Recomiendo:
0

Entrevista con el historiador Angelo del Boca

Libia: el Consejo insurgente de las ciudades y tribus de la Tripolitania lanza un ultimatum contra Gadafi

Fuentes: Il manifesto

Traducido por John Brown

Desde Jebel-Nefusa ultimatum contra Gadafi

El historiador del colonialismo italiano, Angelo Del Boca, ha obtenido un documento importante: el de la constitución del Consejo provisional de las ciudades «liberadas» y de las tribus históricas del Jebel-Nefusa, la zona de montañas alrededor de Trípoli. Una declaración que se identifica con la «revolución del 17 de febrero» y coloca directamente estos organismos «bajo la dirección» de Mustafa Abd al-jalil, ex ministro de justicia de Gadafi que es ahora uno de los dirigentes de los insurrectos de Bengasi. Apoyan además la intervención de la coalición de los «voluntarios». Un documento explícito que reclama el fin inmediato del régimen de Trípoli.

¿Qué representa este documento?

No es el primero, se filtró primero el de Al Zintan el 29 de febrero. Ahora, frente a las dificultades militares de Gadafi, han decidido reunirse el sábado pasado en Jado, es decir en el centro de las montañas del Jebel-Nefusa, en Tripolitania. Allí se dieron cita los representantes de las ciudades de Nalut, Kabau, Awlad Mahmud, Al-Hawamid, al-Rujaban, Jado, al-Zintan, al-Qalaa y Kikla. Han enviado esta decalración de siete puntos a todos los Estados del mundo, pero en particular a los Estados árabes y africanos, declarando constituido el Consejo del Jebel-Nefusa.

¿Cómo definirías estas realidades?

Son todas las tribus de la montaña. Es importante porque Gadafi les tiene un miedo pánico, sabe que si se mueven, ocurrirá lo que les pasó a los italianos que fueron echados al mar y vencidos por ellos en la batalla de Shara-Shat hace cien años. Es importante porque marca definitivamente su paso bajo la bandera del Consejo de transición de Bengasi y se ponen bajo el mando de Mustafa Abd Al Jalil, el exministro de Justicia de Gadafi que se pasó a la insurgencia, recordando que el régimen de Trípoli ya ha perdido la legitimidad tanto a nivel nacional, como en el mundo árabe o a escala internacional. Además es la primera vez que un documento político de los rebeldes que, de hecho no han hecho llegar ninguna toma de posición relacionada con las ideas políticas, insiste en que quieren un Estado respetuoso de la ley, interesado por la justicia y la legalidad y dotado de instituciones civiles y que defienda los derechos humanos. Son palabras absolutamente nuevas en el lenguaje libio. Tampoco es secundario, ciertamente, el apoyo a la Resolución 1973 de la Onu sobre la «protección de los civiles», ni la condena a Gadafi por haber usado mercenarios en la sangrienta represión del pueblo libio. Resulta significativa, aunque discutible, la felicitación al gobierno de Qatar, a los Emiratos Árabes y al Consejo de Cooperación del Golfo por el apoyo prestado a los insurgentes. Al mismo tiempo, considero importantísimo que se resalte que Libia debe seguir siendo una y una sola, a diferencia de algún sector separatista que existe en Cirenaica. Libia será un solo país y se evitará la guerra civil. Sin embargo, esta ya existe. La conclusión invoca después a Dios, pero la impronta es absolutamente laica y abre un horizonte, pues insiste en la superación de los odios de los que ha sido responsable Gadafi.

¿Cómo influye este documento en la suerte de la crisis libia en la fase actual, en la que los rebeldes, con ayuda de la coalición de los «voluntarios», combaten ahora en la carretera de Sirte y se abre la cumbre de Londres que consagra de hecho el mando de la OTAN?

Hoy está la reunión de Londres en que participa también el intelectual y disidente Anwar Fekini como opositor, probable inspirador de la «declaración del Jebel-Nefusa». Fekini hablará en Londres y dirá que las ciudades de la montaña, en Tripolitania, están también en rebelión contra Gadafi y dispuestas a bajar a Trípoli. Desde este punto de vista, el último punto de la declaración, el que rechaza cualquier tipo de diálogo y acuerdo que ellos no decidan, es un claro ultimátum para que el coronel se vaya lo antes posible. Si no, van a venir «los de la montaña». Es probablemente el acto político más fuerte, en términos de presión, que haya tenido lugar hasta ahora en Libia para exigir la partida de Gadafi. Esto se confirma porque, si miras el mapa de Libia, el Jebel-Nefusa es una franja montañosa enorme y poblada por al menos trescientas mil personas que representan también un bonita marea de gente que puede realmente llegar a la capital libia. Y son la vanguardia anticolonial del país. Son los que, superando a los turcos que tenían que defender Trípoli el 26 de octubre de 1911, desbarataron las filas de los fusileros (bersaglieri) y de las tropas de montaña (alpini) italianos. Los guiaba el abuelo de Fekini que se llamaba Mohammed Fekini y que bajó con todos sus montañese a caballo y destruyeron así prácticamente dos regimientos de nuestros soldados.

http://www.ilmanifesto.it/archivi/fuoripagina/anno/2011/mese/03/articolo/4373/