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¡Salve! ¡Venció el criminal de guerra!

Lo que Kerry hizo verdaderamente en Vietnam

Fuentes: CounterPunch

Traducido para Rebelión por Germán Leyens

En 1966 durante su último año en Yale, John Kerry se enroló en la US Navy, y se programó su reclutamiento efectivo para el verano del mismo año, después de su graduación. Ya se destacaba entre sus coetáneos por su ambición política, logró maniobrarse para obtener el puesto superior de la unión política de Yale y también consiguió la admisión a Skull and Bones. [La orden secreta Skull and Bones existe sólo en Yale. Quince jóvenes son seleccionados cada año para ser iniciados en el grupo. Algunos dicen que cada miembro recibe 15.000 dólares y un reloj. El grupo apunta a convertir a sus miembros en triunfadores al terminar la universidad, N.d.T.]

Bush, mientras tanto (recuerda un contemporáneo), que estaba dos años detrás de Kerry, buscaba oportunidades comerciales en Yale vendiendo saquitos de una onza de cocaína. Kerry vigilaba cuidadosamente la temperatura política y notó una contradicción entre su compromiso personal para ir a la guerra y el creciente sentimiento contra la guerra en las masas, que esperaba votarían por él en un futuro no demasiado distante.

Fue una temporada de importantes decisiones y Kerry consideró sus opciones mientras gozaba de las delicias de un retiro de Skull and Bones en una isla en el río St Lawrence. Decidió tirar a la basura su discurso sobre el tema de «la vida después de la graduación» y optó por una ardiente denuncia de la guerra y de LBJ [el presidente Johnson]. Su discurso fue bien recibido por los estudiantes y algunos profesores. La mayoría de los padres se horrorizaron, pero no los padres de Kerry.

A diferencia de Bill Clinton y George Bush, Kerry se presentó debidamente al servicio militar. Después de un año de entrenamiento fue asignado al USS Gridley, enviado al Pacífico, probablemente con misiles nucleares. Acuciado por el aburrimiento, Kerry recibió la noticia de que uno de sus mejores amigos, Dickie Pershing, nieto de «Black Jack» Pershing había muerto en Vietnam. Kerry se enfureció y ansió venganza, como lo señaló años más tarde a su biógrafo Douglas Brinkley. (la recientemente publicada y muy admirativa biografía de Brinkley «A Tour of Duty: John Kerry and the Vietnam War», ofrece numerosas estampas reveladoras al lector aplicado. Se basa casi por completo en los diarios y cartas de la época de Kerry.)

Kerry logró que lo redestinaran a una lancha patrullera Swift. En Vietnam la ofensiva del Tet había provocado una terrible serie de misiones de búsqueda y destrucción de EE.UU., además del programa de asesinatos conocido como Phoenix. Como parte de la acción que le correspondió a la Navy de EE.UU., el almirante Elmo Zumwalt y su compañero, el capitán Roy «Latch» Hoffman habían preparado la «Operación Señores del Mar», en la que las lanchas Swift patrullarían los canales y los afluentes del Mekong, con particular énfasis en las áreas cercanas a la frontera de Camboya. El plan básico, explícitamente reconocido por numerosos veteranos de las lanchas Swift, era aterrorizar a los campesinos para que se volvieran contra el Frente Nacional de Liberación, alias Viet Cong. Toda el área, con la excepción de algunas así llamadas «aldeas amigas», era una zona de libre fuego, lo que quería decir que los estadounidenses podían disparar a discreción y contar a todos los muertos como Viet Cong.

Después de su llegada Vietnam el 17 de noviembre de 1968, Kerry realizó patrullas alrededor de la bahía de Cam Ranh y se esforzó con éxito para que lo destinaran a las patrullas asesinas de vanguardia. No era un Al Gore, que fumaba pacíficamente su hierba y jugaba baloncesto en su base del ejército en Vietnam y escribía a casa virulentas críticas morales contra la guerra. «Yo estaba más opuesto a la guerra que nunca», dijo Kerry a Brinkley en 2003, «pero más forzado por el patriotismo a participar en ella. Creo que hasta que estás en ella, sigues deseando probarla».

