las calles desde el 6 de junio contra la agencia federal de Inmigración, Aduanas y Control (ICE por las siglas en inglés), el Departamento de Seguridad Nacional, la policía de Los Ángeles y otras fuerzas represivas armadas. 

Se han llevado a cabo redadas ilegales en lugares de trabajo como Home Depot, con el resultado de la detención de más de 120 trabajadores inmigrantes, documentados e indocumentados. Los Ángeles es la segunda ciudad más poblada de Estados Unidos y el hogar de más migrantes que ninguna otra ciudad. Forma parte de la tierra robada a México en 1848. 

Estas detenciones aleatorias recuerdan los días de la esclavitud estadounidense, cuando las personas de origén africana, ya fueran libres o intentaran ganar la libertad, eran secuestrados y llevados encadenados a sus esclavizadores.

Donald Trump, que ha declarado una guerra racista y xenófoba a los migrantes desde el primer día de su segundo mandato, ha ordenado el envío de 2.000 soldados de la Guardia Nacional de California a Los Ángeles sin la aprobación de su gobernador, Gavin Newsom. La Guardia Nacional es la única rama del ejército estadounidense que puede ser desplegada en un momento dado tanto por los gobernadores estatales como por el presidente. 

El Pentágono anunció sus planes de enviar 700 marines a Los Ángeles para respaldar a la Guardia Nacional. 

La Guardia está compuesta por jóvenes voluntarios que tienen otros trabajos, a diferencia del ejército o la policía. Los activistas pueden y deben instar a los miembros de la Guardia a rechazar estas órdenes ilegales de reprimir a otros trabajadores.

La revuelta estalló en la ciudad de Paramount, California, al sur de Los Ángeles, donde los inmigrantes y sus partidarios, varios de los cuales portaban visiblemente la bandera palestina y llevaban keffiyehs, se enfrentaron a la policía y a los agentes del ICE. Muchos otros manifestantes portaban sus banderas de origen, especialmente los de Centroamérica y Sudamérica.

Muy al estilo de la histórica lucha palestina contra la ocupación israelí respaldada por Estados Unidos, los jóvenes se defienden con piedras y botellas contra los agentes del ICE y la policía armados que utilizan contra ellos gases lacrimógenos, aerosoles de pimienta, granadas de fragmentación y botes de humo. 

Durante estas detenciones, David Huerta, presidente del Sindicato Internacional de Empleados de Servicios (SEIU) de California y del SEIU-United Service Workers West, fue agredido y detenido por el mero hecho de estar en la protesta. Huerta, cuyos abuelos emigraron de México, es ciudadano estadounidense.

Tia Orr, directora ejecutiva de SEIU California, declaró: ‘‘Los miembros de SEIU California pedimos la liberación inmediata de nuestro presidente, David Huerta, que fue herido y detenido en el lugar de una de las redadas del ICE de hoy en Los Ángeles. Ahora está recibiendo atención médica mientras se encuentra bajo custodia.

‘‘Estamos orgullosos de la justa participación del presidente Huerta como observador de la comunidad, en consonancia con su larga historia de defensa de los trabajadores inmigrantes y con los valores más elevados de nuestro movimiento: plantar cara a la injusticia, independientemente del riesgo personal o del poder de quienes la perpetran.

‘‘Pedimos que se ponga fin a las redadas crueles, destructivas e indiscriminadas del ICE que están destrozando nuestras comunidades, perturbando nuestra economía y perjudicando a todos los trabajadores. Los trabajadores inmigrantes son esenciales para nuestra sociedad: alimentan a nuestra nación, cuidan de nuestros ancianos, limpian nuestros lugares de trabajo y construyen nuestros hogares.’’ (seiu-usww.org, 6 de junio) 

En el momento de escribir estas líneas, Huerta ha sido dado de alta del hospital pero aún permanece bajo custodia policial. El 9 de junio se convocaron protestas de emergencia en más de 30 ciudades estadounidenses exigiendo la liberación de Huerta. Más tarde, ese mismo día, fue puesto en libertad bajo fianza de 50.000 dólares.

Miles de migrantes de ciudades grandes y pequeñas han sido detenidos y enviados a prisión dentro y fuera de Estados Unidos, incluso en Guantánamo y El Salvador. Se les niega el derecho a un juicio, una audiencia de cargos y cualquier otro debido proceso legal supuestamente garantizado por la Constitución. Trump está intentando llevar a cabo su propia versión de la limpieza étnica de migrantes fuera de EE.UU. – similar a la limpieza étnica de palestinos de Gaza. 

Una rica historia de lucha

Los Ángeles tiene una rica historia de heroicos levantamientos contra la brutalidad policial racista en el siglo XX. La más notable fue la rebelión de Watts de 1965, que conmemorará su 60 aniversario el próximo 11 de agosto, provocada cuando la policía de Los Ángeles atacó una fiesta de barbacoa en la comunidad predominantemente afroamericana del barrio de South Central de la ciudad. Aquella rebelión duró cinco días. 

Y 27 años más tarde se produjo la rebelión de 1992, que volvió a encenderse en el Centro-Sur de Los Ángeles tras la atroz absolución de unos policías blancos y racistas por la salvaje paliza propinada al automovilista negro Rodney King, que fue grabada en vídeo. La rebelión de 1992 duró una semana y fue aún más generalizada que la de Watts. 

Se celebraron protestas en todo el país en solidaridad con la rebelión de Los Ángeles de 1992, que no sólo fue contra el terror policial racista, sino también para exigir vivienda, educación y atención médica de calidad para las comunidades negras y latinas desatendidas. Hubo una campaña masiva para exigir la amnistía total para unas 12.000 personas detenidas durante la rebelión.

¿Qué hay detrás de esta guerra contra los inmigrantes?

Lo que está ocurriendo en Los Ángeles refleja una crisis mucho más profunda del sistema capitalista que se enfrenta a su final permanente, predicho en el Manifiesto Comunista hace más de 175 años: La clase obrera se convertirá inevitablemente en el sepulturero del capitalismo. Por lo tanto, a la  clase dominante multimillonaria no le queda otra opción que depender de un aparato violento y represivo para mantener a los miles de millones de trabajadores de todo el mundo bajo su opresivo dominio. 

La represión estatal no es una demostración de fuerza, sino una muestra de miedo y debilidad por parte de los dueños del capital y de su inestable sistema. Esta represión es un recordatorio constante de que las diferencias antagónicas no pueden resolverse pacíficamente cuando una clase oprime a otra.

La solidaridad política con los inmigrantes es un importante paso adelante para forjar una unidad más amplia de la clase obrera para derrotar en última instancia al moribundo sistema del capitalismo que depende de todas las formas de violencia -guerra imperialista, ocupación, racismo y recortes bajo el disfraz de la supremacía blanca- para mantener su cabeza a flote en un océano de revolución social que inevitablemente lo ahogará. 

Fuente: https://www.workers.org/2025/06/86286/