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La misión de la vida del primer ministro Benjamin Netanyahu -atacar a Irán para salvar a Israel- se ha vuelto imposible

Netanyahu, tu sueño iraní acabó

Fuentes: Haaretz

Traducido para Rebelión por J. M.

Hay que decirlo claramente. La misión de la vida del primer ministro Benjamin Netanyahu -atacar a Irán para salvar a Israel- se ha vuelto imposible. Se acabó.

Para la mayoría de los israelíes, esto no parece relevante. La mayoría de ellos nunca creyeron que el ataque iba a suceder. Pero la mayoría de ellos no sabe cuánto desea Netanyahu ese ataque. No es un engaño ni es retórica. El deseo sigue ahí y Netanyahu dedica la mayor parte de su tiempo a eso. Basa sus decisiones en su sueño. Pero ya nunca podrá ocurrir.

Meses después de que la tormenta se desatara en la región, lo llamamos «el Medio Oriente turco». Desde Pakistán a Marruecos -incluyendo a Israel, por supuesto- la represión había terminado. Tres pilares fundamentales subieron a la superficie: una fundación religiosa que contiene un grupo mesiánico-racista, pero con cierto grado de especulación, un ente económico-militar pragmático y una población extensa, joven, que anhela la libertad y quiere vivir. Y, como en Turquía, este trío busca un equilibrio viable.

El drama de las últimas semanas en Irán y en Egipto otorga la imagen. Ningún elemento, no importa lo radical que sea, puede evitar el entendimiento de lo que esos millones de personas quieren vivir. Así como tuvimos que escuchar al expresidente de Irán, Mahmoud Ahmadinejad, ahora tenemos que escuchar a su sucesor, Hassan Rohani. Sus llamamientos a la igualdad, la libertad de expresión y la ausencia de coerción religiosa no son una cortina de humo o una conspiración. Son la consecuencia del deseo de la mayoría de las personas por la vida.

Aquéllos que están apegados al mundo del lenguaje «viril» pueden hablar de una victoria israelí. La principal posición israelí (cuyo último defensor mas destacado es el exministro de Defensa Ehud Barak) de que Israel debe posponer guerras siempre que sea posible con la esperanza de que el tiempo traiga un efecto moderador y que la fuerza sólo debe usarse cuando todas las demás opciones se agotaron y el éxito se muestra como una clara oportunidad se probó a sí misma. No es una cuestión personal. El cuarteto del antiguo ejército y sus jefes de inteligencia, Gabi Ashkenazi, Meir Dagan, Yuval Diskin y Amos Yadlin compraron tiempo y contrarrestaron la amenaza de Barak. A diferencia de Netanyahu, Barak pretende aplicar presión a través de la acción internacional, que a su vez contribuyó a la decisión de Irán de elegir la vida.

Hay que decir las cosas con claridad. La elección no es entre bombardear Irán e Irán obteniendo una bomba. La elección es entre un bombardeo que traerá una bomba iraní mucho más cerca y desencadenará una escalada regional mesiánica y la aplicación continua de presión conjunta hacia una verdadera calma regional en forma de conversaciones de paz, de acuerdo con la doctrina que trajo Isaac Rabin a Oslo. Este proceso demoraría significativamente la unión de Irán al club nuclear.

Deben cumplirse dos condiciones antes de considerar un ataque: Debe haber una amenaza clara y cierta de un régimen «loco» e Israel debe tener una capacidad independiente y de largo plazo para desbaratarlo. En la actualidad, estas condiciones existen sólo en el nivel de alucinación. Así como Israel fue incapaz de atacar a Pakistán, y lo mismo que no puede atacar a Turquía en caso de que traspase el umbral, no puede atacar a Irán debido a que su pueblo está optando por la vida y no quiere cometer un suicidio nuclear.

Nadie tiene la autoridad para obligar al ejército israelí a hacer algo que no puede hacer utilizando los medios convencionales y cuya eficacia a largo plazo depende de un ataque de continuación de Estados Unidos, que ha prometido no dejarse arrastrar. Incluso los que creen que el presidente de EE.UU. Barack Obama forma parte de la Hermandad Musulmana deben entender que la presión israelí contribuyo al retraso que mantendrá a Irán en el umbral nuclear hasta el final de su presidencia.

Mientras tanto, haríamos mejor en mirar hacia adentro. En el Oriente Medio turco, Israel no es el último país en el que «la Hermandad» está ganando poder. Al contrario, se trata de una amenaza interna y regional de primer orden: Gog y Magog en el Monte del Templo a Teherán.

Por encima de todo tenemos que seguir teniendo en cuenta a Netanyahu, quien dice que divide su tiempo así como el 70% en la seguridad, el 20% y en la política el 10%. No se menciona el proceso de paz. El objetivo de todo el llamado proceso de paz es un ataque.

Esto es lo que dejó un año de negociaciones, de modo que posponer el ataque a Irán como resultado de la elección de Rohani podría atribuirse a un ablandamiento de la política exterior. Que el ataque se ha vuelto imposible no significa que no vaya a suceder desde el punto de vista del hombre que orquestó la frase «a sangre y fuego vamos a expulsar a Rabin» con manifestaciones contra el primer ministro, el ministro de Defensa y el jefe del ejército israelí.

Fuente: http://www.haaretz.com/opinion/netanyahu-your-iran-dream-is-over.premium-1.534888 

rCR