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En el banco Riggs también hay cuentas secretas de Pinochet

Obiang oculta 700 millones de dólares en EEUU pagados por compañías petrolíferas

Fuentes: El Mundo

El banco Riggs, en el que tienen sus cuentas muchas de las embajadas extranjeras en Washington, es una gigantesca máquina de lavado de dinero para algunas de las peores dictaduras del mundo. Un informe del Comité de Finanzas del Senado de EEUU revela que el Riggs ha tenido cientos de cuentas secretas, algunas controladas por […]

El banco Riggs, en el que tienen sus cuentas muchas de las embajadas extranjeras en Washington, es una gigantesca máquina de lavado de dinero para algunas de las peores dictaduras del mundo. Un informe del Comité de Finanzas del Senado de EEUU revela que el Riggs ha tenido cientos de cuentas secretas, algunas controladas por el dictador de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang, y por el ex dictador chileno Augusto Pinochet.

Entre los titulares también figuran varios ciudadanos saudíes cuyos nombres no han trascendido. El informe no había sido publicado al cierre de esta edición, pero parte de sus contenidos fueron adelantados en un comunicado del senador demócrata Carl Levin que está disponible en Internet: http://levin.senate.gov/newsroom/release.cfm?id=223

El informe del Senado revela que el mayor cliente del Riggs es Guinea Ecuatorial. El banco abrió la primera cuenta a nombre de un ecuatoguineano en 1995, cuando el boom petrolero empezaba en ese país. A lo largo de los ocho años siguientes, «abrió cuentas a nombre de Teodoro Obiang Nguema, su mujer, su hijo y otros altos funcionarios de Guinea Ecuatorial». En total, los activos ecuatoguineanos en el Riggs alcanzan los 700 millones de dólares, 565 millones de euros al tipo de cambio actual.

Es difícil calcular el volumen de esas cifras relativo a la economía guineana, dado que el Fondo Monetario Internacional no publica estadísticas sobre Guinea Ecuatorial desde que a mediados de los 90 ese país no devolvió varios créditos a la institución, lo que le dejó en una posición similar a la de, entre otros, Irak y Afganistán.

Sin embargo, si se toman los cálculos de la CIA sobre la economía guineana, la familia Obiang y sus allegados tienen en el Riggs depósitos equivalentes al 58% del Producto Interior Bruto (PIB) del país. Esos fondos podrían pagar casi tres veces la deuda externa guineana, que la CIA estimaba en 248 millones de dólares hace cuatro años.

Esos datos convierten a Teodoro Obiang en un líder indiscutible entre los cleptócratas del Tercer Mundo, y empequeñecen las hazañas de otros destacados corruptos, como el ex dictador congolés Mobutu Sese Seko, del que se decía que tenía en el extranjero dinero para pagar toda la deuda externa del país, aunque después murió en el exilio y casi arruinado. Si Obiang repatriase todo el dinero del Riggs y se lo diera a sus compatriotas, la renta per cápita de Guinea crecería un 50%, hasta llegar a 4.000 dólares por habitante.

Riggs también constituyó para Obiang la sociedad instrumental Otong, en el paraíso fiscal de Bahamas. La empresa ha abierto tres cuentas en Riggs. Levin explica que los directivos de Riggs llevaban maletas con hasta 30 kilos de dinero, que a continuación ingresaban en las cuentas de Otong. Otras depredaciones de la familia Obiang constituyen el saqueo -al ritmo de 35 millones de dólares anuales- del fondo en el que Guinea deposita parte de sus ingresos por petróleo para destinarlos teóricamente a proyectos de desarrollo.

El informe del Senado va más lejos de las denuncias más alarmistas de los grupos de Derechos Humanos acerca de la corrupción en Guinea. Los legisladores estadounidenses han encontrado pruebas manifiestas de gigantescos sobornos realizados por empresas petroleras al clan Obiang, como cuando una petrolera «pagó 450.000 dólares a un sobrino de 14 años de Obiang para alquilarle unas oficinas».

Según Levin, ExxonMobil -la mayor empresa energética mundial- tiene una compañía de distribución de productos petroleros en Guinea en la que participa con un 15% Abayak, una sociedad propiedad de Obiang. Abayak también está presente en dos proyectos en Guinea con la petrolera estadounidense Marathon Oil. Esa empresa paga 13.000 dólares al mes -10.500 euros- al régimen de Guinea para mantener su representación diplomática en Washington, donde el hermano de Obiang es embajador.

Los negocios del Riggs con Obiang son un calco de los que hizo con el ex dictador chileno Augusto Pinochet. En 1994, el banco «abrió una cuenta para él [Pinochet] personalmente, le ayudó a establecer dos sociedades instrumentales en Bahamas llamadas Ashburton y Althorp, y abrió más cuentas a nombre de esas sociedades aquí [en Washington] y en el Reino Unido». Levin explica que Pinochet «depositó finalmente entre cuatro y ocho millones de dólares» en las cuentas.

Esos depósitos se convirtieron en un problema cuando Pinochet fue arrestado por orden del juez Garzón en Londres en 1998 y sus activos fueron inmovilizados. Entonces «Riggs movió discretamente un millón de dólares de Londres a EEUU y, huelga decirlo, no alertó de estas cuentas a las agencias encargadas de que se cumpla la ley ni a los jueces». Riggs devolvió parte del dinero a Pinochet a partir de 2000 enviando a sus directivos a Chile a hablar con el ex dictador y, de paso, entregarle cheques por valor de 50.000 dólares.

El banco (que alude a Pinochet como «un profesional retirado que ocupó posiciones muy bien remuneradas en el sector público durante años») también mintió a las autoridades cuando afirmó que el dictador nunca había tenido depósitos en el Riggs. Poco antes, había cambiado el nombre de determinadas cuentas por A.P.Ugarte, ya que la prensa había detectado el escándalo.