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Memoria histórica: Salvemos la dignidad democrática

Fuentes: Rebelión

Tras cuarenta años de dictadura y treinta de transición, ante la presión de los demócratas, el gobierno psocialista ha presentado un Proyecto de Ley de Memoria Histórica que supone una claudicación en toda regla ante el fascismo. ¿Cómo se pueden reconocer unos procesos injustos y no anularlos o declararlos nulos? ¿Cómo se puede decir que […]


Tras cuarenta años de dictadura y treinta de transición, ante la presión de los demócratas, el gobierno psocialista ha presentado un Proyecto de Ley de Memoria Histórica que supone una claudicación en toda regla ante el fascismo.

¿Cómo se pueden reconocer unos procesos injustos y no anularlos o declararlos nulos?

¿Cómo se puede decir que no se pueden declarar nulo actos contra el derecho de forma continuada…?

¿Cómo se puede legislar tan mal…?

Este proyecto de ley, no sólo consolida el llamado «modelo español de impunidad» sino que representa una nueva claudicación ante una derecha social y polìtica incapaz de romper su cordón umbilical con el franquismo.

Defrauda las esperanzas de verdad, justicia y memoria de los centenares de miles de victimas del fascismo, ignoradas por el Estado durante 70 años.

Y lo especialmente grave es la NO anulación de los juicios del franquismo, a decenas de miles de personas que defendieron con su sacrificio la legalidad democrática de la II República.

Conviene recordar, que en virtud del derecho internacional, toda violación de de derechos humanos genera la obligación de proveer y garantizar un recurso efectivo. El derecho a un recurso ante graves violaciones de derechos humanos es inderogable, especialmente cuando se alega la violación del derecho a la vida.

Convendría recordarle al gobierno psocialista, algunos extremos:

…La recuperación de los restos en fosas comunes, no se pueden enmarcar en un contexto histórico y patrimonial, sino en un contexto judicial, como establecen las normas internacionales de derechos humanos para estos graves crímenes.

…Quienes ganaron la guerra, iniciada por una sublevación militar ilegal e ilegítima, honraron a sus muertos y compensaron a sus víctimas. Quienes perdieron no pudieron hacerlo porque la dictadura instalada por los vencedores instauró un régimen de represión cruel contra ellos.

…Mientras los asesinados y los represaliados sigan sometidos al olvido no habrá dignidad.

…Reivindicar su memoria es reivindicar la libertad y la dignidad.



(*) Vicente Quintana es Secretario de Organización de UNIDAD DEL PUEBLO