Día tras día, noche tras noche, las lanchas Swift surcaban las aguas, acosando y a menudo matando a los aldeanos, pescadores y campesinos. En su programa, orientado a intimidar a los campesinos para someterlos, Kerry se destacó por su celo. Uno de sus compañeros tenientes, James R. Wasser, lo describió con admiración con estas palabras: «Kerry era un oficial extremadamente agresivo, como yo. Me gustaba el que llevaba la lucha hacia el enemigo, que era duro y tenía agallas – que no temía derramar sangre por su país».

El 2 de diciembre, Kerry fue en su primer patrullaje por uno de los canales. Cerca de medianoche la tripulación vio un sampán. Las reglas de combate no exigían que se diera el alto, ni que se hiciera un esfuerzo por ver quiénes iban a bordo del sampán. Kerry disparó una luz de bengala, la señal para que su tripulación comenzara a disparar con las dos ametralladoras de la embarcación y con los rifles M16. Kerry describió que los pescadores «escapaban como gacelas».

Kerry recibió una ínfima herida en su brazo, causado probablemente por restos de las salvas de su propia lancha. El rasguño le valió su primer «Corazón Púrpura», una medalla otorgada a los heridos en combate. En realidad no existe evidencia alguna de que alguien haya devuelto el fuego, o que Kerry haya estado en combate, lo que se hace obvio al leer una nota en su diario, sobre una excursión posterior, escrita el 11 de diciembre de 1968, nueve días después del incidente por el que Kerry obtuvo su medalla. «Un aire atrevido de invencibilidad nos acompañó por el canal de navegación Long Tau, porque todavía no nos habían disparado y los estadounidenses en guerra a los que no se les ha disparado tienen derecho a ser atrevidos».

Le dieron dos Corazones Púrpura más, los dos por heridas relativamente menores. Por cierto, Kerry nunca perdió un solo día de servicio por ninguna de las heridas que merecieron las medallas.

En su ansia por más acción, Kerry logró que lo enviaran a An Thoi, en el extremo sur de Vietnam, uno de los centros de las mortíferas redadas Phoenix y sede de un infame campo de interrogación que tuvo hasta 30.000 prisioneros.

La primera misión de Kerry, como parte del programa Phoenix, fue transportar a una Unidad de Reconocimiento Provincial [PRU] de soldados sudvietnamitas, que habrán sido dirigidos o por un boina verde o por un oficial de la CIA. Después de desembarcar la unidad, Kerry ocultó su patrullero Swift en un manglar oculto. Dos horas más tarde, una luz de bengala roja les informó que la PRU necesitaba una «extracción» de emergencia. El patrullero de Kerry recogió al equipo de la PRU, más dos prisioneros. El líder del equipo informó a Kerry que mientras secuestraban a los dos aldeanos (uno de ellos una joven mujer) en su choza, habían visto a cuatro personas en un sampán y los habían matado rápidamente. Los dos prisioneros fueron «secuestrados» como parte de un programa regular de semejantes capturas en las que las víctimas eran llevadas a An Thoi para ser interrogadas y torturadas.

La descripción utilizada por Kerry ante Brinkley para semejantes salidas – y hubo numerosas bajo su responsabilidad – es «atrocidades accidentales».

Durante misiones diurnas los patrulleros Swift eran acompañados por helicópteros de ataque Cobra que ametrallaban las orillas del río y los esqueléticos bosques arrasados por el napalm y el Agente Naranja. «Los ‘helos’ afectaban a los VC [sic, quiere decir a todo el que estaba en tierra] más que cualquier otra cosa que pudiésemos ofrecer», dice Kerry a Brinkley, «y cualquier posibilidad de que nos acompañaran era más que bienvenida».

