El pasado 22 de febrero, sindicalistas y trabajadores del sector público se manifestaron en Columbus, la capital de Ohio. Más de 8.000 personas llevaban pancartas en las que se podía leer : «Desde New York a Ohio, no a la represión sindical». La concentración llenó los alrededores de la Casa de Gobierno obstruyendo las entradas […]
El pasado 22 de febrero, sindicalistas y trabajadores del sector público se manifestaron en Columbus, la capital de Ohio. Más de 8.000 personas llevaban pancartas en las que se podía leer : «Desde New York a Ohio, no a la represión sindical». La concentración llenó los alrededores de la Casa de Gobierno obstruyendo las entradas a la misma.
Protestaban por la propuesta del gobernador de Ohio John Kasich – cuyo último trabajo fue con Lehman Brothers -de eliminar los derechos de negociación colectiva para los trabajadores del sector público.
La Asociación de Profesores de Ohio, también participó en la manifestación. Muchos maestros y personal de la escuela estaban presentes al igual que conductores de autobús y trabajadores de oficina estatal de bomberos de todo el estado.
Muchos militantes de otros sindicatos y trabajadores de empresas privadas estaban allí para mostrar su apoyo y solidaridad. Miembros del sindicato United Auto Workers, el sindicato United Steelworkers y de Food and Commercial Workers Union, así como trabajadores del comercio y de la construcción gritaban contra la represión sindical.Estudiantes y jubilados se sumaron también al acto.
Todo el mundo sabía que esto era sólo el primer día en Ohio en la larga batalla para proteger la negociación colectiva. Con la convicción de que los sindicatos deben unirse en todo el país, muchos trabajadores estaban gritando a favor de una huelga general con el fin de mostrar el poder de los trabajadores a la patronal y a los ricos.
Artículo publicado en Workers World