Una monja católica de 84 años fue condenada a cerca de tres años de cárcel por haber irrumpido en 2012 en un depósito de uranio estadounidense, en protesta contra las armas nucleares. Se trata de la hermana Megan Rice, quien fue sentenciada junto a otros dos activistas, Greg Boertje-Obed y Michael Walli, de 58 y […]
Una monja católica de 84 años fue condenada a cerca de tres años de cárcel por haber irrumpido en 2012 en un depósito de uranio estadounidense, en protesta contra las armas nucleares.
Se trata de la hermana Megan Rice, quien fue sentenciada junto a otros dos activistas, Greg Boertje-Obed y Michael Walli, de 58 y 64 años respectivamente, que organizaron la protesta. Estos dos últimos fueron condenados a más de cinco años de reclusión, informó la agencia de noticias Ansa.
Adicionalmente a la condena, los tres activistas por la paz y contra las armas nucleares, fueron sancionados por el juez de distrito Amul Thapar, a pagar cerca de 53.000 dólares por el daño causado a una propiedad del gobierno estadounidense.
El 28 de julio de 2012 los tres cortaron una valla y entraron en la planta de Oak Ridge, en el estado de Tennessee, donde colgaron pancartas contra las armas nucleares y realizaron pintadas en las paredes.
La defensa de los activistas enfatizó el aspecto simbólico de la acción de protesta, en denuncia del desarrollo de armas nucleares considerado «amoral» e «ilegal».
Mary Evelyn Tucker, directora del Forum sobre Religión y Ecología de Yale, comparó la protesta no-violenta de Rice con el «legado transformador» empleado por Gandhi, Mandela y Martin Luther King. Hizo un llamado por la libertad de Megan Rice, para «que pueda continuar con el trabajo humanitario que llevó adelante durante toda su vida aliviando el sufrimiento de los necesitados…»