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Sobre el Foro árabe internacional en apoyo de los prisioneros en las cárceles de la ocupación celebrado en Argel

Los presos, uno de los rostros de la ocupación

Fuentes: Rebelión

» La fuerza del enemigo reside en su cohesión» (Tierras de poniente, J.M. Coetzee) El primer presidente argelino Ahmed Ben Bella dijo en una ocasión que la liberación de Argelia no estaría completa hasta que el pueblo palestino fuera liberado». Estas palabras se repitieron en varias ocasiones en el » Foro árabe internacional en apoyo […]

» La fuerza del enemigo reside en su cohesión» (Tierras de poniente, J.M. Coetzee)

El primer presidente argelino Ahmed Ben Bella dijo en una ocasión que la liberación de Argelia no estaría completa hasta que el pueblo palestino fuera liberado». Estas palabras se repitieron en varias ocasiones en el » Foro árabe internacional en apoyo de los prisioneros en las cárceles de la ocupación» que tuvo lugar los días 5 y 6 de diciembre en Argel.

Al encuentro acudieron más de mil personas, miembros de partidos políticos palestinos, organizaciones de solidaridad con la causa palestina, organizaciones iraquíes, saharauis, juristas, militantes, familiares de presos, parlamentarios árabes… La participación de todas las organizaciones palestinas pareció sorprender incluso a los propios organizadores pues, a pesar de que se había celebrado ya un primer encuentro en Damasco, y otro en Beirut, centrados en el derecho al retorno, la pretensión de juntar a todas las organizaciones árabes, islámicas y laicas, algunas de ellas enfrentadas entre sí, no podía sino generar importantes tensiones. Además, el Foro se celebraría con el telón de fondo de las negociaciones directas de Mahmud Abbas , duramente criticadas por la mayor parte de las organizaciones islamistas y laicas, e incluso dentro de su propio partido Fatah, que iban a participar en el encuentro. Parecía difícil pues juntar a todos incluyendo a la propia OLP. A pesar de esto, el desgaste y desprestigio de la Autoridad Palestina actuó de aliciente para movilizar a todos, junto con el empeño de las autoridades argelinas y el Frente de Liberación Nacional (FLN). Así, con apenas presencia de algunos occidentales, estuvieron representados: El Frente Popular de Liberación Palestina (FPLP), El Frente Democrático de Liberación Palestina (FDLP), Fatah, Hamás, Hezbollah, Yijad, Bath… Los iraquíes participaron en sus diversas fracciones de la resistencia y también delegados y parlamentarios de Siria, Líbano, Jordania, Irán, Sudán, Libia, Turquía, Argelia, Marruecos, Mauritania, Bahrein, Paquistán, Emiratos árabes…

Como invitados no árabes, podemos destacar la presencia del diputado George Galloway, la del periodista sueco Donald Boström, que desveló el tráfico de órganos de palestinos en los hospitales israelíes, y la del sociólogo honorario de la universidad de Londres, Stanley Cohen, muy activo en la persecución de los crímenes de guerra. Asimismo, el ex fiscal general norteamericano Ramsy Clark envió un mensaje de apoyo y estuvieron también presentes juristas, profesores expertos en derecho internacional y derechos humanos, de Bélgica, India, Austria y Francia.

¿Por qué en Argelia un foro sobre los prisioneros en las cárceles de ocupación? Según preguntaras a unos u otros, las razones eran distintas. Para las autoridades argelinas se trataba de una oportunidad de contribuir a la unidad de las luchas por la liberación. Por ejemplo, Secretario General del FLN, Abdelaziz Belkhadem, dijo que: se trataba de un deber para Argelia y su gobierno el facilitar el encuentro de los palestinos contribuyendo así a la liberación de un pueblo cuya causa sentían como propia . La consigna más repetida por el FLN y por los testimonios de los revolucionarios argelinos contra la ocupación francesa fue la unidad como requisito imprescindible para la victoria. Pero pudimos recoger otras respuestas complementarias que iban más allá de la declaración de principios; por ejemplo, la búsqueda por parte de Argelia de un papel más destacado como interlocutor en el interior del mundo árabe y hacia occidente y la recuperación en la zona del peso que había ido perdiendo desde la guerra civil en el 91 y que de forma natural le correspondería por población, por recursos económicos y por su historia de lucha contra el colonialismo, etc.. De hecho, en septiembre se celebró también en Argel una Conferencia Internacional por el derecho de los pueblos a la resistencia: la causa del Sahara Occidental , en la que participaron todo tipo de organizaciones de solidaridad con el Sahara así como las principales figuras del Frente Polisario. El deterioro de las relaciones Europeas con Marruecos tras el desalojo por la fuerza del campamento saharaui, también abre expectativas en esta dirección.

