En opinión de algunos observadores, los estados que han aprobado sus propias leyes draconianas contra extranjeros indocumentados en Estados Unidos violan la prerrogativa del gobierno federal de legislar en temas migratorios. Sin embargo, la Casa Blanca ha mantenido silencio en la mayoría de los casos.
Desde que el gobierno federal demandó y logró bloquear una de las leyes antiinmigratorias más polémicas del país, promulgada en 2010 por la gobernadora conservadora de Arizona, no ha hecho lo mismo ante la racha de otros estados que han seguido el ejemplo aprobando leyes similares.
Después de Arizona, siguieron los estados de Alabama, Utah, Indiana, Georgia y Carolina del Sur aprobando en sus asambleas leyes hasta más severas en algunos aspectos.Aunque algunas organizaciones que abogan por los derechos civiles han tenido éxito en los tribunales contra estas leyes, los defensores de las comunidades inmigrantes en EE.UU. ven con preocupación la falta de acción del presidente Barack Obama para enfrentar la legislación estatal.
Según el Departamento de Justicia, el gobierno está actualmente revisando las leyes aprobadas en estos últimos estados. Asegura que tanto el fiscal general de la nación como el presidente se oponen a que la política relacionada a la inmigración sea una «colcha de retazos» de leyes estatales.
«Donde estas leyes interfieran con el cumplimiento de las leyes federales sobre inmigración estamos preparados para demandar», declaró a BBC Mundo, Xochitl Hinojosa, portavoz del Departamento de Justicia.Aún no lo han hecho -con la excepción de Arizona- y la portavoz del Departamento de Justicia declinó a comentar sobre la demora.Esa demora preocupa a algunos defensores de los derechos de los indocumentados que ven una tendencia entre políticos de querer explotar el sentimiento antiinmigrante en el país para lograr popularidad y votos, sobre todo ahora que se inicia la temporada de campañas electorales.
El abogado especialista en inmigración José Pertierra, opina que Barack Obama está midiendo sus pasos según le convenga para sus aspiraciones de ser reelegido.»El presidente mira por dónde soplan los vientos políticos y ese es el rumbo que sigue», comentó a la BBC.
Pertierra cree que, mientras Obama necesita el voto latino y tiene que dar un buen discurso sobre inmigración, al mismo entiende que el país se ha movido a la derecha y que hay una creciente fuerza política antiinmigrante de la que no se puede aislar. «El quiere estar en ambas partes, pero eso no funciona», afirmó.
De ley estatal a ley federal
El congresista Lamar Smith promueve estrictas leyes a nivel federal.Una de los serios temores que tienen los activistas que defienden los derechos de los ciudadanos -sean indocumentados o no- es que si no se arremete contra los estados, las leyes estatales antiinmigratorias podrían convertirse en leyes federales.
«Ese es el peligro», dijo José Pertierra. «La mayoría republicana en el Congreso tiene un representante de Texas, Lamar Smith, que dirige el Comité Judicial de la Cámara y que quiere varias propuestas de leyes que son completamente antiinmigrantes».
No obstante, hay organizaciones no gubernamentales como la Unión de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) que han lanzado sus propias demandas contra las leyes estatales y obtenido éxitos en varias instancias.Precisamente el lunes pasado, la ACLU logró bloquear en un tribunal la ley del estado de Georgia que tenia previsto criminalizar actividades como transportar o darle un «aventón» a una persona indocumentada.
Omar Jadwat, ACLU»De cuatro leyes estatales que han sido demandadas, cuatro han sido bloqueadas», informó a BBC Mundo Omar Jadwat, abogado del Proyecto sobre Derechos de los Inmigrantes de la ACLU.
Las iniciativas de la ACLU son independientes de las medidas que toma -o no toma- el gobierno contra la legislación estatal y, aunque la organización exhorta a Barack Obama a continuar en otros estados con lo que hizo en Arizona, Omar Jadwat no cree que la inactividad de la Casa Blanca se deba a que las elecciones estén en el horizonte.
«Es verdad que no han demandado a otros, pero no es que haya habido silencio total», recalcó Jadwat. «Obama específicamente criticó la ley en Georgia diciendo que era un error, que no era la vía correcta y el tribunal tomó nota de esa declaración».
A la espera
La ley en Alabama afecta en especial a los inmigrantes de edad escolar.Sin embargo, José Pertierra insiste en que lo que necesita el presidente es voluntad política para tomar acción más que discursos.
«Esta es una batalla que él tiene que dar, él la prometió a la comunidad latina cuando se lanzó y muchos latinos votaron por él precisamente por eso», recordó.Por su parte, Xochitl Hinojosa, del Departamento de Justicia, asegura que el gobierno sí está «consternado con las medidas que han tomado los estados y su posible impacto».
Como muchas de estas leyes no han entrado en vigor en los estados que las aprobaron, es posible que el gobierno esté revisando y sopesando la situación para ver cómo actuará una vez sean promulgadas.»El hecho que el gobierno no haya demandado a estos estados no sugiere nada», expresó Omar Jadwat de la ACLU.
El ACLU cree que el gobierno está viendo cómo mejor utilizar sus recursos ya que «entre más casos ganemos nosotros, menos tendrá que esforzarse la administración», concluyó Jadwat.
Pero para José Pertierra lo que el presidente debe hacer es esforzarse más para cumplir con lo que, según opina, prometió.»Ojalá se dé cuenta, antes de las elecciones, de que el pueblo responde a un líder que toma decisiones en base a principios y no en base a encuestas», sentenció.
Fuente: http://www.tercerainformacion.es/spip.php?article26633