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Las protestas contra el FMI y el BM en la prensa española

Muerte y detenciones en el asfalto

Fuentes: Rebelión

No observé con cuidado pero creo que ningún diario de la prensa «nacional» abría ayer con noticias sobre el plenario del FMI y el BM. Por lo que sé, tampoco hubo ningún telediario que iniciara su información con lo que había sucedido en Estambul en la mañana del 6 de octubre. Público es un buen […]

No observé con cuidado pero creo que ningún diario de la prensa «nacional» abría ayer con noticias sobre el plenario del FMI y el BM. Por lo que sé, tampoco hubo ningún telediario que iniciara su información con lo que había sucedido en Estambul en la mañana del 6 de octubre.

Público es un buen ejemplo en este caso. Abría con una documentada entrega sobre la corrupción en el PP. Siete páginas en total si no he contado mal. Hoy continúa con el segundo capítulo de la serie.

No seré yo quien niegue importancia a esta organización de corrupción -partidista y personal- generalizada, conocida o sospechada cuanto menos, que corre fluidamente por las venas y arterias muy predispuestas del partido del neofranquismo español. Atado y bien atado. Nada nuevo bajo el sol. La corrupción en el puesto de mando. Los negocios son los negocios. El intercambio de favores entre sectores empresariales y políticos corruptos como pan nuestro de cada día, semana y año. Sin embargo…

Sin embargo cuesta entender la distribución e importancia dada a la información de ese día. En la página 25 del citado diario, donde es sabido que los lectores apenas llegamos o donde las noticias pasan más desapercibidas, se da cuenta del plenario del FMI y el BM que se está celebrando en Estambul. El titular es un ejemplo de proposición que dice al no decir nada: «Salgado confía en que el PIB despegue a principios de año». La entradilla de la noticia dice algo más, sin aportar ningún nuevo elemento: «Rechaza en Estambul cambios en el modelo laboral y defiende su dinamismo».

La fotografía que acompaña la noticia no es inocente. No estoy seguro que sea precisamente de estas jornadas de resistencia, acaso sí, pero puede verse en ella a un grupo de jóvenes, diez en total, uno de ellos destacado, con un pañuelo que cubre su rostro y con una bengala en la mano que da un tinte incendiario a lo fotografiado y a los fotografiados.

Debajo, en el pie de la foto, la siguiente información. Cito textualmente: «Una persona murió durante los enfrentamientos entre policías y manifestantes que protestaban contra el FMI. El fallecido, de 55 años, sufrió un ataque cardíaco cuando la policía penetró en la avenida Istiklal, en el centro de la ciudad, y arrojó gases lacrimógenos. Además, unas cien personas fueron detenidas

Una muerte en el asfalto apenas resaltada, escrita en letra más pequeña que el resto de la información, debajo de una foto que o bien no llama la atención o bien provoca distanciamiento. ¿Este es el tratamiento adecuado y ajustado de la información sobre el encuentro del FMI y del BM en Estambul? ¿Tiene más importancia el optimismo político publicitario de la señora Salgado sobre el crecimiento del PIB español que la muerte de un ciudadano de 55 años ante la actuación de la policía turca?

Por lo demás, reparemos en ello, se afirma que «Una persona murió durante los enfrentamientos entre policías y manifestantes que protestaban contra el FMI». El «durante» salva aparentemente una proposición en la que se ponen en el mismo plano policías y manifestantes, sin embargo, como se señala a continuación de la noticia, el ciudadano fallecido sufrió un paro cardíaco cuando la policía penetró -esa es la palabra usada- en una avenida principal del centro de a ciudad turca y lanzó gases lacrimógenos.

¿La muerte de este ciudadano, las detenciones de activistas altermundistas, no deberían ser noticia de Primera Plana? Gürtel lo acapara todo se dirá. No es el caso. Aparte de la publicidad del propio diario sobre sus futuras ediciones y de un anuncio de BMW con el insidioso lema, que no tiene desperdicio al ser él mismo un desperdicio, «Disfrutar casi nunca tiene que ver con la razón. Casi nunca», se colocaron en la portada del diario del miércoles 7 de octubre noticias escuetas sobre las declaraciones de M. A. Fernández Ordóñez que no representaban novedad alguna; sobre la publicación en la prensa de algunos SMS, políticamente indiscretos (el de Saura sobre el discurso de Montilla vale la pena) de diputados del Parlament catalán; en torno a la nueva película de Amenábar (con un curioso paso destacado: «Quería rodar una película sobre Jesucristo» (sic)) y, en último lugar, sobre los tests de valencianidad de Leire Pajín que, como se sabe, es noticia de máxima importancia nacional y transnacional.

Todo ello -BMW, Gürtel, Pajín, Amenábar-Jesucristo, Ordóñez, cotilleos de SMS- vale más, cuenta más, que una muerte y cien detenciones en el asfalto turco.

PS: Por lo demás, ¿alguien podría explicar a la ciudadanía española que hace el Ejército español en Afganistán? Gregorio Morán apuntaba el 26 de septiembre en La Vanguardia en sus «Sabatinas intempestivas», artículo que reprodujo rebelión en su día, una conjetura que merece ser recordada: «No hay que engañar a la gente. España, su gobierno, el ejército, la opinión pública, nadie tiene ni la más mínima posibilidad de retirar sus tropas de Afganistán, porque forman parte de la OTAN. Ese es un compromiso irrenunciable, aunque no les guste nada recordarlo a los heroicos defensores de Occidente cuando votaron en el referéndum de 1986 sobre el ingreso de España en la Alianza. Es la OTAN la que nos mantiene en Afganistán y las parodias democráticas como las elecciones del 20 de agosto son demasiado burdas para que alguien pueda creérselas, por más que España mandara a 500 soldados para ¡proteger las urnas! […] Conviene no olvidarlo para todo lo que pueda venir. Los soldados españoles luchan y mueren por la OTAN. Y la OTAN es el principal sostenedor del «narcoestado afgano». La definición es de Hillary Clinton. Las conclusiones, de cada cual.»

Rebelión ha publicado este artículo a petición expresa del autor, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.