El Foro estuvo financiado casi íntegramente por el FLN en el gobierno, y se le dio el rango de máximo nivel con la presencia en todas las sesiones del Secretario General del FLN y ministro, Layachi Daadouda, miembro del buró político del FLN y presidente del grupo parlamentario en la Asamblea Nacional; también el presidente argelino Abdelaziz Bouteflika mandó un mensaje al Foro. Las ausencias más destacadas fueron sin duda las de los dirigentes palestinos presos Ahmed Saadat, Secretario General del FPLP, o Marouane El Bargouti, lider de Fatah, ambos encarcelados, que se convirtieron en símbolo y testimonio de la necesaria unidad de la lucha del pueblo palestino y la articulación de esta unidad en torno a dos ejes innegociables: el derecho al retorno y los derechos de los presos palestinos.

Me gustaría destacar la escasa presencia de las mujeres y de los jóvenes en este Foro, al mismo tiempo que sus intervenciones reflejaron el importante papel que pueden jugar en el futuro. En el caso de las mujeres, su peso simbólico y testimonial se vio incrementado por la constatación de su mayor implicación en las organizaciones y en la campaña de apoyo a los presos. Las mujeres plantearon propuestas más concretas, como la creación de fondos especiales para los prisioneros y sus familiares, la incorporación del tema de los presos en todos los ámbitos de lucha, no sólo el jurídico, e incluso se permitieron criticar a sus propias organizaciones por no otorgar a este tema la suficiente atención.

Poco a poco, las mujeres palestinas han ido ganando terreno en la lucha por una visión más próxima a los problemas cotidianos, por soportar doblemente el peso de la represión israelí en tanto que víctimas directas, sufriendo encarcelamientos y torturas, como afrontando en solitario las cargas familiares y recogiendo el testigo de sus maridos; han organizado grupos de apoyo a las familias con prisioneros, se han convertido en portavoces de sus maridos encarcelados y suelen estar menos sujetas a las prebendas de los recursos institucionales… En el Foro, se les dio menos tiempo de intervención y ninguna de ellas tenía ponencias centrales, su participación en los talleres de trabajo fue casi inexistente dado que éstos se centraban en temas jurídicos y son pocas las que tienen este tipo de formación. Sin embargo, en apenas unos minutos conseguían desconcertar a una presidencia eminentemente masculina con intervenciones que, estando concebidas sólo para dar testimonio de sus familiares encarcelados o de su propio cautiverio, se convirtieron en denuncias que reclamaban ir más allá de las declaraciones y la simpatía hacia los presos y sus familias. Fue el caso de Eman, encarcelada a los 16 años y que pasó 10 años en la cárcel acusada de colaboración en la preparación de actos terroristas, con una pena incrementada por devolver los golpes a una de sus carceleras israelíes. Al subir a la tribuna no dejó que el presidente de la mesa la saludara con un beso, explicó que formaba parte de su cultura y religión no dejarse besar por un hombre desconocido, dejó así desconcertados a todos los varones que presidían la mesa. Por por el modo en que se produjo la situación y sus palabras posteriores, se trataba de un gesto de cuestionamiento de la mesa más que de una norma religiosa. Desde la tribuna planteó que la unidad entre los palestinos es a menudo una consigna vacía, que se habla demasiado de una unidad pero que no se corresponde con la realidad y que, por el contrario, los prisioneros en las cárceles, independientemente de la organización a que pertenezcan sí van construyendo esa unidad real.

Abla Rimawi fue presentada como la mujer de Saadat, Secretario General del FPLP, y estaba allí para leer una carta de su marido, pero después de leerla se saltó el protocolo y habló de los 11.000 presos palestinos, de la campaña internacional que lidera por la defensa de los derechos de los presos y para denunciar la ilegalidad de los procedimientos judiciales israelíes, de las condiciones infrahumanas, de las vejaciones, del incumplimiento del Derecho Internacional. Para Abla, las detenciones de los jóvenes forman parte del sistema de torturas, la mayor parte de ellas son detenciones de militantes de derechos humanos. El encarcelamiento de los líderes políticos tiene un doble objetivo, retirarles del combate político y minar la resistencia. El objetivo de Israel es la población palestina en su totalidad, no sólo los líderes políticos. Explicó que su marido Saadat rechazó al tribunal que le juzgaba por ser un tribunal de la ocupación y que desde hace meses se encuentra en situación de aislamiento.

A Fedoua también se la conoce por el apellido de su marido, Barghouti, uno de los líderes históricos de la primera y segunda intifada , miembro de Fatah actualmente en prisión, condenado a cinco cadenas perpetuas, también se negó a reconocer la legitimidad del tribunal israelí que le juzgaba. Leyó la carta de su marido pero los aplausos que recibió fueron también un reconocimiento a su propia acción como abogada en la causa de los presos palestinos.