Un ejemplo de los Cobra en acción. Es de día, así que la población no está bajo toque de queda. El barco de Kerry va subiendo por un canal, con un Cobra por encima. Encuentran un sampán con varias personas. El helicóptero vuela directamente sobre el sampán, luego descarga sus ametralladoras en su contra, matando a todos y hundiendo el sampán. Kerry, en su diario de guerra, no lamenta las muertes, sino que deplora lo insensato de que la tripulación del Cobra haya usado toda su munición, ya que el piloto «pidió permiso para ir para reabastecerse, una operación que nos dejó sin protección durante más de 45 minutos en un área donde la cobertura era esencial».

Nochebuena, 1968. Kerry dirige una patrulla por un canal a lo largo de la frontera de Camboya. El cese al fuego de Navidad acaba de entrar en efecto. De manera que la pregunta de qué es lo que estaba haciendo el barco ya es suficientemente importante. Vieron a dos sampanes y los persiguieron hasta una pequeña aldea de pescadores. El patrullero fue objeto de algunos tiros de francotiradores, (o por lo menos Kerry dice que así fue). Kerry ordena que su ametrallador, James Wasser, envíe una salva. Por lo menos hay una nota de arrepentimiento, pero no de Kerry. Wasser describe a Brinkley cómo vio que había a un anciano que halaba de un búfalo de agua. «Me persigue la cara de ese anciano. Sólo estaba haciendo su labor de todos los días, no molestaba a nadie. Los disparos de la ametralladora M60 le dieron en el pecho. Podrá haber sido porque era Nochebuena, pero después me quedé verdaderamente triste… ver como liquidamos al anciano no te abandona». Resultó que el barco de Kerry había disparado contra una de las pocas aldeas «amigas», con una guarnición de soldados del ejército sudvietnamita, hiriendo a dos de ellos.

Comparen las tristes reflexiones de Wasser con el autosuficiente relato de Kerry en su diario sobre esas ráfagas, que a menudo iban dirigidas al territorio camboyano. «A veces habíamos disparado hacia la frontera cuando nos provocaba un francotirador o una emboscada, pero siempre esto causaba una reprimenda del gobierno camboyano y acusaciones de matanzas de civiles y de muertes a discreción por los ‘agresores’ estadounidenses. No me cabe duda de que a veces algunos inocentes eran alcanzados por balas disparadas en autodefensa contra el enemigo, pero de todos los casos en Vietnam que podían ser calificados de masacres, éste fue ciertamente el más espurio».

Es muy asombroso que nunca encontramos, en ninguno de los diarios o cartas de Kerry, la menor expresión de remordimiento o contrición – y Brinkley seguramente las habría citado si Kerry hubiese jamás escrito tales palabras. Tampoco Kerry fue más allá de alguna verborrea generalizada – en su ulterior carrera de sedicente estrella del movimiento contra la guerra – sobre accidentes de la guerra, incluso cuando muchos veteranos abrían sus corazones sobre los horrores que habían perpetrado.

Y no es que no podría haber rememorado para sus audiencias de aquel entonces algunos episodios horribles. Por ejemplo, unas semanas después del incidente en la frontera de Camboya, el barco de Kerry iba por el río Cua Lon hacia la bahía Square, cuando un miembro de la tripulación gritó «sampán por el lado toldilla»- Kerry ordenó que las ametralladoras tiraran contra el bote de pesca. El sampán se detuvo y Kerry y su tripulación lo abordaron. Encontraron a una mujer con un bebé en brazos y cerca de ella el cuerpo de su niño acribillado por balas de ametralladoras, acostado cara abajo entre sacos de arroz. Kerry le contó a Brinkley que se negó a mirar al niño muerto, diciendo: «su cara se quedaría conmigo por el resto de mi vida y era mejor no saber si era una sonrisa o una mueca o si era una niña o un niño». La actitud preferida de Kerry era la usual: «Nuestras órdenes», le dice a Brinkley unas pocas páginas más adelante, «eran destruir todos las chozas y sampanes que pudiésemos encontrar».

