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Los principales asesores de Bush han ido cayendo víctimas del fiasco de la invasión de Irak y de la creciente presión demócrata

Los que abandonaron el barco

Fuentes: El País

La inesperada dimisión del controvertido Karl Rove del gabinete de asesores políticos de la Casa Blanca viene a engrosar el número de bajas en el entorno del presidente George Bush, que está viendo cómo poco a poco algunos de sus principales asesores han ido tomando distancia conforme avanza su segundo mandato. Todos fueron víctimas del […]

La inesperada dimisión del controvertido Karl Rove del gabinete de asesores políticos de la Casa Blanca viene a engrosar el número de bajas en el entorno del presidente George Bush, que está viendo cómo poco a poco algunos de sus principales asesores han ido tomando distancia conforme avanza su segundo mandato. Todos fueron víctimas del fiasco que rodea a la invasión militar de Irak en marzo de 2003 y de la creciente presión de los demócratas en el Congreso de Estados Unidos, que en las elecciones del pasado noviembre se hicieron con el control de las dos cámaras legislativas.

Éstos son, en síntesis, los motivos y perfiles de los otros cinco principales asesores de Bush que abandonaron el barco:

– Colin Powell. Fue el primero en dimitir el 15 de noviembre de 2004 como secretario de Estado, dos semanas después de la reelección de George Bush. Era el más moderado entre los del entorno del presidente. Como secretario de Estado, su principal cometido fue recabar apoyo internacional para invadir Irak. Y con este propósito se presentó ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas con supuestas pruebas de que el régimen de Sadam Husein estaba en condiciones de desarrollar armas de destrucción masiva. Nunca se encontraron las armas y Powell tampoco llegó a creerse todo lo que dijo.

– Paul Wolfowitz. Fue número dos del Pentágono en el primer mandato de la Administración de Bush, y tras su reelección pasó a ser la mano derecha de Condoleezza Rice en el Departamento de Estado. El neoconservador, mentor de la guerra preventiva y arquitecto de la invasión de Irak, fue designado en junio de 2005 presidente del Banco Mundial a propuesta del presidente George Bush. Era el primer signo de apertura de la Casa Blanca. Wolfowitz se vio obligado a dimitir hace dos meses por el escándalo que rodeó al incremento de sueldo de su novia, una funcionaria del organismo.

– Andrew Card. Era el jefe de Gabinete de George Bush y estaba al frente del grupo de asesores de la Casa Blanca para Irak. El 28 de marzo de 2006 se anunciaba su dimisión. Le superaron todos los problemas que rodearon tres años ante la invasión del país árabe y llegó a aconsejar en varias ocasiones al presidente de Estados Unidos que destituyera a Donald Rumsfeld como secretario de Defensa, para así empezar a cambiar el rumbo en Irak. Le preocupaba que la guerra fuera vista por los estadounidenses como otro Vietnam, por la continua ola de violencia y las bajas en el frente.

– Donald Rumsfeld. El ex secretario de Defensa era uno de los principales halcones del equipo de Bush. Diseñó la estrategia militar para intervenir en Afganistán y en Irak tras los atentados del 11-S. Bush le conservó en el puesto tras su reelección, pero el reguero de muerte entre los soldados estadounidenses y los casos de torturas protagonizados por las tropas en Irak, como en la prisión de Abu Ghraib, hicieron tambalear seriamente su cartera, mientras los demócratas clamaban por su cabeza. El presidente George Bush se resistió hasta que el 8 de diciembre de 2006 se veía obligado a aceptar su renuncia, tras la victoria de los demócratas en las legislativas.

– John Bolton. Era el tercer gran halcón del equipo. Bush le impuso como embajador ante la ONU en agosto de 2005, tras ocupar el segundo cargo de mayor rango en el Departamento de Estado. En la sede del organismo en Nueva York estuvo hasta diciembre de 2006, donde se mostró muy activo frente a la amenaza nuclear iraní, la solución de la crisis en Darfur o la reforma del organismo. Bolton presentó su dimisión cuando vio que la renovación de su mandato no sería posible con un Congreso dominado por los demócratas.

Otros políticos que abandonaron el barco son Dan Bartlett (consejero), Rob Portman (director de presupuesto), Harriet Miers (fiscal jefe de la Casa Blanca), Sara Taylor (directora de asuntos políticos), J. D. Crouch (asesor de seguridad nacional) y Meghan O’Sullivan (asesora de seguridad nacional que trabajó en Irak).