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Obama lanzó su plan para evitar otra recesión

Fuentes: Página 12

El presidente propone un recorte de impuestos valuado en 245 mil millones, mientras que el resto será destinado a planes de ayuda del Estado, programas laborales y proyectos de infraestructura. El desempleo araña el 10 por ciento.

En un encendido discurso ante una sesión conjunta del Congreso, el presidente de Estados Unidos pidió ayer que se apruebe un plan de empleos. El paquete de creación de nuevos puestos de trabajo de 447 mil millones de dólares es la carta fuerte que jugará Barack Obama de cara a las elecciones presidenciales de 2012. En un país acosado por una economía que se acerca a una segunda recesión y una popularidad en picada, el presidente de Estados Unidos se mostró firme para torcer el rumbo y hacer bajar una tasa de casi el 10 por ciento de desempleo.

«No debería haber nada controversial acerca de esta legislación. Deberían aprobar este proyecto de inmediato», instó Obama, anticipándose a una movida republicana de bloquearle la iniciativa, tal como sucedió recientemente con el discutido techo de la deuda.

El presidente propone un recorte de impuestos valuado en 245 mil millones, mientras que el resto será destinado a planes de ayuda del Estado, programas laborales y proyectos de construcción de infraestructura. Obama dijo que los recortes servirán de incentivo a los empleadores para crear nuevos puestos de trabajo.

Además del paquete de empleos, Obama llamó a recuperar la alicaída economía y dijo que Estados Unidos debe volver a ser la potencia que siempre fue. «Quiero que así como la gente en nuestro país compra autos Hyundai y Kia (coreanos), en Africa y Medio Oriente compren Ford y todo lo que sea ‘hecho en América'», arengó ante un recinto de pie y en ovación. También se quejó de que miles de trabajadores calificados de la construcción se encuentran desempleados, mientras que se importa infraestructura de China cuando, según él, Estados Unidos está apto para fabricarla en su propio suelo.

En un pasaje de su discurso, el presidente fustigó las propuestas neoliberales que ante las crisis económicas abogan por la desregulación y achicamiento del Estado. Su alocución tuvo ribetes keynesianos y sus propuestas se asemejaron mucho a las políticas del estado de bienestar. Los dardos hacia los republicanos no fueron sólo ésos: dijo que la ley incluía muchas de las propuestas que ellos habían apoyado, por lo que deberían aprobarla sin mayores discusiones.

Sin embargo, aunque muchos republicanos de diferentes épocas se manifestaron a favor de estas propuestas, no sería el caso de los legisladores opositores actuales. Ninguna de las propuestas, más allá de los recortes de impuestos, figura en los planes de empleo de los líderes republicanos del Congreso, quienes prefieren mayor desregulación del gobierno. Del 55 por ciento del paquete, 35 mil millones de dólares se desprenden para preservar a 280 mil docentes en sus puestos y evitar despidos de policías y bomberos, 30 mil millones para modernizar escuelas y 15 mil millones para que trabajadores de la construcción rehabiliten miles de casas rematadas. Mientras algunos dentro del liderazgo republicano pueden querer bloquear la propuesta por instinto, sabrán que al hacerlo se les acusará de obstruccionistas y de anteponer su partido por encima del bien común. Algunos analistas dicen que si los índices de popularidad de Obama están por el piso, los del Congreso están por el subterráneo.

El jefe del staff de la Casa Blanca, Bill Daley, dijo ayer que el Congreso norteamericano debe hacer algo y no decirle «no a todo». El país tiene 14 millones de de-sempleados y les pide a sus representantes políticos en Washington que tomen cartas en el asunto. «Están cansados de tanta inactividad, es tiempo de que los norteamericanos vuelvan al trabajo», dijo Daley. Ambos partidos saben que como la temporada de elecciones en 2012 se acerca, el desempleo es tema excluyente para los votantes. «La gente de este país trabaja duro para enfrentar sus responsabilidades. La cuestión esta noche es si nosotros vamos a enfrentarnos a las nuestras. La cuestión es si, ante esta crisis nacional que estamos viviendo, podemos acabar con el circo político», dijo Obama. El presidente fue inteligente ayer al resaltar la importancia de la reactivación del empleo. «La gente sabe que faltan catorce meses para las elecciones presidenciales. Pero millones de norteamericanos no pueden esperar tanto tiempo», se envalentonó.

Fuente: http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-176379-2011-09-09.html