Como parte de la Operación Señores del Mar, Kerry llevaba a miembros de la tribu Nung en misiones de asesinato. Los Nung eran pagados por cada asesinato y Kerry los compara favorablemente con los guardias PF sudvietnamitas, que llama desdeñosamente «pastelitos de crema». En una ocasión, cuenta Kerry a Brinkley, llevó nungs a una aldea donde capturaron a un anciano y lo obligaron a servir de detector de minas humano, caminando delante de ellos por el sendero. No había minas y los nungs no encontraron enemigos. Pero para el anciano fue un viaje sin retorno. Los nungs le cortaron la garganta, lo destriparon y dejaron una nota de advertencia sobre su cuerpo.

Cuando a Kerry le dieron su Estrella de Plata, le fue impuesta por el almirante Elmo Zumwalt y en la ceremonia tuvo la ocasión de encontrar al comandante Adrian Lonsdale, comandante operativo de Señores del Mar. Kerry aprovechó la oportunidad para criticar la conducción de la guerra: «no es que los hombres tengan miedo o se acobarden cuando tienen que ir a los ríos», dice que le dijo a Lonsdale. «No es que no estén dispuestos a arriesgar sus vidas, o que no estén de acuerdo con el principio de lo que se está haciendo aquí. Es sólo que quieren tener una buena oportunidad de hacer algo que produzca resultados y lo que están haciendo ahora no les produce nada. Si tuviésemos algún apoyo, algo que nos garantice que ganamos algo, pero para ser un país con todo el poder que tenemos, estamos haciendo que los hombres combatan de una manera que desafía la razón… Lo que necesitamos, señor, son algunos soldados para que peinen las áreas y las aseguren después que nos vamos; de otra manera sólo nos van a mandar al diablo después que nos vamos y no se habrá ganado nada».

Sí, es el mismo Kerry que actualmente pide que se envíen 40.000 soldados de EE.UU. más a Irak.

Cómo ganó sus Estrellas de Plata y Bronce.

El incidente por el que el teniente de la Navy de EE.UU., John Kerry, obtuvo su Estrella de Plata, elevándolo así al útil estatus de «héroe de guerra», ocurrió el 28 de febrero de 1969. Su patrullero Swift transportaba «expertos en explosivos» de EE.UU. y a algunos soldados sudvietnamitas por el río Dong Cung. Después de desembarcarlos, el barco de Kerry fue objeto de tiros de armas de bajo calibre. Kerry giró el barco hacia la fuente de los disparos, hizo encallar el barco y disparó contra el bosque con las ametralladoras del patrullero de calibre .50 y .60.

Al encallar el barco Kerry desobedecía órdenes comunes que le prohibían hacerlo porque convertía a la embarcación y a su tripulación en un blanco seguro. ¿El motivo de Kerry? Como explicara al biógrafo de Kerry, Douglas Brinkley, el miembro de la tripulación Michael «Duke» Medeiros, se trataba de verificar los muertos. «Nunca sabíamos si habíamos matado o no a algunos VC. Cuando nos dispararon él, [Kerry] quiso encallar el barco y llegar hasta el enemigo».

Efectivamente, las ametralladoras del patrullero habían matado a un vietnamita, descrito como «un guerrillero VC», y obtuvieron la evidencia [indescrita] de su cuerpo.

El barco continuó corriente abajo y volvieron a dispararle, con una granada propulsada por cohete. En este caso las descripciones del evento varían fuertemente; según los intereses de los diferentes narradores. La citación para la Estrella de Plata de Kerry describe el evento como sigue: «Con extremo desprecio por su propia seguridad y los cohetes del enemigo, volvió a ordenar una carga contra el enemigo, encalló su barco a sólo diez pies de la posición de los cohetes del VC, y dirigió personalmente un equipo de reconocimiento en tierra firme para perseguir al enemigo. Después de rastrear el área, una búsqueda inmediata descubrió un área de descanso y abastecimiento del enemigo, que fue destruida. La extraordinaria osadía y coraje personal del teniente (grado junior) KERRY al atacar a la fuerza numéricamente superior ante intenso fuego fueron responsables por esta misión altamente exitosa».

