Los programas dedicados a burlarse del poder en Estados Unidos se han convertido en una de las mejores defensas contra los abusos y los engaños de las cúpulas políticas y económicas; este elenco se destaca por su manejo de la sátira combinado con periodismo de investigación. Uno de sus grandes exponentes es Jon Stewart (en la imagen), presentador del noticiero ficticio The Daily Show.
Tal vez la risa es izquierdista, ingrediente clave de la resistencia y la rebeldía. En El nombre de la rosa, de Umberto Eco, un monje buscaba mantener un secreto muy peligroso: que la risa es subversiva, fomenta la duda y puede ser una arma contra los mentirosos y lo absurdo. También vale recordar que cuando a Dario Fo le fue otorgado el Premio Nobel en 1997, la academia sueca destacó que era como los bufones de la Edad Media, quienes usaban su talento para burlarse de las autoridades mientras apoyaban la dignidad de los oprimidos. Fo comentó en entrevista con The Guardian que «el fondo de todo lo que escribo es la tragedia. La risa es sencillamente un medio para hacer que el público confronte el problema». Son artistas esenciales en tiempos como éstos.
Los bufones estadunidenses que se dedican a burlarse del poder sin estar necesariamente fuera de la corte (algunos son muy exitosos y, a diferencia de un Fo, no son radicales sino más bien liberales inteligentes) se han vuelto una de las mejores defensas contra los abusos del poder y los engaños de las cúpulas políticas y económicas en los últimos años; y también en los periodistas más confiados por los jóvenes y por adultos conscientes.
No es algo nuevo en sí –vienen de una larga historia de comedia social y política de este país–, pero este elenco actual se destaca por una manera particular de abordar las coyunturas que sigue siendo a través de la sátira, pero también con periodismo.
De hecho, tal vez el más famoso es Jon Stewart, quien ocupó un lugar extraordinario en el debate político nacional de Estados Unidos como presentador en el noticiero ficticio The Daily Show en un canal de cable dedicado a la comedia, y que llegó a ser declarado el nombre más confiado en las noticias (él ha repetido que es un periodista ficticio y obtener ese reconocimiento es una crítica en sí de estos tiempos). Más aún, fue la fuente principal de noticias para los jóvenes a principios de este siglo –o sea, más confiado que los periodistas en los noticieros reales. Stewart, quien dejó el noticiero diario en 2015 para dejarlo en manos de su sucesor, el sudafricano Trevor Noah, hasta recientemente, regresó al Show una vez a la semana durante este año electoral. Otros comediantes lo encabezan los otros días de la semana (https://www.youtube.com/watch?v=YEjA4wOUl54;https://www.youtube.com/watch?v=KtHn59wqdBc).
Uno de sus corresponsales fue el inglés John Oliver, quien ahora encabeza un programa semanal en HBO, que está entre los mejores ejemplos de periodismo de investigación en la televisión nacional hoy día. Su programa Last Week Tonight ha ganado 30 premios Emmy –el Oscar de televisión– desde 2014 y sus investigaciones periodísticas han llevado a cambios reales, el llamado efecto John Oliver. No es sólo reportar con ira y humor en contra la distorsión, la injusticia y la mentira que se trasmite. Pero enfatizó en entrevista con el New York Times que “lo más importante para mí es hacer esto en el servicio de escribir bromas realmente chistosas y raras… no es necesariamente para hacer al mundo un mejor lugar… no estoy seguro de que la comedia pueda hacer eso”. Agregó que el uso de la comedia en momentos de tragedia puede ser muy significativo. ¿Cómo no podrías contar chistes sobre una situación que es absolutamente absurda?” (https://www.youtube.com/user/LastWeekTonight).
Eso lo comparte con otros colegas contemporáneos, sobre todo su viejo jefe Stewart, como otro ex corresponsal del Daily Show, quien ahora es conductor del programa nocturno nacional de charla y entrevistas The Late Show. Otro maestro cómico de sátira y destacado entrevistador, Colbert ha sido un feroz crítico del fascista Trump y de la derecha durante años.
Estas son voces necesarias no sólo para entender el momento en Estados Unidos, sino para reírse en solidaridad con otros al enfrentar un momento tan oscuro como éste, donde un país está contemplando un proyecto político que designara como enemigos del pueblo a, entre otros, los bufones.
Manu Chao. Tantas tierras. https://open.spotify.com/track/0OrHVtEKQKRyAvJrqVLEKt?si=ca7b60ee28d34f01
Fuente: https://www.jornada.com.mx/2024/10/21/opinion/027o1mun