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Marcos Rubio y otros protagonistas de la actual guerra ideológica contra Cuba

Fuentes: Rebelión

La divulgación de un informe realizado por el abogado Stephen Propst, socio de la firma legal Hogan Lovells, a solicitud del Grupo de Estudio sobre Cuba, una organización radicada en Washington y sin fines de lucro, en el cual se destaca la existencia de una «autoridad significativa» para ampliar sin el permiso del Congreso los […]

La divulgación de un informe realizado por el abogado Stephen Propst, socio de la firma legal Hogan Lovells, a solicitud del Grupo de Estudio sobre Cuba, una organización radicada en Washington y sin fines de lucro, en el cual se destaca la existencia de una «autoridad significativa» para ampliar sin el permiso del Congreso los viajes y remesas de estadounidenses a Cuba e, incluso, permitir la importación de ciertos bienes y servicios de la Isla, por parte del Barack Obama, ha causado un gran revuelo entre los representantes de la ultraderecha norteamericana y, principalmente, entre los legisladores vinculados a la mafia cubano americana de Miami. La obstinación por parte estos ultras conservadores está encaminada a torpedear el proceso de flexibilización iniciado por Obama desde el 14 de enero de este año, mediante el cual se derriban las torpes barreras aislacionistas entre los pueblos cubano y norteamericano, promovidas por la administración de George W. Bush, y que permiten un incremento de viajes académicos, culturales y religiosos a Cuba.

Este anuncio, según el cual Obama puede flexibilizar su política hacia la Isla, mediante su autoridad presidencial y sin contar con el Congreso, incluyendo la posibilidad del envío de dinero por parte de ciudadanos norteamericanos sin familiares en la Isla para fomentar la apertura del gobierno cubano para fomentar la pequeña iniciativa privada, así como la posibilidad de que los mismos viajen a Cuba sin un permiso escrito, han dolido a quienes mantienen su obstinación visceral hacia Cuba. Pero las posibles medidas, entre las que se incluyen, además eliminar la cantidad de efectivo que puedan traer los cubano- americanos que visiten la Isla, el suministro de ciertos servicios relacionados con el internet; al igual que autorizar el suministro de servicios de consultoría o de mercadeo a individuos y pequeños negocios privados, así como, potencialmente, autorizar a bancos norteamericanos a financiar los pagos para las exportaciones a Cuba, tienen un oscuro trasfondo que no puede perderse de vista: son medidas encaminadas a crear condiciones para socavar a la Revolución, pero dentro de una perspectiva que no coincide directamente con los intereses más reaccionarios de la ultraderecha estadounidense y con los mafiosos de La Florida. Son, en resumen, intenciones para «facilitar» una supuesta transición hacia la democracia. Al igual, el propio Obama ha autorizado, siguiendo este objetivo, 20 millones de dólares para financiar las sucias y subversivas campañas dentro de Cuba para el año fiscal 2012.

Uno de los primeros pasos de Obama en su política hacia Cuba fue autorizar la salida de vuelos hacia Cuba desde cualquier aeropuerto norteamericano, lo que ha estado reservado solo a las terminales aéreas radicadas en tres ciudades de EE UU: Miami, Los Ángeles y Nueva York.

Como ya señalé anteriormente, estos posibles pasos de Obama hacia la flexibilización de su política con respecto a Cuba, tuvo una histérica respuesta en los representantes de la flor y nata cavernaria de la mafia cubano americana. Según reporta el propio Juan O. Tamayo, plumífero periodista de El Nuevo Herald, los senadores Marco Rubio y Bob Menéndez, han fabricado una enmienda que bloquearía cualquier nuevo vuelo desde aeropuertos estadounidenses a Cuba, en respuesta a las posibles decisiones de la Casa Blanca.

El delfín de la ultraderecha norteamericana, el republicano por La Florida, Marcos Rubio, copatrocinado por Bob Menéndez, intenta presionar a la Administración de Aviación Federal (FAA), para bloquear cualquier nuevo vuelo desde Estados Unidos a países que estén en la malintencionada lista estadounidense de países patrocinadores del terrorismo internacional: Irán, Siria, Sudán y, por supuesto, Cuba. No tuvo recato Rubio al criticar las medidas de Obama, al declarar: «Incrementar los vuelos comerciales o fletados directos con estados que promueven el terrorismo, es totalmente irresponsable»

Esta posición contenida en la Enmienda Rubio-Menéndez, sujeta a su aprobación en el Congreso, atenta no solo contra los ciudadanos de origen cubano y los propios norteamericanos, en una flagrante violación de la propia Constitución de EE UU. Por supuesto, muchas de las ciudades interesadas en fomentar los vuelos a la Isla, así como los demócratas y varios republicanos, se oponen a esta enmienda, cargada de intolerancia e ilegalidades. En respuesta lógica a las intenciones de Rubio y sus acólitos, el representante republicano por Arizona, Jeff Flake, ha presentado una enmienda para eliminar la malsana y provocadora actividad de Radio/TV Martí, lo que sería propiciar un real, respetuoso y lógico paso de acercamiento entre ambas naciones, al eliminar los fondos que la administración de Obama destina para esta actividad provocadora y malsana.