Esta citación, expedida por el almirante Elmo Zumwalt, se basó en el informe del incidente escrito por John Kerry. Lo que faltaba en la versión de Zumwalt era una dramática confrontación descrita por Kerry 27 años más tarde, en 1996, bajo la presión de una dura lucha por la reelección contra el republicano William Weld, cuando Kerry

trataba de conseguir un tercer período en el Senado. Kerry comunicó a Jonathan Carroll, que escribía para New Yorker, la siguiente historia: había enfrentado a un Viet Cong que estaba de pie a unos pocos pies con un lanzador de cohetes B-40. «Iba a ser él o nosotros», le dijo Kerry a Carroll. «Así de simple. No sé por qué no fuimos nosotros – quiero decir, hasta hoy. Tenía un cohete apuntado directamente a nuestro barco. Salió de ese agujero y ninguno de nosotros lo vio hasta que estaba parado delante de nosotros, apuntándonos directamente con un cohete y, por la razón que sea, no tiró del gatillo – se dio vuelta y escapó. Me horrorizó ver a nuestro barco directamente frente a él. Si hubiese tirado del gatillo, estaríamos todos muertos. No hablaré de todo el asunto. No lo hago y no puedo. Las cosas que verdaderamente me afectan nunca se las he contado a nadie. Nadie comprendería».

No habrá querido hablar pero ciertamente le gustaba proyectar. La primera vez que Kerry llevó a su casa a la estrella de Hollywood Dana Delany en los años ochenta, ella dice que su gran actuación fue mostrarle sus secuencias en vídeo, filmadas en la Navy cuando estaba en Vietnam. Nunca volvió a salir con él. (Cuando se preparaba para hacer su gran presentación en la convención demócrata en Boston, circularon historias de que Kerry había reconstruido sus escaramuzas, filmándolas con una cámara de 8 mm para ulterior utilización política.)

Dos de los miembros del equipo de Kerry, Medeiros y el ametrallador Tommy Belodeau, no vieron ningún misterio en el hecho de que el soldado VC no haya disparado su lanzador de granadas B-40. El vietnamita estaba efectivamente desarmado. No había vuelto a cargar el lanzador de granadas después del primer tiro contra el barco de Kerry que bajaba por el río.

Más tarde durante ese año de 1996, Belodeau describió toda la dimensión del incidente a David Warsh del Globe. Belodeau dijo a Warsh que él abrió fuego con su ametralladora M-60 contra el vietnamita a unos 10 pies después de encallar el barco. Las balas de la ametralladora le dieron al vietnamita en la pierna y el hombre herido se arrastró hasta una choza cercana. En ese momento, dijo Belodeau, Kerry había tomado un rifle M-16, saltado del barco, ido donde el hombre que Belodeau dice que estaba casi muerto, y lo había liquidado.

Cuando el Globe publicó la versión de Warsh de los recuerdos de Belodeau, acusando esencialmente a Kerry de un crimen de guerra, la campaña de Kerry llevó rápidamente a Medeiros ante la prensa y describió cómo el vietnamita, derribado por el fuego de ametralladora de Belodeau, agarró el lanzador de granadas y corrió por un sendero a través del bosque y desapareció tras una curva. Cuando Kerry partió para perseguirlo, Medeiros lo siguió. Después de la curva encontraron al vietnamita que nuevamente les estaba apuntando con el RPG, a diez pies de distancia. No disparó y Kerry lo mató con su rifle.

A principios de febrero de 2004 circuló por los sitios en la red de veteranos un correo electrónico escrito por Mike Morrison que, como Kerry, ganó una estrella de bronce en Vietnam. Morrison, que más adelante escribió discursos para Lee Iacocca, se mostró muy receloso respecto a las pretensiones de gloria marcial de Kerry. En una carta a su hermano escribió lo siguiente:

«Hace tiempo que pienso que el historial bélico de John Kerry es falso. Hablamos de eso cuando estuviste aquí. Es sobre todo instinto porque, como sabes, nadie que pretende haber estado en acción, la utilizaría tan desvergonzadamente para su ventaja política.

