Abordado por innumerables medios de comunicación en el planeta, el tema de la llamada Cumbre de las Américas ha dejado el sabor amargo, sobre todo para Estados Unidos, de que el mundo ha cambiado, en particular para esta parte del globo terráqueo. Evo Morales, Presidente de Bolivia, fue meridiano en sus declaraciones, al calificar a […]
Abordado por innumerables medios de comunicación en el planeta, el tema de la llamada Cumbre de las Américas ha dejado el sabor amargo, sobre todo para Estados Unidos, de que el mundo ha cambiado, en particular para esta parte del globo terráqueo.
Evo Morales, Presidente de Bolivia, fue meridiano en sus declaraciones, al calificar a la cita de mandatarios latinoamericanos y caribeños como «una rebelión contra Estados Unidos por su oposición frente al reclamo generalizado de integrar a Cuba a estos foros hemisféricos y de reconocer la soberanía de Argentina sobre las Islas Malvinas».
Y en su cacicazgo, el demócrata Jeff Bingaman, presidente del Comité de Energía y Recursos Naturales del Senado estadounidense, afirmó -según la agencia Reuters- que «Estados Unidos está desfasado en su política exterior hacia Cuba y, a su juicio, es hora de restablecer las relaciones diplomáticas con la Isla».
Bingaman, de acuerdo con Reuters, reaccionó así a lo que consideró como el «aislamiento de EE.UU. sobre Cuba durante la VI Cumbre de las Américas en Colombia» el pasado fin de semana.
«Creo que nosotros somos los que estamos desfasados del resto de las Américas en este asunto y deberíamos cambiar nuestra política», y añadió: «hemos permitido que nuestra política hacia Cuba sea dictada por la comunidad cubano-estadounidense en este país, en vez de que la dicten los intereses nacionales de nuestro país».
Pero, ni la pérdida de influencia ante América Latina y el Caribe, ni los llamados de atención de su propia gente, hacen mella en Obama, quien acude al discurso meloso y hasta melodramático, para ganar tantos, no en la Cumbre de marras; sino frente a la mafia anticubana que lo tiene maniatado, de cara a los comicios presidenciales en busca de la reelección.
Cartagena puso sobre el tapete que el mecanismo de las Cumbres se halla en crisis por la propia intransigencia de Estados Unidos para abordar problemas clave, como la concurrencia de Cuba, el bloqueo sobre la Isla y la situación de las islas Malvinas.
La agencia AP, en despacho fechado este 17 de abril, cita a Vicente Torrijos, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad del Rosario, en Bogotá, quien dijo que la verdadera agenda en Cartagena la impusieron los representantes de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América.
Miguel D’Escoto, expresidente de la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas, ha pedido a Latinoamérica «no cooperar más con Estados Unidos», país al que acusó de actuar como «enemigo» de la región, según reporte de la agencia española EFE.
«No debemos (Latinoamérica) seguir cooperando en ninguna forma con los Estados Unidos, ese Estado que en realidad es un Estado terrorista, asesino, genocida», dijo.
Podrían llenarse innumerables cuartillas para abordar el tema desde diferentes prismas: todos, al final, coincidirían en similar punto: la derrota de Obama, quien -inmutable- acudió a la retórica de la «libertad, democracia, comercio»… para mantenerse en sus posiciones y negar lo que 32 naciones le espetaron en su rostro.