La lucha por la reforma sanitaria en EEUU está alcanzando unos niveles de tensión muy acentuados. Y como era de esperar, la derecha estadounidense, que encajaría fácilmente en los moldes de lo que en Europa se define como ultraderecha, está muy movilizada, utilizando todo tipo de argumentos para desacreditar al Presidente Obama, a su […]
La lucha por la reforma sanitaria en EEUU está alcanzando unos niveles de tensión muy acentuados. Y como era de esperar, la derecha estadounidense, que encajaría fácilmente en los moldes de lo que en Europa se define como ultraderecha, está muy movilizada, utilizando todo tipo de argumentos para desacreditar al Presidente Obama, a su gobierno, y al Partido Demócrata. En esta campaña no se conocen límites, e incluye un número considerable de manipulaciones y falsedades que son promovidas por Fox News y portavoces de tal derecha, como Rush Limbaugh (un Losantos multiplicado por veinte) y Berk (uno de los mayores aliados de los aznaristas en España). Una de tales falsedades es que la reforma que el Presidente Obama está proponiendo incluirá -según ellos- unos comités federales que decidirán qué ancianos podrán recibir asistencia sanitaria y cuáles no, dejándoles morir, medida que, afirman, será promovida por el gobierno federal para ahorrar fondos públicos. Llaman a estos supuestos comités death pannels, es decir, «paneles de la muerte».
Ni que decir tiene que esto es una gran falsedad. Pero ello no es obstáculo para que no sólo los medios afines de la ultraderecha y sus portavoces, sino también elementos del Partido Republicano (incluida su dirección), la hayan promovido.
¿Cómo salió esta falsedad? Una de las propuestas del Presidente Obama, en su reforma sanitaria, fue que se facilitara a personas con enfermedades terminales, la asistencia para definir el futuro de su propia vida (incluyendo el tipo de asistencia sanitaria que desearían). La reforma sanitaria pagaría tales servicios. Y así consta en una de las propuestas de ley, aprobada por el Partido Demócrata en la Cámara Baja del Congreso (HR 3200, section 1233). ¿Cómo puede una propuesta de tal naturaleza interpretarse como un panel de muerte en el que se juzgue quién puede y quién no puede vivir?
La respuesta debiera forzar a una reflexión en el entorno del Presidente Obama que, sorprendentemente, se ha rodeado de consejeros muy liberales (liberales según la terminología europea), que están poniéndole en apuros. Y uno de ellos es su jefe de gabinete, el Sr. Rahm Emanuel (que fue el miembro del Congreso de EEUU que recibió más aportaciones de Wall Street, el centro financiero de EEUU) y su hermano Ezekiel Emanuel. Este último escribió un artículo en el que señalaba que el Estado Federal podría ahorrarse dinero si ayudara a los enfermos terminales a morir cuando éstos lo desearan, evitando gastos médicos para mantenerlos vivos[1]. Emmanuel ha enfatizado en sus trabajos que los ancianos consumen demasiados fondos, por lo que el gobierno federal debiera reducir el gasto destinado a este sector de la población. Puesto que Emmanuel, además de ser el hermano del jefe de gabinete del Presidente, es asesor en temas sanitarios del Presidente, la ultraderecha inmediatamente interpretó maliciosamente esta observación, no como una posibilidad ofrecida al paciente, sino como un mandato para que el gobierno forzara la finalización de la atención a los ancianos para ahorrar dinero público. Los escritos de Emmanuel ayudaron a tal manipulación. Sería aconsejable que los Presidentes de gobiernos que se definen como progresistas no se rodearan de asesores liberales que les puedan poner en situaciones embarazosas.
El autor es Catedrático de Políticas Públicas. Universidad Pompeu Fabra, y Profesor de Public Policy. The Johns Hopkins University
Rebelión ha publicado este artículo con permiso del autor, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.