La escasa participación de jóvenes pudo deberse a dos razones. La primera, que en este tipo de encuentros internacionales se privilegia a la dirección de las organizaciones por contar con el aval de su experiencia acumulada y creer que eso da más prestigio a este tipo de encuentros, pero también responde a un envejecimiento e inmovilismo de las estructuras de los partidos y de dirigentes que han hecho de la representación una forma de vida. Otra explicación que dan los propios palestinos es que Israel tiene encarcelados a la mayor parte de los militantes jóvenes. Como nos dijo Khaled Shahrour, que fue encarcelado a los 15 años y pasó otros 15 en prisión, en las cárceles sionistas hay dos generaciones de palestinos. Los jóvenes son los que encuentran más dificultades para su implicación en la lucha, corren mayores riesgos y la represión se ceba en ellos.

Uno de los ejemplos más dramáticos es el de Samir Quintar, que pasó 30 años en las cárceles israelíes y que se encontraba en el Foro. Samir fue liberado por Hezbollah en un intercambio de prisioneros, -paradójicamente Israel no reconoce que es un Estado de ocupación pero intercambia prisioneros de guerra. Aparentaba tener unos 50 años, incluso menos, ¿cómo puede un niño pasar 30 años en la cárcel? Samir dijo que odiaba la cultura del crimen, que fue torturado durante años. Desde la tribuna se preguntó por qué tuvo que pasar 30 años en la cárcel sin ser liberado por la resistencia palestina y por qué tuvo que ser liberado por la resistencia islámica. Dijo que era necesario cambiar la correlación de fuerzas y eso sólo se lograría con la lucha. Sentenció: » deseo que Israel cometa el horror de su historia lanzándose a una guerra porque será la batalla de la liberación de todos los presos». ¿De qué otra forma podía expresarse tanto dolor acumulado?

La intervención de Mohamed Kanan, portavoz de los deportados de la Iglesia de la Natividad ilustró la paradoja «presos políticos-prisioneros-terroristas» en la que se mueven los esfuerzos de los abogados y defensores de los derechos de los presos.

El profesor Souileh Boudjema expuso la situación de las cortes sionistas, su trato discriminatorio hacia los palestinos que son tratados como terroristas. El objetivo del sistema de justicia israelí – dijo- es quebrar a los prisioneros palestinos y a sus familias. De hecho la represión se ensaña doblemente con las mujeres palestinas. Explicó que el 70% de los prisioneros son torturados y que muchos de ellos son encarcelados sin juicios y sin pruebas. El trato a los detenidos judíos es completamente diferente, para ellos se aplican todo tipo de garantías y se sigue la ley escrupulosamente, pero en el caso de los palestinos todo es flexible y relativo.

El Foro fue concebido para atender a cuatro ejes:

a) La dimensión histórica de la lucha , b) la situación de indefensión de los presos en las cortes de los países ocupantes (el incumplimiento del derecho humanitario, la violación de las convenciones internacionales relativas a los prisioneros, el traslado de los casos a tribunales internacionales), c) la dimensión social del problema de los presos (asistencia moral y material a los prisioneros y sus familias) y d) la influencia de los mass media en el apoyo a los presos.

El primero y el tercero dominaron las sesiones plenarias, el segundo aspecto fue trabajado en los talleres paralelos y, desde mi punto de vista, las intervenciones más flojas correspondieron al tema mediático. El propio encuentro y la falta de difusión en entornos no árabes ha sido una muestra de la poca capacidad con que se cuenta para intervenir en los medios occidentales. Se trata de un problema que no sólo refleja el avance del sionismo en el control de los medios, en las industrias culturales y en los ámbitos de creación de opinión; muestra también los límites del mundo árabe para realizar diagnósticos fiables sobre la imagen construida y el diseño de estrategias de intervención en estos ámbitos. No es sólo el desequilibrio en la disponibilidad de recursos.

La dimensión histórica de la lucha palestina se plasmó en distintas intervenciones, entre las que se puede citar la de Abu Ahmed Fuad, general del FPLP responsable de las relaciones exteriores; Maan Bashour, panarabista y presidente del comité organizador; Abbas Zaki, miembro del Comité Central de Fatah; Ahmed Bahar, vicepresidente del legislativo palestino y dirigente de Hamas; y Leith Shbilat, miembro de los hermanos musulmanes jordanos. Hay que destacar los testimonios de los argelinos participantes en la revolución por la descolonización. Testimonios que pudimos completar con la visita al Museo de la Revolución que los organizadores programaron para después del encuentro, así como los paneles con documentación gráfica que se expusieron en el vestíbulo del Palacio de Congresos. La barbarie de la colonización francesa, en nombre de la libertad, la igualdad y la fraternidad, es apenas imaginable incluso con toda esta información.