«Yo estuve en el Delta poco después de su partida. Conozco bien el área. Conozco también las operaciones en las que estuvo involucrado. Conozco las tácticas y la doctrina que utilizó. Conozco el equipo. Aunque yo estuve con CTF-116 (PBR), pasé bastante tiempo con CTF-115 (barcos Swift), el comando de Kerry.

«Tengo los siguientes problemas y sospechas:

«(1) Kerry estuve en el interior del país menos de cuatro meses y obtuvo una Estrella de Bronce, una Estrella de Plata y tres corazones púrpura. Nunca he oído de alguien en ninguno de los grupos con los que trabajé (incluyendo SEAL uno, los Lobos de Mar, Riverines y la Fuerza de Patrulla de Río) que obtuviera tantas medallas tan rápido, y por acciones tan pedestres. Los Swift hicieron un trabajo digno de elogio. Pero esa tarea no era la peor que te podía tocar. Operaron sólo a lo largo de la costa y en los principales ríos (Bassac y Mekong). El trabajo duro en las áreas candentes fue hecho sobre todo por los PBR, más pequeños y más rápidos. Sospechoso.

«(2) Tres Corazones Púrpura, pero no cojea. Todas las heridas son tan ínfimas que no perdió tiempo en servicio. Una suerte sorprendente. ¿O se presentaba para recibir medallas cada vez que se daba con la cabeza contra la escotilla de la caseta de comando? El combate en los barcos era casi siempre de cerca. No había heridas leves. Por lo menos no tan a menudo. No tres veces seguidas. Y luego utilizó los tres corazones púrpura para pedir un viaje a casa ocho meses antes del final de su servicio. Sospechoso.

«(3) Los detalles del evento por el que recibió la Estrella de Plata no tienen sentido alguno. Supuestamente, una B-40 (granada propulsada por cohete) fue disparada contra el barco y no dio en el blanco. Charlie salta con el lanzagranadas en la mano, el ametrallador le da con las dos .50 [ametralladoras de calibre], Kerry encalla el barco, salta a tierra, mata a Charlie y recupera el lanzagranadas. Si es verdad, lo hizo todo mal. (a) el procedimiento estándar cuando recibes fuego de cohetes era poner tu popa hacia la acción e irte lo más rápido posible. Una B-40 tiene la integridad balística de un Frisbee después de 25 metros, así que te vas a 50 metros de la playa y comienzas a pasear tus ametralladoras de .50 por ella. (¿Has visto alguna vez a alguien que sea derribado por un disparo de calibre .50 y que vuelve a levantarse? El tipo estaría muerto o agonizante. El lanzador de cohetes estaba vacío. No había motivo para perseguirlo (salvo si sabías que no representaba un peligro – que sólo estaba desplomado por tierra en sus últimos instantes en este mundo, y querías incluir algunas hazañas en tu informe). Y no matamos a heridos. Teníamos reglas en contra de eso, también.

«Kerry bajó del barco. Fue una violación importante del procedimiento. Ningún miembro de la tripulación de un barco se bajaba en un área de conflicto. ¡JAMÁS! La razón era simple. Si había alguien en la playa tu barco se quedaba indefenso. No podía partir y no podía devolver el fuego. Fue estúpido y puso en peligro a su tripulación. Debería haber sido relevado del mando y reprendido. Nunca oí hablar de que algún miembro de la tripulación de un barco lo haya abandonado durante o después de un tiroteo.»

«Algo es muy sospechoso.»

