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República Democrática del Congo

Las maniobras anticonstitucionales y el diálogo del engaño

Fuentes: Umoya

La Mayoría Presidencial en Kinsasa ha presentado una petición para que se interpreten los artículos 70, 103 y 105 de la Constitución en el Tribunal Constitucional y asegurar así que el presidente Joseph Kabila se mantenga en el poder después de su segundo y último mandato en diciembre de 2016 y que los miembros actuales […]

La Mayoría Presidencial en Kinsasa ha presentado una petición para que se interpreten los artículos 70, 103 y 105 de la Constitución en el Tribunal Constitucional y asegurar así que el presidente Joseph Kabila se mantenga en el poder después de su segundo y último mandato en diciembre de 2016 y que los miembros actuales de la Asamblea Nacional y el Senado continúen en su puesto en caso de que no se celebren elecciones. Una iniciativa que interfiere con las funciones del diplomático togolés Edem Kodjo, al que la Unión Africana había enviado para coordinar los trabajos de diálogo nacional. En este análisis abordaremos la inutilidad de la remisión al Tribunal Constitucional con respecto al artículo 70. A continuación, analizaremos los límites del diálogo nacional en vista de la rigidez del ambiente político actual: la salida de Joseph Kabila en diciembre de este año es lo único capaz de calmar el clima político en el país.

Cabe recordar que la Mayoría Presidencial (MP) espera, mediante la remisión al Tribunal Constitucional, conseguir que se rebasen los límites fijados por la Constitución para el mandato del presidente Kabila.

¿Sobre qué trata el famoso artículo 70?

El artículo 70 de la Constitución dice lo siguiente:

«El Presidente de la República será elegido por sufragio universal directo para un mandato de cinco años, renovable una sola vez. Al concluir su mandato, el Presidente de la República permanecerá en funciones hasta que el nuevo presidente tome posesión del cargo.»

Como explicó recientemente el jurista y criminólogo Jean Bosco Kongolo [1] , este artículo no se presta a ninguna confusión y no contiene ninguna ambigüedad que haga necesario este recurso al Tribunal Constitucional para que se interprete, especialmente el párrafo 2 sobre el que se apoyan los kabilistas (partidarios del presidente) para cometer prevaricación. Y nuestro analista añade: «…Limitarse a leer esta única disposición es mostrar mala fe, al mismo tiempo que actúan como algunos «Hombres de Dios» que, en sus homilías rutinarias, solo eligen los versículos de la Biblia que les permiten vaciar los bolsillos de sus fieles en su propio beneficio. Como la Biblia, la Constitución es un todo, no se lee como una revista. Dado que organiza la gestión del poder político en un Estado, es aconsejable leer todas las disposiciones para completar las unas con las otras y, sobre todo, para situarlas en su contexto y llegar a comprender la filosofía que las sostiene. Aquel que desea leer cualquier texto jurídico, debe comenzar siempre por la exposición de los motivos donde se explican el contexto y la economía…» Esto también lo explicó recientemente el Profesor André Mbata al relacionar el artículo 70 al 73 (que establece la organización de elecciones 90 días antes de que termine el mandato) [2] .

Así, aunque cada ciudadano tiene cierto derecho a comprender la Constitución según considere oportuno, conviene señalar que en su investidura, Kabila juró respetar dicha Constitución y como jefe de Estado, tiene el DEBER de garantizar el buen funcionamiento de las instituciones y la CENI (la Comisión Electoral Nacional Independiente) es una de ellas. Llegados a este punto, estamos en todo nuestro derecho de preguntarnos por qué no ha dotado a la CENI de los medios necesarios para que pudiera realizar su trabajo.

La respuesta a esta crucial pregunta se encuentra en la actitud del jefe de Estado, de su gobierno y de todo su entorno, cuya única motivación es la voluntad de eternizarse en el poder cueste lo que cueste. ¿Por qué, si no, una persona (Kabila) que ha fracasado estrepitosamente en su ejercicio del poder a todos los niveles durante 15 años debería beneficiarse, además, de una prolongación de su mandato? ¿Cuántos años más necesita Kabila para demostrar su incapacidad para dirigir? Aunque es cierto que no se cambia un equipo ganador, el equipo equipo debería asumir las consecuencias de su fracaso y marcharse lógicamente sin polémicas. Kabila y su equipo han fracasado, por lo que deben irse sin oponer resistencia alguna. Incluso en el caso de que hubieran hecho las cosas perfectamente, existe una ley que dice que tras dos mandatos hay que dejar el sitio a otros. ¡Dura lex, sed lex!

El juego del palo y la zanahoria

Igual que un felino, desde que está en el poder, Kabila no avanza nunca al descubierto y cada vez que quiere conversar, dado que su estrategia de gobierno es el mutismo, nos preguntamos por qué de repente desea dialogar. Simplemente aplica la teoría utilizada por sus maestros ruandeses de «talking and fighting» (el palo y la zanahoria) que consiste en proponer pseudo negociaciones para ganar tiempo cuando se siente en una posición de debilidad. Atrae a sus adversarios con diálogos o reuniones con el fin de ganar tiempo y después los aniquila en el momento oportuno, cuando vuelve a tener las riendas de la situación, es decir, cuando cree que su poder ya no está amenazado y tiene el control de la situación.

