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Liderazgo y fuerza social constructiva

Fuentes: Rebelión

«La razón por la que el estado de Israel existe hoy y por la que l.500.000 Palestinos se han convertido en refugiados es que durante treinta años la inmigración judía fue impuesta a los árabes palestinos por el poder militar británico hasta que hubo bastante inmigrantes con suficiente armas para defenderse. La tragedia de Palestina […]

«La razón por la que el estado de Israel existe hoy y por la que l.500.000 Palestinos se han convertido en refugiados es que durante treinta años la inmigración judía fue impuesta a los árabes palestinos por el poder militar británico hasta que hubo bastante inmigrantes con suficiente armas para defenderse. La tragedia de Palestina no es sólo cuestión local. Es una tragedia para el mundo porque es una injusticia. Es una amenaza para la paz mundial».

Arnold Toynbee, 1968.-

Todos los colonialistas llamaron terroristas a los grupos que tomaron las armas y lucharon contra el colonialismo, pero estos grupos triunfaron y fundaron naciones democráticas.

A los indios que se defendieron del exterminio en América los llamaban bárbaros porque se defendían de un invasor sediento de sangre que exterminó a 30 millones de indígenas. Durante la segunda Guerra mundial el nazismo llamó terroristas a todos aquellos que luchaban contra ellos, y los nazis les destruían sus casas y asesinaban sus familiares y a algunos más afortunados los enviaban a los campos de concentración. Método fielmente reproducido por el nazismo israelí de nuestros días. La ex Sudáfrica del Apartheid llamaba terroristas a todos los negros que tomaron las armas y lucharon con el sistema segregacionista fascista. Los seguidores de Hamas, al igual que todos los frentes de resistencia palestina contra la ocupación sionista-israelì, luchan contra un invasor y el invasor, como todo usurpador y conquistador violento, los denomina «terroristas».

A través de los tiempos todos los invasores han llamado terroristas o bárbaros a los pueblos que luchaban contra ellos. Eso sigue siendo así, nada cambia mientras el poder económico, militar y mediático es controlado por los invasores-colonialistas.

Los conceptos de comportamiento organizacional, aplicados al Holocausto palestino, revisten características similares al de todas las luchas de Independencia y Liberación Nacional de las Colonizaciones Militares Extranjeras. Así las divisiones y disputas internas en el campo de la resistencia se pueden explicar a la luz de estos factores:

1) Sentimiento de derrota, temor y pesimismo frente al poderío económico-militar del agente agresor y/o victimario (colonizador).

2) Manipulación, torturas y/o sobornos de los colonizadores.

3) Los propios intereses personales de las víctimas son puestos en lugar prioritario, en vez de la meta común del colectivo nacional.

Todo estos elementos, unidos a los rasgos idiosincrásicos de cada victima en particular, constituyen variables facilitadoras de una desesperanza aprendida, en virtud de la cual las victimas acaban por renunciar a sus legítimos derechos, convirtiéndose finalmente en colaboracionistas de los opresores y/o colonizadores, asimilando el modelo opresor del colonizador y aplicándolo a su vez hacia sus propios hermanos; vale decir, cediendo el núcleo esencial de la resistencia y la identidad humana: la Dignidad.

Hamás obtuvo una victoria incontestable al ganar 74 de los 132 escaños parlamentarios en las elecciones legislativas palestinas. Hamas, fuerza social constructiva, se ha manifestado dispuesta a acoger en su gobierno a Al Fatah.

Como manifiesta Maha Nassar, Presidenta de la Uniòn de Mujeres Palestinas, «la implantación de un muro de separación racial ilegal, un marco en el que Jerusalén está siendo cada vez más judaizada, en el que se han arrebatado más tierras palestinas que nunca, en el que se han triplicado las muertes de palestinos como nunca hasta ahora, y en el que se han arrestado arbitrariamente y en masa a miles de palestinos», son algunas de las variables que explican la victoria de Hamás y su acceso al gobierno de la AP.

Musa Abu Marzook, vicepresidente del buró político del Gobierno electo de Hamás ha manifestado:

«Nuestra sociedad ha celebrado siempre el pluralismo, manteniendo vivas la historia única y las tradiciones de la Tierra Santa. Reconociendo las tradiciones judeo-cristianas, los musulmanes aspiran noblemente y tienen los mayores estímulos y motivaciones para preservar la Tierra Santa para las tres religiones abrahámicas en pie de igualdad. Por otra parte, una gestión de gobierno honesta exige que la nación palestina esté representada en un medio pluralista. Una nueva generación de líderes islámicos está lista para llevar a la práctica principios basados en la ley, en un contexto de tolerancia y unidad

Efectivamente, líderes como Ismail Haniye, primer ministro palestino, han expresado reiteradamente: «Somos gente oprimida con derechos»…La verdad es que deberíamos estar todos sorprendidos, de la demanda internacional de que su organización reconozca a Israel, cumpla los acuerdos pactados y renuncie a la resistencia contra la ocupaciòn sionistaisraelì. Tal como Haniye manifiesta:»¿Por qué no se le hacen estas exigencias a Israel? ¿Ha respetado Israel algún acuerdo? Israel no ha respetado ninguno. Si Israel reconoce primero los legítimos derechos de los palestinos, entonces nosotros reaccionaremos en consecuencia.» «¿Qué Israel debemos reconocer?: ¿el que existía en 1917?, ¿el de 1936?, ¿el de la partición de 1948, o la de 1957 o la última de 1967? ¿Qué fronteras? Israel debe reconocer primero al estado palestino y sus fronteras y después sabremos exactamente de lo que estamos hablando.»