El relato que nos parece que tiene sentido es el de Belodeau. Había tres ametralladoras de alta potencia en el bote y un vietnamita cerca en tierra y Belodeau dice que su ametralladora lo derribó. Incluso si el combatiente vietnamita se hubiera levantado milagrosamente y comenzado a escapar corriendo por ese sendero, ¿es probable que los dos lo hubiesen perseguido por esa senda a pie? ¿No sería más probable que el barco hubiese utilizado de nuevo sus ametralladoras, disparando a mansalva como según cuenta el propio Kerry lo hacía, día tras día y noche tras noche?

La Estrella de Bronce de Kerry del 13 de marzo de 1969, fue dos semanas después del episodio que produjo la Estrella de Plata, cuando Kerry tuvo su última parte en la acción. Le consiguió su estrella de bronce y su tercer corazón púrpura, lo que significa que pudo presentar un pedido para que lo sacaran de Vietnam.

Kerry ganó la estrella de bronce por sacar a otro teniente del agua después de que el patrullero Swift de este último diera contra una mina. La detonación de esa misma mina causó suficiente estela como para lanzar a Kerry contra un mamparo, magullando su brazo. Esto fue clasificado como herida, lo que produjo el tercer corazón púrpura. Entonces, bajo el fuego de rifles. Kerry maniobró su barco hacia el teniente Rassman y lo subió a la cubierta.

Ambas embarcaciones habían estado en una misión más transportando a Boinas Verdes, SEALs de la Navy y a asesinos Nung a una aldea. Una vez más habían atacado por error una aldea amiga, donde abrieron fuego contra tropas sudvietnamitas que estaban interrogando a un grupo de mujeres y niños alineados contra un muro.

Cuando los Boinas Verdes y los SEALs abrieron fuego, los soldados sudvietnamitas saltaron por sobre el muro y por lo menos diez de las mujeres y niños murieron. Mientras tanto, contraviniendo las órdenes, Kerry había una vez más abandonado su barco y se había sumado a los Nung y estaba, en sus propias palabras, «disparando y haciendo volar cosas». Uno de los Nung lanzó una granada dentro de una choza que resultó estar repleta de sacos de arroz. Kerry recibió el impacto de granos de arroz y unos pedazos de desechos de metal en su trasero, la herida más grave que haya sufrido en Vietnam.

Con tres corazones púrpura, las estrellas de plata y de bronce, Kerry pidió ahora que lo reasignaran como asesor personal de un alto oficial en Boston, Nueva York o Washington DC. Terminó por ir a Nueva York, trabajando para el almirante Walter F. Schlech. En enero de 1970 solicitó que lo dieran de baja antes de tiempo para presentarse como candidato. Como dice, había decidido no unirse al movimiento contra la guerra, sino trabajar dentro del sistema y tratar de conseguir un escaño en el Congreso por el Tercer Distrito en Massachusetts.

Zumwalt: «El historial de Kerry lo perseguirá»

W. Scott Thompson, ex subsecretario de defensa y profesor de la Escuela Fletcher de Diplomacia, recuerda una conversación con el difunto almirante Elmo R. Zumwalt Jr., que evidentemente tenía una visión ligeramente diferente del recuerdo de Kerry de sus discusiones: «El legendario y distinguido jefe de operaciones navales, almirante Elmo Zumwalt, me dijo – hace 30 años cuando todavía era CNO [oficial naval superior en Vietnam] que durante su propio comando de las fuerzas navales de EE.UU. en Vietnam, justo antes de su nombramiento como CNO, el joven Kerry le había creado grandes problemas, a él y al resto de los oficiales superiores, al matar a numerosos civiles no-combatientes y al atacar otros objetivos no-militares. «Prácticamente tuvimos que ponerle una camisa de fuerza para mantenerlo bajo control», dijo el almirante. «Bud» Zumwalt tenía razón cuando evaluó a Kerry como alguien con grandes ambiciones – pero prometió que su carrera en Vietnam lo perseguiría si jamás llegaba a la escena nacional.



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El nuevo libro de Alexander Cockburn y Jeffrey St. Clair sobre las elecciones de 2004 «Dime’s Worth of Difference: Beyond the Lesser of Two Evils», será publicado en agosto.