Mustafa Boudina, presidente de la Asociación Nacionalista de los Luchadores veteranos condenados a muerte hizo una intervención sobre la experiencia vivida en primera persona. De ella destacamos la crueldad de los colonizadores franceses, los cuales asesinaron en pocos años a un millón y medio de argelinos, el desarrollo de los métodos de tortura sistemáticos, la implementación de leyes discriminatorias, los intentos de quebrar la resistencia en todos los frentes, mediante la colonización cultural, la represión, la desideologización, etc. Según Boudina, durante 30 años la resistencia argelina estuvo dividida pero esa experiencia sirvió para preparar las bases de la revolución. Tenía 15 años cuando se unió a los alzados en armas, fue torturado, condenado a muerte… y aprendió que en las luchas por la liberación sólo hay dos caminos: «morir o triunfar». Se dirigió enfáticamente a los palestinos instándoles a no abandonar las armas, a no negociar, y recriminó al mundo árabe por ser víctimas de sus propios recursos. El poder no negocia nunca. Terminó su intervención llamando a internacionalizar la causa palestina, que -señaló- «es la lucha por la descolonización de todos los pueblos».

Algunos compañeros del FPLP cantaron emocionados el himno Argelino que sabían de memoria, tanto al inicio como al final del Foro y nos contaron que en la escuela, en los campos de refugiados, cuando arrancó la revolución argelina, cantaban el himno y aportaban simbólicamente parte de su paga semanal para esta causa, aunque eran muy jóvenes, entendían que algo importante estaba en juego.

Sin duda, intentar entender el conflicto palestino-israelí fuera del problema de la colonización significa desnaturalizar el problema y llevarlo a un terreno en donde será imposible encontrar ninguna solución justa.

Otro aspecto que es importante destacar es el componente religioso omnipresente durante todo el encuentro y no sólo por la presencia en la mesa de Mounir Chafik, coordinador general de la conferencia nacional islámica, sino por diversos líderes religiosos que ocupaban lugares destacados en la presidencia del encuentro. Estaban Taisir Tamimi, guardián de los santos lugares de Jerusalén; el arzobispo de Jerusalén Ilarion Capuchi, cristiano ortodoxo, y Hussein Musawi, jefe de las relaciones internacionales de Hezbolla. Muchos participantes comenzaban su intervención «en nombre de Dios» y algunos con versos del Corán. Incluso la «Declaración de Argel» que fue aprobada el último día en asamblea también se inicia con esa fórmula religiosa. Aunque se trataba de un Foro laico, en el que los miembros del comité organizador y los promotores partían de una visión panarabista, el encuentro reflejó lo que es una realidad en todo el mundo árabe, el retroceso de las organizaciones laicas y el ascenso de los grupos religiosos en una sociedad harta de los procesos negociadores que no llevan a ninguna parte, cansada de ser moneda de cambio de una Autoridad que no es capaz de conseguir siquiera el cumplimiento del derecho internacional, ni mejorar las condiciones de los palestinos. La posibilidad de una «disolución» o refundación de la OLP estaba presente en muchas de las conversaciones en off de las delegaciones.

Finalmente, la Asamblea plenaria de todos los participantes en el Foro aprobó «La resolución de Argel» (de la que podremos disponer en unos días) e hizo la propuesta de un nuevo encuentro en Sudáfrica para el próximo año que tomaría como eje el apartheid al que se ven sometidos los pueblos bajo ocupación.

Un miembro de la seguridad argelina se despedía de nosotros diciendo que había sido un encuentro histórico, que la declaración de Argel figuraría en los anales de la historia de la lucha por la liberación del pueblo palestino, ¡ojalá sea así!. Abdelazid Al-Sayed, presidente del comité organizador de la Conferencia Internacional, abrió el encuentro hablando de mandar un «mensaje al mundo». Sin embargo, esta conferencia apenas ha tenido repercusión en los medios de comunicación internacional, sólo Al- Jazeera, Al-Manar y los medios de comunicación argelinos estuvieron presentes dando cuenta diaria del Foro. La estrategia de occidente sigue siendo hacer oídos sordos, lo cual forma parte de su estrategia de aislamiento y criminalización de la lucha palestina y sin duda se trata de uno de los frentes de guerra más difíciles de contrarrestar.

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Fotos 1- Inicio del Foro. Foto 2, George Galloway. Foto 3, Eman. Foto 4, Majed Dibsi y Abla Rimawi. Foto 5, Samir Quintar

* El día trece se cumplía el 43 aniversario de la fundación del FPLP, sirva esta crónica de homenage a la organización palestina que ha liderado durante tantos años una resistencia heroica; y mi agradecimiento a Majed Dibsi, pues sin su ayuda me hubiera sido imposible participar en este encuentro.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.