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Los juegos de los niños en la Franja de Gaza

Fuentes: Live from Palestine/Electronic Intifada

Traducido para Rebelión y Tlaxcala por Nadia Hasan y revisado por Caty R.

La mayor parte de la Franja de Gaza vive actualmente un período tremendamente difícil; los aviones de guerra y tanques israelíes no paran, ni de día ni de noche, de lanzar artillería pesada contra cualquier blanco posible.

Hogares, instituciones e infraestructura no se escapan de los bombardeos israelíes; han golpeado duramente las plantas eléctricas y de agua, las carreteras principales están muy dañadas, han bombardeado edificios y hogares.

La continua agresión israelí ha asesinado y herido tanto a civiles como a miembros de la resistencia y la vida de los residentes de la Franja de Gaza ha vuelto al estado en que se encontraba en 1967, cuando las fuerzas de ocupación israelí invadieron la Franja, la Ribera Occidental y Jerusalén Este.

En uno de los muchos campos de refugiados de la Franja, un campamento llamado Maghazi, en la parte central de la Franja de Gaza, dos niños palestinos están tumbados sobre sacos de arena, colocados a la entrada de su callejón. «¿Por qué estáis tumbados ahí?, pregunté a los niños, Ibrahim, de nueve años y Ahmad de catorce.

«Estamos tumbados aquí con nuestros ‘rifles’ para defender nuestro campamento del ejército israelí; si entran en el campamento los mataremos».

En la calle principal de Maghazi, de unos 300 metros de longitud, los miembros de la resistencia han colocado muchos sacos de arena, aparentemente como una forma de defensa contra un probable ataque israelí al campamento. Sacos de arena, pilas de basura, rocas en las carreteras se han instalado en varias zonas por el anuncio del ejército israelí de volver a ocupar la Franja de Gaza «liberada», con el objetivo de rescatar a un soldado detenido por miembros de la resistencia palestina.

Ibrahim y Ahmad, los dos escolares, no pueden disfrutar del placer de haber terminado el curso académico ni de las vacaciones de verano. En vez de eso están sin comida, sin agua potable, tumbados en sacos de arena y cargando rifles de madera, sin poder disfrutar de las vacaciones como hacen otros niños del mundo.

Los residentes palestinos más viejos señalan que esta situación les recuerda vivamente los primeros días de la guerra árabe-israelí de 1967, cuando la Franja de Gaza cayó en manos de las fuerzas de ocupación israelíes.

Munir Abdallah, de 60 años, del campo de refugiados de Maghazi, dice, «En junio de 1967, el ejército israelí emprendió una guerra brutal por la que se apoderó de la Franja de Gaza, incluyendo Maghazi. Ese día la población abandonó sus hogares buscando refugio, mientras muchos otros, incluyendo hombres de la resistencia, instalaron sacos de arena en cada rincón del campamento, tal como puedes ver hoy».

«Mi hermano Fathi, que en ese momento tenía 17 años y estaba defendiendo el campamento, como muchos otros, detrás de sacos de arena, fue alcanzado por un disparo y asesinado por el ejército israelí», señala Munir.

«Los israelíes están haciendo retroceder cuatro décadas la rueda de la historia; están destruyéndolo todo, están asesinando personas en las calles; me siento como si no hubiera crecido y estoy reviviendo 1967, cuando Israel invadió por primera vez la Franja de Gaza, como ahora la está volviendo a ocupar».

El gobierno israelí ha decidido recientemente lanzar un ataque militar gradual sobre la Franja de Gaza con la intención de volver a ocuparla, con el pretexto de liberar a un soldado que fue capturado por algunos miembros de a resistencia hace algunos días en la ciudad de Rafah, al sur de la Franja de Gaza.

Debido a los últimos ataques en la Franja de Gaza, cerca de 1,3 millones de palestinos están obligados a vivir de manera primitiva; con velas por la noche, pequeñas radios en sus manos y sacos de arena en las calles; todos están preocupados por la inminente invasión israelí en sus áreas.

La ocupación israelí ha cerrado todas las fronteras y puestos comerciales impidiendo la entrada de cualquier persona, alimento o incluso un simple tanque de gas. Una población completa, que ya está sufriendo por la paralización de la ayuda internacional debido a la elección democrática de Hamas en enero del 2006, se encuentra ahora aglutinada en la oscuridad, detrás de sacos de arena, observando los miles de tanques israelíes ubicados en la frontera y temiendo lo peor.

Rami Almeghari es el actual jefe de traducción del Departamento de Traducción del Servicio de Información del Estado (SIS), con sede en Gaza, y ex editor jefe del sitio en inglés del Centro Internacional de Prensa. Puede ser contactado en [email protected].

Artículo original en http://electronicintifada.net/v2/article4885.shtml

Nadia Hasan y Caty R. son miembros de los colectivos de Rebelión y Tlaxcala (www.tlaxcala.es), la red de traductores por la diversidad lingüística. Esta traducción es copyleft.