Esta enésima convocatoria al diálogo «made in Kingakati» (que no se ajusta ni con el acuerdo marco de Adís Abeba ni con la reciente resolución 2277 del Consejo de Seguridad de la ONU), así como la petición de interpretación del artículo 70 de la Constitución y tantas otras maniobras, demuestran no solo la voluntad del régimen actual de desafiar a todo el mundo, sino también de incorporar el «talking and fighting» a su línea de conducta junto con un cinismo sin precedentes.

Ya sabíamos que armaba y desplegaba toda su soldadesca para intimidar a todo aquel que reclamara el respeto de la Constitución, pero ahora, justo cuando desea dialogar, los miembros de su Mayoría toman la iniciativa más que dudosa y peligrosa de recurrir al Tribunal Constitucional. ¿No es un mensaje muy poco disimulado? ¿Por qué quiere entonces dialogar si lo más sencillo hubiera sido recurrir a su Tribunal Constitucional y conseguir la prolongación de su mandato?

Como conoce la venalidad de los políticos congoleños gracias a esa especie de foros que suelen ser sinónimo de ganancias y oportunidades en todos los sentidos, Kabila ofrece una distracción a una clase política de la que sabe que puede prescindir, pero que a cambio de un descargo, se beneficiaría de las migajas (nombramientos, honorarios, etc.) Su Mayoría en el poder recurrió a un Tribunal Constitucional establecido cuidadosamente por el presidente para que le fuera de ayuda en caso de necesidad y estuviera completamente sometido. Es una forma de mostrar a los políticos que puede prescindir de ellos. Por otro lado, a los peces gordos de la MP no les cuesta calificar la convocatoria al diálogo de Kabila como «un gesto de apertura y de buena voluntad por parte del presidente».

¿Es necesario este diálogo?

La organización de unas elecciones en los plazos que establece la Constitución no necesita un diálogo político. Incluso en las democracias incipientes de África no es necesario «dialogar» para organizar elecciones desde el momento en el que existe la voluntad de respetar las reglas del juego. El caso del Congo es, sin duda, particular, porque tras el caos electoral de 2011, era necesario calmar el clima político para que el segundo y último mandato de Kabila se desarrollase sin mayores problemas. Este diálogo habría tenido sentido si en 2011 se hubieran puesto las cartas sobre la mesa y se hubiera convocado a todo el mundo alrededor de una mesa para reflexionar sobre el futuro del país. Sin embargo, el objetivo de Kabila era, desgraciadamente, gobernar solo para demostrar que podía hacerlo e intimidar a la gente mediante la fuerza en 2016. Las condiciones de seguridad del país y la región obligaron al régimen a convocar a un diálogo a través del acuerdo marco de Adís Abeba de 2013 y la reciente resolución 2277 del Consejo de Seguridad de la ONU que recomienda un diálogo político. Desgraciadamente, el régimen entiende las cosas a su manera y quiere utilizar este diálogo para reinar sin limitaciones de plazos.

A pesar de la cacofonía imperante en el UDPS y de las deficiencias de comunicación después de que Kabila anunciara el diálogo nacional en mayo de 2015 [3] , y lo confirmara en su discurso de noviembre de ese mismo año [4] , Etienne Tshisekedi parece que ha aceptado finalmente el diálogo, aunque insistiendo en seguir su propio plan de acción [5] . Además, es necesario señalar que la posición del «Líder máximo» va en la misma línea que la carta de la resolución 2277 que insiste en la necesidad de publicar un calendario completo que cubra la totalidad del mandato electoral y de elaborar urgentemente un presupuesto y un código de conducta para las elecciones presidenciales y legislativas de noviembre de 2016. En estas condiciones, las limitaciones con las que Kabila tendría que organizar el diálogo llevarían a la Mayoría Presidencial a dar marcha atrás o a organizar una especie de «repetición de las negociaciones» cuyas resoluciones le permitirían mantener el control del juego político. Y sin ninguna duda, Tshisekedi no accedería. Desde ese momento, su partido se uniría al frente de formaciones políticas (de la oposición) y de ciudadanos que ya han rechazado la oferta del diálogo y que insisten en el respeto estricto de la Constitución y el mantenimiento de las elecciones dentro de los plazos constitucionales.

Edem Kodjo está atrapado en el fango

A pesar de todo el optimismo que ha demostrado por su misión, el antiguo primer ministro togolés no tendrá las cosas fáciles; poco importa si el diálogo sea el «made in Kingakati» o el recomendado por las Naciones Unidas. En los dos casos, se enfrentará a tres Congos con sus profundos antagonismos.