«Israel ha renunciado a su compromiso de Oslo». Además añadió: «Oslo estableció que se crearía un estado palestino en 1999. ¿Dónde está ese estado palestino? ¿Daban los Acuerdos de Oslo a Israel el derecho a reocupar Cisjordania?, ¿a construir el muro?, ¿a expandir los asentamientos, y a hacer de Jerusalén una ciudad totalmente judía? ¿Le daban el derecho a interrumpir los trabajos en el puerto y en el aeropuerto de Gaza? ¿Le daban el derecho a cercar Gaza y a retener los impuestos que le corresponden a la Autoridad Nacional Palestina?»

La política de bloqueo financiero del ente sionista y los EEUU, apoyada servilmente por Europa, ha aumentado las discrepancias y tensiones de los sobrevivientes del Holocausto palestino, condenados por EEUU y Europa a sobrevivir por un lado a un eterno exilio, y por otro a una existencia sub-humana, castigados por el hambre y la miseria.

El gobierno democráticamente elegido por el pueblo palestino, el de Hamás, tiene la intención al igual que lo hicieron las administraciones anteriores de continuar buscando la paz, para poder llegar a un acuerdo que sea satisfactorio para toda la población palestina, tanto la que vive en los territorios ocupados como la que quedó en las tierras usurpadas mediante el terror en el año 1948.

El gobierno de Hamás pretende continuar trabajando para lograr un acuerdo de paz con los «ocupantes» (vaya paradoja) basado en concesiones mutuas.

El legitimo gobierno de Hamás opina que cualquier otro camino que implique terrorismo y violencia no va a tener éxito, y al mismo tiempo recuerda que la única solución que los sionistas han intentado ha sido la de ampliar y reforzar la ocupación, la violencia y el terrorismo y la de mantener y agravar un perpetuo estado de sitio y guerra.

Cabe recordar que gracias a la fuerza social constructiva palestina representada por el actual gobierno de Hamás, la fuerza ocupante ha debido ceder y aceptar sentarse a una mesa de negociaciones, sin que Hamás haya cedido al chantaje de la violencia o el terrorismo israelí. De esta forma:

No podemos negociar con alguien que no nos reconoce. O sea, con los ocupantes que no reconocen nuestro derecho a existir. Ya lo decía la ucraniana Golda Meir: «¿Qué es el Pueblo Palestino? Ellos no existen, no existe tal cosa denominada pueblo palestino».

El ente ocupante no acata ninguna resolución de las Naciones Unidas, esta Violencia y Terrorismo es inaceptable para quienes nos denominamos «civilizados». La solución pasa porque los ocupantes, amtes que nada, reconozcan la existencia del pueblo palestino, su derecho a existir, el holocausto del que hemos sido víctimas y finalmente cesen en sus prácticas concretas encaminadas a arrojarnos al mar, lo que en lenguaje sionistaisraelí se llama «transfer».

La realidad es que la comunidad religiosa judía no tiene por qué desaparecer de la región. Muy por el contrario, debe mantenerse como en el pasado, es decir, re-aprender a convivir en paz y armonía junto a sus hermanos cristianos y musulmanes. Para ello, debe erradicarse la ideología nazisionista, esa ideología que busca segregar al judío del no judío. ¿Por qué? ¿Por qué debemos vivir cristianos, musulmanes, agnósticos y ateos separados de judíos? ¿Por qué?

Pero las posiciones del ocupante son absolutistas, no quieren ver un Estado palestino independiente en la región, democrático y pluralista, en el que convivan las tres religiones abrahàmicas en paz. Los sionistas no están dispuestos a hacer ninguna concesión alegando por un lado razones ideológicas extremistas y radicales, y por otro lado religiosas fundamentalistas.

Los militares y colonos israelíes, deben cesar sus ataques contra la población palestina indefensa, infiltrándose en sus pueblos vestidos como palestinos y asesinando a civiles, utilizando bombas y explosivos, amparándose en escudos humanos, humillando a mujeres y ancianos en los puestos de control israelíes, infligiendo tratos inhumanos a los presos palestinos, entre ellos mujeres y menores de edad, etc. La lista es tan larga como desgraciadamente conocida y no hace sino poner de relieve la siniestra y temible afinidad entre los fundamentos teóricos y prácticos del sionismo y su ideología gemela e igualmente antisemita, es decir el nazismo.

El camino de la ocupación y la violencia genera odio y resentimiento y nos aleja de una cultura de paz. La permanencia de la ideología sionista y nazi continúa constituyendo un problema para la paz mundial. Ya lo había vaticinado Toynbee.