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El gobernador David Paterson firmó el pasado martes una ley que garantiza los derechos de las trabajadoras domésticas

Las trabajadoras domésticas del Estado de Nueva York celebran una victoria histórica

Fuentes: La Tribuna Hispana USA

Nueva York se convirtió en el primer estado en Estados Unidos en proteger a las trabajadoras domésticas en su lugar de empleo, sean o no inmigrantes legales.

El gobernador David Paterson firmó el pasado martes la histórica ley en una ceremonia a la que acudieron trabajadoras que por muchos años lucharon para que el Legislativo estatal reconociera sus derechos.

La ley protegerá a más de 200.000 empleadas del hogar, muchas de ellas latinas, que se estima trabajan en Nueva York y según Paterson, la medida «corrige injusticias» y garantiza que quienes «cuidan de los ancianos, crían a nuestros niños y limpian nuestras casas, los mismos derechos que todos los trabajadores deberían tener».

La Asamblea del estado aprobó el pasado 6 de junio la medida, lo que fue motivo de celebración para las trabajadoras, que hasta ahora estaban desprotegidas en casos de abuso sexual en el lugar de empleo y no recibían compensación por horas extras.

La ley de Derechos de las Trabajadoras Domésticas, una conquista, tras seis años de lucha de la organización Domestic Workers United, garantiza el pago de horas extras después de 40 horas de trabajo semanal o de 44 horas si la empleada vive en el hogar, un día de descanso cada siete días o el pago de ese tiempo si ésta lo prefiere y tres días de vacaciones anuales después de trabajar para la misma familia después de un año.

También le garantiza los beneficios de compensación por discapacidad, al igual que otros trabajadores en el estado y el derecho a iniciar una acción legal si son víctima de hostigamiento o racismo en su lugar de empleo, entre otros beneficios.

Para la puertorriqueña Jackie Amézquita, que trabajó durante dieciséis años como empleada del hogar, la nueva ley significa «salir de las sombras, la esclavitud y opresión de ser explotadas».

«Estamos muy contentas. Ahora que hemos sido reconocidas en este día tan maravilloso, empieza la lucha para educar a otras trabajadoras, pero también a los empleadores y el Departamento del Trabajo», señaló a Efe Amézquita, quien recordó que fue víctima de abuso verbal por parte de su empleador.

«La educación significa cambio a una mejor vida» bajo los derechos que le otorga la ley, agregó Amézquita, dedicada ahora a organizar las trabajadoras latinas para la Domestic Workers United, una organización fundada hace diez años que representa unas 4.000 empleadas del hogar de las cuales unas 500 son hispanas.

No obstante, la activista aclaró que se estima que hay más de 200.000 empleadas domésticas en el estado y que desconocen cuántas son latinas, cifra que esperan aclarar con los estudios que realizan el Departamento del Trabajo de Nueva York y la Domestic Workers United.

Amézquita se mostró esperanzada en que la nueva ley termine con casos «horribles» que ha escuchado de mujeres, como la que trabajó seis meses consecutivos sin un día de descanso, «de otra que no la dejaban salir ni para hacerse una mamografía y de otra que tuvo que enterrar a una amiga que era asmática y trabajaba en un lugar que había gatos».

«Muchas de nosotras nos vamos de nuestros países en búsqueda de una mejor vida, y resulta que no es así, que encontramos hasta la muerte», sostuvo y agregó que «por eso es importante que las trabajadoras estemos unidas, que nos eduquemos para que salgamos del temor a denunciar situaciones que nos pueden costar la vida».

«Es mejor perder el empleo que la vida», afirmó.

Fuente: http://www.tribunahispanausa.com/detallesdelanoticia.php?noticia=10764