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República Dominicana

¡No a la cementera! Salvemos Los Haitises: un eco necesario

Fuentes:

Los Haitises es la zona más importante para la acumulación de agua en el país. El Parque Nacional se encuentra en territorios de Samaná, Hato Mayor y Monte Plata que convergen en un espacio natural que posee cavernas y forma ríos subterráneos que proveen alrededor del 40% del agua que consumimos los dominicanos y aporta […]

Los Haitises es la zona más importante para la acumulación de agua en el país. El Parque Nacional se encuentra en territorios de Samaná, Hato Mayor y Monte Plata que convergen en un espacio natural que posee cavernas y forma ríos subterráneos que proveen alrededor del 40% del agua que consumimos los dominicanos y aporta agua para la agricultura y ganadería de Monte Plata y San Pedro de Macorís. Además cuenta con el 70% del agua potable subterránea en República Dominicana.
Actualmente se discute el hecho de que se plantea construir una cementera próxima al territorio del parque. Expertos plantean que el funcionamiento de la cementera y minera afectará cinco kilómetros cuadrados de zona rica en cavernas y sumideros que originan lagos y corrientes en la zona donde nace el río Socoa, que aporta al Ozama.
El parque está protegido por la Ley 64-00, que protege los lugares de nacimientos de ríos y cavernas. Se considera una injusticia que una zona de amortiguamiento y de recursos hídricos que en un futuro podrán ser del provecho para el país ante el agotamiento de otros recursos, se plantee construir una cementera que afecta el entorno natural del parque.
Además, luego de que se ha trabajado para desalojar personas que cultivaban en el área protegida, se otorga con tanta facilidad un terreno a una empresa privada, lo cual constituye una violación moral y ética al derecho a la vida, y no me refiero al aborto, sino que cuando afectamos un espacio que es el sostén de la vida en un territorio estamos poniendo en riesgo el desarrollo de especies y la sanidad de los recursos acuíferos que podemos ingerir.
El Secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Jaime David Fernández Mirabal, autorizó la instalación de la Cementera de Los Estrella en la zona de amortiguamiento del Parque Nacional Los Haitises y ha defendido el proyecto porque según los del Consorcio Minero Dominicano utilizarán «tecnología verde certificada» y todos sabemos que la tecnología verde para la producción de cemento no es cero emisiones.
Los peligros que enfrenta la zona de los Haitises son muchos:

1. Es la reserva de agua potable subterránea más importante de República Dominicana y tiene de 15 a 20 mil cavernas que funcionan como almacenes del agua que suple ríos, arroyos, y lagunas.:

2. Zona arqueológica: se encuentra en una zona donde no se ha explorado totalmente las posibles cuevas de los aborígenes y algunas ya se encuentran descubiertas.

3. Las altas emisiones de CO2 que produce una cementera podría hacer que no llueva el alrededor de 280 días al año que llueven en los Haitises.

4. Dentro de la zona donde se plantea construir la cementera existen mogotes y además el agua subterránea tiene posibilidades de ser contaminada en la explotación minera.

Los empresarios propietarios del proyecto se han encargado de difamar a los ecologistas que han acampado en el lugar de construcción de la cementera hasta pagándole a gente para que los acuses de actos delictivos en Gonzalo, la comunidad cercana al lugar. Esto se debe a que los Estrella, propietarios del proyecto, poseen un periódico de nombre «El Caribe» y «CDN» un canal de noticias de mucho reconocimiento en el país.
Es así como los empresarios que siempre quieren más y más han llegado a corromper medios de comunicación, campesinos para que acusen a los ecologistas y han llevado al más grande peligro a la reserva más importante de agua que tiene el país y que podría servir para generaciones futuras.
¿Qué es lo que les queda a los dominicanos? ¿Qué le queda a un país corrompido por oligarcas y sectores que apoyan inversiones de este tipo para promover los suyos de por medio? Y la iglesia católica que nunca se queda afuera, con el Monseñor Agripino Nuñez Collado en la rueda de prensa acompañando a los empresarios en la presentación del proyecto
Es de esperarse que el ambiente sea protegido de forma activa y el interés de las personas que se preocupan por el medio ambiente, se contraponga a los intereses clientelistas y políticos a favor de la destrucción de las áreas protegidas que tiene nuestro país que es uno de los puntos claves de biodiversidad el planeta.

