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Las protestas de Gaza demuestran que la resistencia no violenta triunfará

Fuentes: Middle East Eye

Traducido del inglés para Rebelión por J. M.

Israel ha quedado expuesto como un Estado opresivo y despiadado que viola el derecho internacional al usar balas letales y de alta velocidad contra manifestantes pacíficos.  

 Una mujer palestina sostiene la bandera nacional durante una protesta a lo largo de la frontera con Gaza el 18 de mayo de 2018 (AFP)  

La resistencia popular no violenta no es nueva para el pueblo palestino. Se practicó en la famosa huelga de desobediencia civil de seis meses en 1936 y alcanzó un nivel impresionante durante la Primera Intifada, lo que obligó al Gobierno israelí a negociar con los palestinos, aunque los resultados se perdieron debido a los Acuerdos de Oslo.  

La etapa nueva y más desarrollada de la resistencia popular no violenta comenzó en 2002, después de que el ejército israelí invadiera otra vez Cisjordania y comenzara a construir el muro del apartheid.  

Como respuesta, organizamos manifestaciones pacíficas en cada aldea que tocó el muro. Desde Budrus a Jayyous, de Bilin a Qalqilya, iniciamos una chispa de resistencia no violenta que comenzó a atraer la atención de los jóvenes palestinos de todo el mundo.  

Cambiar el equilibrio de poder  

Durante los últimos 16 años, la idea de la resistencia no violenta como la forma más efectiva de lucha se convirtió en parte de una estrategia más amplia de la Iniciativa Nacional Palestina. La estrategia se centra en cambiar el equilibrio de poder con la ocupación israelí a través de la resistencia no violenta, en paralelo con la campaña de boicot, desinversión y sanciones (BDS) y la recuperación de la unidad interna palestina.  

Pasamos de las manifestaciones pacíficas, que siempre se enfrentaron con la violencia severa de las tropas israelíes, al envío de pequeñas embarcaciones para romper el asedio de Gaza. Estas naves desafiaron a la poderosa armada israelí de una manera valiente y lograron llegar a Gaza cuatro veces antes de que el Gobierno israelí decidiera destruir o arrestar a los que estaban a bordo.  

Comenzamos con decenas de personas que se negaron a atravesar las barreras israelíes y decidieron orar en cada espacio alrededor de la mezquita. Pronto hubo cientos, luego miles.  

Luego pasamos a crear aldeas de resistencia palestinas, que simbólicamente se encontraban en tierras amenazadas por los colonos israelíes. En Bab al-Shams, Ahfad Younes, al-Manateer y Ein Hijleh, los valientes y pacíficos manifestantes palestinos se enfrentaron a soldados israelíes fuertemente armados hasta que fueron arrestados o deportados. Estas aldeas simbólicas expusieron las políticas de colonias ilegales como nunca antes.  

El nuevo auge del movimiento de resistencia popular no violenta llegó en julio de 2017 en Jerusalén, cuando el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, impuso nuevas restricciones a la entrada a la mezquita de Al-Aqsa.  

Manifestaciones de Al-Aqsa  

Comenzamos con decenas de personas que se negaron a atravesar las barreras israelíes y decidieron orar en cada espacio alrededor de la mezquita. Pronto hubo cientos, luego miles y más tarde decenas de miles de musulmanes y cristianos palestinos que conjuntamente utilizaron la oración como una forma de resistencia.  

Al darse cuenta de que el área alrededor del complejo de Aqsa en Jerusalén se había convertido en una nueva Plaza Tahrir, Netanyahu revirtió sus acciones y se rindió a la resistencia popular.  

 

Los palestinos protestan mientras los gases lacrimógenos se elevan cerca de la frontera con Israel en el sur de la Franja de Gaza el 15 de mayo de 2018 (AFP)

En los últimos 10 años hemos mantenido un intenso diálogo con todos los partidos palestinas, incluido Hamás, sobre la efectividad de la resistencia no violenta. Hubo momentos en que algunos describieron nuestra lucha como demasiado suave. Pero el impacto de las manifestaciones en Cisjordania, que lograron hacer retroceder el muro en muchos lugares, junto con el éxito de las flotillas de Gaza, el ascenso del movimiento BDS y el triunfo de la resistencia pacífica en Jerusalén, han tenido un gran impacto, influencia en varios grupos, incluidos Hamás y Jihad Islámica.  

La Gran Marcha del Retorno en Gaza, así como las manifestaciones en Cisjordania y Jerusalén contra la decisión de Trump de trasladar la embajada estadounidense y marcar el septuagésimo aniversario de la Nakba, fueron un punto de inflexión en la lucha palestina.  

Exigencia del derecho de retorno  

El mundo se sorprendió al ver a cientos de miles de hombres, mujeres, jóvenes y ancianos marchando pacíficamente en Gaza, exigiendo su derecho al retorno y la eliminación del asedio horrible e inhumano que Israel ha impuesto a Gaza durante más de una década.  

Durante años me he reunido con ministros de relaciones exteriores, primeros ministros y jefes de Estado, así como con muchos periodistas extranjeros y la mayoría hace la misma pregunta, ¿por qué los palestinos no usan el ejemplo de Gandhi y Martin Luther King y marchan por decenas de miles contra la ocupación israelí? 

Bueno, lo hicimos.  

Hoy todos los partidos palestinos aceptan y promueven la resistencia popular no violenta como la mejor y más efectiva forma de lucha. Durante las últimas ocho semanas hemos pagado un alto precio, perdiendo 110 palestinos inocentes que fueron asesinados por el ejército israelí, además de 12.000 heridos. Quienes fueron asesinados y heridos eran civiles, incluidos niños, mujeres, periodistas y personal médico.

¿El final de la ocupación?  

Entre los heridos, al menos 2.000 fueron alcanzados con munición explosiva letal. Muchos perdieron sus piernas o brazos, incluido un ciclista que se preparaba para participar en una competición mundial. No puede seguir haciendo ciclismo porque le amputaron la pierna.  

Israel apreció expuesto como un Estado opresivo y despiadado que viola el derecho internacional al usar balas letales y de alta velocidad contra manifestantes pacíficos, pero aún no ha sido castigado, gracias a la protección injusta que recibe de la Administración del presidente estadounidense Donald Trump.

Sabemos que todavía tenemos un largo camino por recorrer pero tal vez, gracias a nuestra estrategia revivida de resistencia no violenta, estemos viviendo al comienzo del fin de la ocupación y del sistema de apartheid que creó Israel.

 

Mustafa Barghouti es el líder y fundador de la Iniciativa Nacional Palestina y miembro elegido del Consejo Legislativo Palestino desde 2006. Barghouti fue segundo después de Abbas en las elecciones presidenciales palestinas en 2005. También es un activista de la sociedad civil y de la democracia y miembro del consejo central de la OLP.  

Las opiniones expresadas en este artículo pertenecen al autor y no reflejan necesariamente la política editorial de Middle East Eye.  

Fuente: http://www.middleeasteye.net/columns/palestinian-strategy-non-violent-resistance-working-2091562026

Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, a la traductora y Rebelión como fuente de la traducción.