Otra de las provocaciones desarrolladas por los mafiosos de origen cubano en el congreso norteamericano, patrocinada por la Loba Feroz, Ileana Ros-Lehtinen y sus cúmbilas David Rivera, Albio Sires y Mario Díaz Balart, ha sido la promoción del mercenario Oscar Elías Biscet como candidato para el Premio Nobel de la Paz 2011, aliándose a otros incondicionales enemigos de la Revolución Cubana en la Unión Europea y Canadá, lo que levantado un inusual revuelo entre la contrarrevolución interna dentro de la Isla, a través de su permanente espacio: El Nuevo Herald, que ha servido de motor para impulsar y dimensionar detestables campañas anticubanas. Por supuesto, otro nominado dentro de la contrarrevolución interna, Oswaldo Payá Sardiñas, no ha visto con buenos ojos esta propuesta, apoyada por los ya mencionados legisladores y otros 20 representantes de la ultraderecha norteamericana.

Una muestra del odio irracional de los mafiosos de origen cubano en el Congreso tuvo lugar ayer, durante una audiencia del subcomité para Asuntos del Hemisferio Occidental, en donde el secretario de Estado adjunto para América Latina, Arturo Valenzuela, fue acorralado en relación con las recientes medidas de la administración Obama para flexibilizar sus relaciones hacia Cuba. Allí brillaron por su posición de intolerancia David Rivera y Connie Mack, ambos republicanos por Florida, en un intento por complacer a sus patrocinadores de la mafia terrorista de Miami.

Rivera, a un paso de la histeria, declaro que la flexibilización de la política hacia Cuba «es una concesión unilateral a una dictadura que oprime al pueblo en la Isla.» Por su parte, Connie Mack, no tuvo límites en sus ataques a Obama al declarar: «pareciera que estamos apoyando a nuestros enemigos y dándole la espalda a nuestros aliados».

A tono con estos ataques a la administración de Obama, la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), en la voz de su actual presidente, el guatemalteco Gonzalo Marroquín, se convirtió en otro vocero de la guerra ideológica contra Cuba, al decir en el día de ayer: «Ya es hora que el gobierno de Cuba deje de manipular el preciado anhelo de libertad de los presos políticos encarcelados y de violar los más mínimos preceptos de libertad de prensa y de asociación». Este cavernario presidente del periódico Siglo 21, ha hecho gala, desde su recién estrenado puesto en la SIP, del mismo odio acérrimo que promueve lo más reaccionario de la ultraderecha norteamericana, a la que sirve con total incondicionalidad.

OTRAS COSAS DE LAS QUE DEBIERA OCUPARSE MARCO RUBIO Y SUS SOCIOS DE LA FLORIDA.

El propio Diario de las Américas reconoció hoy que La Florida es uno de los estados con uno de los menores porcentajes de desempleados que cobran el beneficio. «Solo el 22 por ciento está incluido en el beneficio, lo que deja al estado en el lugar 49. El porcentaje nacional es del 32 por ciento», reconoce el periódico citado. Al respecto, declaró el subdirector del Proyecto Nacional de Empleo, Andrew Settner: «siempre hemos considerado que la posición de Florida es mala. Los requerimientos para ser elegibles son restrictivos y los beneficios son muy bajos».

Sabido es que el Fondo de Desempleo de Florida está agotado y durante los últimos dos años los pagos se han mantenido gracias a préstamos por $2.000 millones del gobierno federal. Junto a este grave problema, se experimenta un sostenido deterioro de los servicios de salud y de asistencia social, el aumento del desempleo y la pobreza, la criminalidad y la desprotección social. Una muestra de ello es que el Hospital Jackson Memorial se encuentra casi sin fondos, por citar un ejemplo.

Los fraudes al Medicare y otros sonados delitos como la corrupción política, los asesinatos y violaciones, son otros males que han conmocionado a la sociedad floridana en estos últimos años.

¿Por qué, me pregunto, Macos Rubio, Connie Mack, Ileana Ros-Lehtinen y Mario Díaz Balart, no se ocupan de estos problemas que afectan a sus electores y dejan en paz a Cuba, que actualmente batalla por hacer mejor la vida de sus ciudadanos? No cabe duda de que su arrebato tiene una sola finalidad: responder a los dictámenes políticos de la mafia anticubana de Miami a toda costa, sin importarle lo que ocurra en La Florida.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.