Una oligarquía depredadora en los Haitises. Despidiéndome de la Cueva de Gumersindo.   Una oligarqu[ia depredadora en Los Haitises. Despidiéndome de la cueva de Gumercindo

Por Fátima Portorreal.

En una visita reciente al poblado de Gonzalo me enfrenté al panorama tétrico de lo temible: dos humedales sucumben y un nuevo manantial aflora producto de las perforaciones de las retroexcavadoras que rompieron el nivel freático en el centro donde actualmente están trabajando en «pos del desarrollo y del progreso de los Haitises». ¿A qué nos enfrentamos hoy?, a un informe ambiental que rechaza el proyecto y un estudio de impacto ambiental que tal parece nos muestra que sólo es un paraje yermo, pues así lo comentan las autoridades estatales pertinentes.
Conozco a los/as técnicos/as que realizaron el estudio y hasta hoy reconozco su seriedad. No han permitido el acceso al documento, pero qué realmente pasó con el estudio?; presentaron un análisis ambiental de alternativas?, se logró realizar un buen análisis de interesados que muestre a los distintos actores que forman parte del conflicto, tomando en cuenta inclusive a los/as ambientalistas de la zona y los que están fuera del área?. ¿Se evaluó el impacto arqueológico y espeleológico de la zona?. Son muchas las interrogantes que cualquier ciudadana se hace en tales circunstancias sobre todo cuando presenciamos la envergadura del conflicto.
Indagando en el Museo del Hombre Dominicano, pregunté a su Director Juan Rodríguez si los consultores ambientales que realizaron el estudio referido informaron sobre el arte rupestre en la cueva de Gumersindo y otras áreas de interés arqueológico que se encuentra muy cercana al proyecto de la cementera en Gonzalo. Su respuesta fue contundente: ¡mí pregunta fue la que le informó de la situación!. Sorprendida no estoy, por la forma de cómo se han manejado las autoridades al respecto del conflicto.
Estamos presenciando múltiples violaciones a los reglamentos y procedimientos establecidos. Con la destrucción de la Cueva de Gumersindo se estaría violando la Ley No 564, la que designa al Museo del Hombre Dominicano como el único que está facultado para realizar cualquier estudio si así aparecieran restos arqueológicos. También se viola el artículo 101 de la Constitución vigente, la ley 41-00 que crea la Secretaria de Estado de Cultura y la ley No 64-00 que protege las cuevas en áreas protegidas.
¿Se descalabra el sistema de áreas protegidas? O es una nota más de un acorde incongruente de las autoridades. Ahora la famosa cementera se llevará consigo la Cueva de Gumersindo para hacernos olvidar la memoria histórica de nuestros ancestros.
Tal parece que los Haitises no solo es una cuestión de pajaritos o hierbas que se mueven tras los pasos del desarrollo. ¿Qué le pasa a la vieja y rancia oligarquía dominicana?, también nos quieren quitar el canto del Inriri (carpintero) en los páramos de Gonzalo y tierras aledañas de los Haitises. Tenemos antecedente de daños a cavernas, del mismo consorcio que pretende saltar en pedazos la caliza de los Haitises, pues explota este recurso en la zona del El Pomier. Ya se daño la Cueva Furnia No. III, la cual quedó fuera del polígono de protección por los daños que sufrió tras la explotación minera.
Aquí va una pelota más a la canasta de Leonel Fernández Reina. Acompañados estarán los oligarcas de la cementera por 12 petroglifos antropomorfos de 26 y 8 centímetros de alto, una pictografía en negro ornitomorfa (representación de un ave) que se encuentra a 12 metros de la boca Oeste y otras todavía no estudiadas (Domingo Abreu, 2009). Ni la presencia de los indios se quedó fuera del juego, como tampoco las golondrinas de cuevas (Petrochelidon fulva), los murciélagos, los guabas (Amblipígidae sp) y las arañas.
¡Se escuchará ahora el mayohuacan (tambor arawaco)! para anunciar los areitos de protesta. Llamo a Uxmatex (Cacique de los Haitises), Caonabo, Enriquillo, Anacaona y espero que nos de la mano, la Diosa Guabancex (huracán) para que aletee sobre los cimientos de la cementera. Qué dice usted señor ministro, ¿perderemos la Cueva de Gumersindo?.
antropóloga

*La autora es Arqueóloga y Miembro del Consejo de Ancianos/as Guabancex, Viento y Agua.