Traducido para Rebelión por Germán Leyens
En Oregon, todos votamos por correo y acabo de depositar mi papeleta para la elección del 2 de noviembre. Por lo menos creo que voté. No estoy seguro, porque el candidato que quería para presidente no figuraba en la papeleta.
Había un espacio para agregar candidatos, una línea de puntos. ¿No debería haber dos líneas? ¿Se me permite votar para presidente pero no para vicepresidente? ¿Se contará mi voto si no adivino correctamente?
Parecía haber muchas maneras de agregar nombres incorrectamente, de manera que podrían invalidar mi voto. Es lo que temo. Correspondería al modo como han tratado a mi candidato en Oregon y en muchos otros estados.
Para ser totalmente honesto, probablemente no iba a votar por Ralph Nader hasta que me dijeron que no podía hacerlo. No voté por él en 2000. (Ojalá lo hubiera hecho, pero eso es harina de otro costal). Sin embargo, cuando descubrí que ni siquiera me iban a dar la alternativa, la cosa me cayó mal.
Cuando vi la papeleta y que ni siquiera habían colocado el nombre de Nader, decidí que era mi candidato preferido.
Pensé que lo que hacen es poco estadounidense. No sólo eso, es una evidencia de que la opinión de Ralph sobre la corrupción de nuestro sistema bipartidista corresponde a la realidad.
Muchas cosas lo han evidenciado recientemente. Como el que la mayor parte de las cosas sobre las advirtió en 2000 han tenido lugar. Fui a su sitio en la red y miré sus anuncios. Hay que verlos en la red; no tiene suficiente dinero para ponerlos en la televisión. Son muy elementales, simplemente mira a la cámara… y dice la verdad. Pensé que eran muy impresionantes. Si los mostraran cada 30 minutos en la televisión, o tan menudo como muestran los anuncios de Bush y Kerry, no estoy tan seguro de que Ralph terminaría sólo en tercer lugar.
Odio la publicidad de Bush que hace que Kerry parezca poco patriótico, hasta por atreverse a confrontar al presidente saliente. Bush y Cheney sugieren permanentemente que cuando Kerry subraya lo obvio: que Irak es un lío, «daña a los soldados» de alguna manera. Aun peor: «ayuda a los terroristas, que hacen todo lo posible para ayudar a que gane Kerry. Un voto por Kerry es un voto por bin Laden, implican. ¡Igual podrían poner a Sadam en la Casa Blanca!
Pensé que eran los argumentos políticos más viles que he oído en mi vida, y que nadie podría llegar más bajo o tratar al electorado con mayor desdén, hasta que me fijé en la ofensiva de argumentos de Kerry contra Nader. Es exactamente lo mismo, pero aún más deleznable.
Kerry ha hecho a Nader precisamente lo que Bush ha tratado de hacer a Kerry, al sugerir que es en cierto modo poco patriótico por parte de Ralph que mantenga su candidatura a presidente si Kerry es candidato. Está «ayudando a los republicanos», que hacen todo lo posible por ayudarle a Ralph. Ha emprendido un «»regodeo ególatra», está «dañando su legado» y no ve, lo que es perverso, que un voto por Nader es un voto por Bush.
Los ataques contra la personalidad de Nader lanzados por el campo de Kerry han sido, en todo caso, aún más virulentos que los ataques de la campaña de Bush contra Kerry. Es casi como si Kerry viera a Nader, no a Bush, como su oponente más peligroso. Podría pensarse que Karl Rove conduce esta parte de la operación de Kerry, tan sucia (y tan efectiva) ha sido. Puedo imaginar el tipo de «documentales» que los patrocinadores corporativos de Kerry producirían si Nader subiera en los sondeos.
Esta gente sabe lo que hace. Sus «puntos de discusión» contra Nader se evidencian exitosamente en el discurso político, y no sólo en la televisión. Los oigo saliendo de los labios de gente buena, gente que ama apasionadamente a su país y que parece no tener idea alguna de que ayuda a calumniar a un hombre bueno que cree que trabaja por su bien.
No es necesariamente intencional. Es sólo que una vez que se han declarado a favor de Kerry, comienzan a repetir la línea de Kerry. Hace un año y medio, marcharon contra la guerra. Ahora apoyan a un hombre que votó a favor de la guerra y que promete continuar la matanza, sólo que la hará «mejor». ¿Qué pasó con esta gente?
Casi lograron convencerme de que no será sólo culpa de Ralph Nader si gana Bush, sino también mía. Y, que yo sepa, tal vez tengan razón.
Ya que todo es culpa mía, siéntete libre y vota por Nader si quieres hacerlo, el daño ya ha sido hecho.
«Siéntete libre» – que frase tan curiosa para utilizarla en una elección. ¿Te «sientes libre» para votar según tu conciencia, o te sientes presionado para votar contra tus propios intereses para mantener a raya el miedo a Bush, o a los terroristas?
O miras tu papeleta, como lo hice yo, y ves que no tienen intención de dejar que votes según tu conciencia.
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David Vest escribe la columna Rebel Angel en CounterPunch. Él y su grupo «The Willing Victims», acaban de presentar un abrasador CD, «Way Down Here». Su ensayo sobre Tammy Wynette es presentado en la nueva colección sobre arte, música y sexo de CounterPunch: «Serpents in the Garden».
Su correo es: [email protected]
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