Cuba Hoy, nuevos retos de la Revolución fue el título de la conferencia que el crítico teatral y miembro de la Unión Nacional de escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), Omar Valiño, ofreció el pasado jueves, en Las Palmas de Gran Canaria, organizada por Plataforma Canaria de Solidaridad con Los Pueblos y en la que […]
Cuba Hoy, nuevos retos de la Revolución fue el título de la conferencia que el crítico teatral y miembro de la Unión Nacional de escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), Omar Valiño, ofreció el pasado jueves, en Las Palmas de Gran Canaria, organizada por Plataforma Canaria de Solidaridad con Los Pueblos y en la que repasó las inquietudes que gran parte de los intelectuales cubanos tienen ante la actual coyuntura que atraviesa el país.
Valiño inició su charla hablando de algunos de los cambios que han ido apareciendo en Cuba, a partir de la aprobación de los Lineamientos de la política Económica, del año 2011, que, entre otras cosas, han supuesto la popularización de la compraventa de viviendas o el enorme crecimiento de los trabajos por cuenta propia, que en Cuba ejercen alrededor de medio millón de trabajadores y trabajadoras. En su opinión, «el cuentapropismo supone dos riesgos evidentes: por un lado, la generalización de la preeminencia de lo privado sobre lo público, y, por otro, el hecho de que esas formas de producción capitalista generen intereses ideológicos asociados«.
Ausencia y abandono
En este sentido, señaló, con palpable preocupación, que «en Cuba no se está librando esta lucha en el grado que se requiere y, simplemente, no se resuelven los problemas de la gente por la vía pública. Por si eso fuera poco, tal como he expresado en todos los foros en los que he participado y participo en mi país, la ideología, la batalla de ideas, se ha abandonado y replegado a un segundo nivel, en la formación de la conciencia del pueblo».
Como ejemplo, Omar Valiño habló del «no reconocimiento público de la existencia de estas contradicciones» y la ausencia de esta lucha de pensamiento en la radio o en la televisión cubanas, quedando su debate circunscrito a un ámbito social muy reducido» y añadió que «es imposible, en este contexto, no recordar a Fidel quien, igual que Lenin y otros revolucionarios marxistas, dedicaba mucho tiempo a explicar las razones de lo que sucedía, en este caso en Cuba, en la convicción de que sin el papel de la conciencia y de la formación integral del ser humano, es imposible la construcción del Socialismo«.
Victoria estructural
Ni que decir tiene, afirmó el profesor del Instituto Superior de Arte (ISA) de La Habana y colaborador del programa La pupila Asombrada, que emite el canal educativo de la TV cubana que «no todo puede analizarse desde la misma óptica». Así, haciendo referencia Fernando Martínez Heredia, autor del prólogo de la edición cubana por el 50 aniversario del Socialismo y el Hombre en Cuba, presentado en el acto de este 8 de octubre, en Gran Canaria, y también a la imagen elegida para el cartel de difusión de la actividad, dijo: «el pueblo cubano tiene unas enormes reservas morales y la victoria del 17 de diciembre no es sólo una victoria diplomática, es una victoria estructural, que nació de las luchas iniciadas en los años 50, siguiendo la huella por nuestros próceres, y de la resistencia y la firmeza de los hombre y mujeres de Cuba, que hemos trabajado incansablemente y sin rendirnos por lograr lo que se anunció ese día«.
Valiño afirmó que en todo este proceso de negociaciones con EEUU, la moral cubana ha estado siempre en el escalón más alto, «Cuba no ha empañado su historia bloqueando a ningún pueblo; Cuba no ha ocupado el territorio de ningún país soberano y menos aún tiene bases militares por el mundo destinadas a invadirlos o saquearlos. Todo esas cargas están en el lado estadounidense«.
Otros 10 días que estremecieron al mundo
Como punto final de su exposición Omar Valiño parafraseó el título de la obra de John Reed de 1919, al calificar los últimos acontecimientos ocurridos en Cuba como, «los otros diez días que estremecieron al mundo».
En su opinión, «la visita del Papa a la isla, junto a la firma del acuerdo entre las FARC y el gobierno colombiano y la presencia y los discursos de Raúl Castro en los distintos foros de Naciones Unidas, ponen a Cuba ante el reto principal que tiene planteado: mantener viva la Revolución, especialmente entre los jóvenes».
Sobre el primero de estos hechos, afirmó: «El Papa Francisco insistió mucho durante su viaje en la historia, en los principios y en la identidad de Cuba y el pueblo cubano, al recibirlo como lo hizo, supo asumir la responsabilidad que le tocaba. Los cubanos hemos tenido la capacidad de pensamiento y de acción que nos ha llevado siempre a desempeñar en positivo el papel en el que nos colocaba la historia. El que tenemos por delante, es uno de esos momentos históricos; una disyuntiva muy compleja (donde EEUU ha reconocido que ha cambiado su táctica, pero no su estrategia) ante la que, como define la ensayista cubana Graziella Pogolotti, tendremos que demostrar, una vez más, que el pueblo es pueblo, en toda su dimensión social y política».
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