Ahora se destinan más fondos públicos en detenerlos dentro de EE.UU. y vigilar la frontera: Estudio
Al finalizar 2013, la administración del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, podría rebasar los 2 millones de inmigrantes expulsados. En promedio, desde el inicio de su gestión en 2009, su gobierno ha deportado 400 mil indocumentados anualmente.
De acuerdo con datos de Immigrant Youth Coalition y California Immigrant Youth Justice Alliance, hasta el mes de junio ya se habían deportado a más de un millón 700 mil inmigrantes. Un estudio de la Universidad de California campus Merced, publicado en marzo, revela que en su gestión Obama superaría el número de deportaciones que se registró entre 1892 y 1997, que fue de 2 millones 100 mil indocumentados.
Otros estudios comparan el ejercicio de George W. Bush, quien cerró sus dos periodos presidenciales con un millón 57 mil deportados, frente al de Obama, quien duplicaría esta cifra en menos tiempo.
Desde el inicio de su mandato, la administración del actual presidente de Estados Unidos se distinguió por este ejercicio. De acuerdo con cifras de la Oficina de Inmigración y Control de Aduanas (ICE por sus siglas en inglés), el número de deportaciones en los primeros nueve meses del gobierno de Obama representó casi el doble que en 2004.
El análisis de la Universidad de California campus Merced destaca que el endurecimiento de las leyes, muchas de ellas consideradas hace pocos años como no graves, han servido para justificar la detención y posterior expulsión del ese país de los migrantes.
Sólo en 2011 fueron expulsados 188 mil 382 extranjeros por delitos como posesión de drogas, particularmente mariguana, tras cumplir por ello una sentencia en prisión. Estos sumaron cerca del 25 por ciento. Cerca del 23 por ciento infracciones, mayormente de tránsito y 20 por ciento por reincidir en el ingreso a Estados Unidos sin documentos.
La mayor parte de los repatriados son padres de hijos nacidos en Estados Unidos, ello ha provocado que al menos 51 mil niños vivan en hogares sustitutos y se ven impedidos de reunirse con uno o ambos padres deportados. De seguir la tendencia, el Centro de Investigación Aplicada (CEA), estima que en 5 años 15 mil menores estarían en las mismas condiciones.
Un estudio del Instituto de Políticas de Migración (MPI por sus siglas en inglés), confirma que la vigilancia de la frontera y la detención de migrantes en el interior de Estados Unidos recibe más fondos públicos, más de 18 mil millones de dólares anuales, que todas las otras oficinas ocupadas de mantener el orden en el país, como el FBI, la CIA y la Oficina de alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos.
Entre los paliativos que ha impulsado la administración del presidente Obama frente a las expulsiones, destaca una orden ejecutiva de junio de 2012, a través de la cual se permitiría quedarse en el país -al menos durante dos años- a quienes entraron sin documentos a Estados Unidos durante su infancia, y se les permitiría trabajar sin temor a ser deportados.
Esta iniciativa beneficia a los menores de 30 años que llegaron a Estados Unidos antes de cumplir 16, que no sean considerados una amenaza para la seguridad y que sean estudiantes exitosos o hayan servido en las fuerzas armadas.
Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2013/07/15/politica/015n1pol