En primer lugar, esta «el Congo en el poder». No es necesario demostrar que las fuerzas que dirigen el país desde 1997 han destacado por su negligencia en todos los ámbitos, pero, sobre todo, nunca han ocultado su determinación de reinar en el Congo sin limitaciones de tiempo con Kabila a la cabeza como su autoridad moral, que ha resultado ser también su gallina de los huevos de oro. Así, los miembros de la MP han celebrado el anuncio del nombramiento de Kodjo por parte de la Unión Africana, pero no han dudado en demonizar la resolución 2277 que, sin embargo, iba en la misma línea que las iniciativas internacionales que han otorgado legitimidad al diplomático togolés. A continuación, está el «Congo de la oposición» política en toda su pluralidad, que navega ya sea contra corriente o en el vacío absoluto. Una oposición que no consigue estructurarse y federarse en torno a un proyecto o una figura para hacer frente a los desafíos venideros [6] . No obstante, cabe señalar que, aunque esta oposición está dividida en diferentes asuntos, ha encontrado un punto de convergencia: su objetivo común es conseguir la alternancia en 2016 con la salida de Kabila. Pero, ¿confiará la oposición en un hombre de Estado togolés cuyo nombramiento parece convenir al poder establecido?

Por último, esta el «Congo del pueblo» que ha perdido prácticamente toda la confianza en la clase política, el poder y la oposición sin excepción. A pesar de su aparente inmovilismo, cualquier observador avispado se dará cuenta de que la población no deja de expresar lo harta que está de la clase política congoleña y, especialmente, de Joseph Kabila, y si algo quieren es que el 19 de diciembre de 2016 sea la fecha de su salida. Después de lo sucedido en enero de 2015, todo parece indicar que no hay nadie que pueda impedir que le pueblo se haga oír cuando llegue el momento. Y ni las reuniones secretas (diálogo político), ni las amenazas militares y demás intimidaciones ni la petición al Tribunal Constitucional conseguirán que los congoleños se quiten de la cabeza que el 20 de diciembre de 2016 Kabila tiene que hacer las maletas. Algunos análisis del DESC muestran el estado de ánimo de la población que cogió a todo el mundo por sorpresa (incluida a la comunidad internacional) durante la manifestación de enero de 2015 contra la ley electoral. La alegría en el CHAN (Campeonato de las Naciones Africanas de fútbol) 2016 confirmó este espíritu, ya que la población aprovechó para hacerle saber a Kabila que debe marcharse en diciembre de este año (YEBELA). Esto fue lo que llevó al gobierno a «secuestrar» el torneo: ofreció Jeeps a todos los jugadores y organizó la fiesta en el estadio. ¡Todos sabemos lo que pasó después!

Con la polarización actual de la tensión entre todos los protagonistas de este conflicto, es fácil preveer que una chispa será suficiente para que la situación sea incontrolable y conduzca al tan temido caos; están todos los ingredientes necesarios para que así sea. Nadie sabe de dónde llegará, pero una cosa es segura: hay gas en el aire.

En este clima perjudicial y explosivo, Edem Kodjo debe saber que camina sobre arenas movedizas y que su misión va camino de estancarse. Se enfrenta a la instrumentalización de su persona por parte del régimen de Kabila, a una oposición disonante y fragmentada (solo una parte ha aceptado este diálogo del engaño) y a una población que solo quiere que Kabila se marche cuando termine el mandato. El diplomático, por lo tanto, ya no sabe ni por dónde empezar. El facilitador está sin duda en una misión imposible.

 

Referencias

  1. Passation de pouvoir en RDC: l’article 70 de la Constitution ne prête à aucune confusion – JB Kongolo. Publicado en DESC – Wondo, el 4 de diciembre de 2015.
  2. Recours en interprétation de l’article 73: Prof André Mbata Mangu administre una «gifle» fatale à la Kabilie et à la Majorité Présidentielle. Publicado en 7sur7.cd, RDC, el 16 de abril de 2016.
  3. Dialogo anunciado en el trascurso de una reunión del presidente Kabila y los miembros de la Mayoría Presidencial, en su granja de Kingakati. «Kingakati : Kabila confirma el Diálogo», publicado en 7sur7, el 14 de mayo de 2016.
  4. «República Democrática del Congo: el presidente Kabila anuncia la convocatoria de un diálogo nacional», RDC: le président Kabila annonce la convocation d’un dialogue national. RFI, 28 de noviembre de 2015.
  5. El pla de acción del UDPS comentado por su secretario general Bruno Mavungu en rueda de prensa del 27 de febrero de 2015. RDC: le plan de sortie de crise de l’UDPS. Le Phare, RDC, 27 de febrero de 2015.
  6. Des raisons de s’inquiéter de la médiocrité d’une certaine élite congolaise – Jean Bosco Kongolo. Publicado en DESC – Wondo, el 3 de abril de 2016.

Fuente original: DESC – Wondo, (Defense et Securité du Congo), Les maniouvres anticonstitutionnelles et le dialogue de dupes – Joël Kandolo. Publicado el 20 de abril de 2016.

Traducido para Umoya por Sara Ruiz Fernández (USAL)

Fuente: http://umoya.org/2016/05/10/rdc-las-maniobras-anticonstitucionales-y-el-dialogo-del-engano/