Los medios de comunicación independientes en Estados Unidos están en riesgo ante las grandes corporaciones periodísticas. El 20 de febrero de 2014, las redes sociales en la ciudad de Baltimore explotaron ante el anuncio de que el diario masivo de la ciudad, The Baltimore Sun, compró el único semanario alternativo e independiente de gran circulación, […]
Los medios de comunicación independientes en Estados Unidos están en riesgo ante las grandes corporaciones periodísticas. El 20 de febrero de 2014, las redes sociales en la ciudad de Baltimore explotaron ante el anuncio de que el diario masivo de la ciudad, The Baltimore Sun, compró el único semanario alternativo e independiente de gran circulación, City Paper.
El director ejecutivo del Sun, Tim Ryan, emitió un comunicado donde afirmó que «esta adquisición nos permitirá construir sobre el éxito actual del City Paper. Queremos que el periódico siga siendo una alternativa valorada, la voz independiente de Baltimore». Sin embargo, los críticos destacan que la afirmación es completamente errónea, pues si el City Paper es filial de una publicación más grande, ya no será una voz independiente en absoluto.
«Esto es una mentira o un engaño total», escribió Tom Scocca, ex editor de City Paper. «Una vez que el Sun posea City Paper, éste no será independiente, sino una propiedad. No será una alternativa, sino una filial de la voz dominante (sólo en cuota de mercado). Es la ruina más grande en una ciudad fantasma».
Tribune Co., empresa dueña del Sun -que también es propietaria del Chicago Tribune, Los Angeles Times, Orlando Sentinel y el Sun-Sentinel- aún no revela el precio de la compra, pero sí anunció que todo el personal del City Paper (25 empleados) será despedido con la oportunidad de solicitar el trabajo más adelante.
Marc Steiner, locutor de radio local, expresó su pena por la compra. Destacó el hecho el City Paper, aún como publicación independiente, fue capaz de invertir en periodismo crítico y de investigación, algo que el Sun y otros medios masivos abandonaron: «Relató historias sobre la cultura, la contracultura y la cultura underground en Baltimore. Se dedicó al periodismo de investigación. En cambio, el Sun hace tiempo decidió no invertir en el costoso trabajo de investigación. El City Paper tenía dos muy buenos periodistas de investigación que realmente hicieron un trabajo increíble».
Esta falta de inversión en el periodismo crítico y de investigación es una tendencia general en la mayoría de los principales medios de comunicación estadunidenses. A medida que la industria del periodismo sigue en picada debido a la oleada de medios digitales y una mayor democratización de los medios de comunicación (blogs, redes sociales, etcétera), estos medios masivos se inclinan por la necesidad de ganancia por encima del periodismo responsable y ético.
Steiner califica a este proceso como «horrendo», pues sin un sistema periodístico verdadero, no se investigarán los asuntos relevantes para una ciudad.
Materiales aparentemente insignificantes, como el artículo de opinión sobre una actividad cultural, se enfrentan a la picadura de la censura. A principios de febrero, el City Paper publicó en su sitio web una crítica negativa sobre un concierto patrocinado por uno de los anunciantes más grandes del periódico. El reportaje fue bajado de la página, nunca llegó a la edición impresa, y se impidió al personal editorial el uso de los blogs y redes sociales del periódico.
Los propietarios del periódico informaron a los editores que las empresas anunciantes se quejaron del artículo y amenazaron con retirar su publicidad. El ejemplo, aparentemente mundano, apunta que la libertad de expresión y decisión editorial está dictada por el poder del dinero.
En los Estados Unidos, un puñado de grandes corporaciones poseen la mayoría de los medios (masivos y pequeños) de noticias en periódicos, televisión, radio e internet. El grupo de vigilancia de los medios de comunicación, Free Press, informa que la más preocupante de estas fusiones es cuando una corporación es dueña de periódicos, canales de televisión y radio en una sola ciudad, ya que tiene el monopolio de la información dentro del mismo mercado.
Cuando existe el monopolio de información en una ciudad, «las estaciones ponen al aire el mismo contenido, a menudo con la misma personalidades y equipos de producción. Uno puede literalmente cambiar el canal y encontrar la misma noticia», detalla S. Derek Turner en un informe publicado en 2013 por Free Press.
Si bien estas empresas de comunicación utilizan una vía legal para hacer adquisiciones dentro de la misma región/mercado, conocida como «acuerdos de servicios compartidos», Free Press apunta que es una forma de socavar el espíritu de las regulaciones destinadas a limitar la propiedad de las estaciones locales dentro de una región. Esta «consolidación encubierta», precisa Free Press, trae aparejado un «daño a la competencia local y la diversidad de punto de vistas, que será abrumador e irreversible».
Alternativas
Existen gran cantidad de alternativas digitales que nacieron en las últimas dos décadas. El terreno on-line tiene todavía un gran potencial. Sin embargo, los conglomerados de medios más grandes acaparan muchos de los principales medios de noticias en línea, advirtió Free Press.
Para el editor sénior de City Paper, Baynard Woods, el periódico impreso es todavía un espacio valioso e importante para informar, y que las posibilidades que salen de los medios digitales no pueden reemplazar totalmente eso. En un artículo de opinión que escribió para el New York Times, al reflexionar sobre el futuro de los periódicos semanales alternativos, Woods escribió: «un semanario está conectado a una ciudad en la forma en que un sitio web no podrá nunca. En Baltimore, entre el 20 y el 40 por ciento de la población no tiene acceso regular a internet. Los simplistas tecno-utópicos que no sólo prevén una mañana sin papel, sino también cabildean para un presente sin papel, están dispuestos a olvidarse de estas personas».
Si bien las consecuencias de la compra del City Paper todavía no se ven, es un indicador elocuente de lo que está por venir para otros medios alternativos e independientes en todo Estados Unidos.