Sobre Venezuela toda opción es viable, asegura el magnate en la ONU.
Nueva York. En la Organización de las Naciones Unidas (ONU), supuestamente dedicada a la paz y a la solución pacífica de conflictos, Venezuela se encontró bajo ataque, incluso con insinuaciones de una opción militar por Estados Unidos, aunque ambos gobiernos expresaron su disposición al diálogo entre sus mandatarios.
Donald Trump declaró este miércoles a medios en la ONU que en torno a Venezuela, todas las opciones están sobre la mesa, las fuertes y las menos fuertes… y ustedes entienden qué significan las fuertes
, pero sorprendiendo a algunos, afirmó que entre éstas contemplaría una reunión con su homólogo, Nicolás Maduro.
Ciertamente estoy abierto a eso; estoy dispuesto a reunirme con cualquiera (…) Vamos a resolver lo de Venezuela, si está aquí y quiere reunirse, no lo tenía en mente; cualquier momento en que puedo salvar vidas y ayudar a la gente estoy dispuesto a hacerlo
, comentó Trump, mientras el mandatario venezolano estaba por arribar a Nueva York.
Por otro lado, este miércoles seis países americanos solicitaron que la Corte Penal Internacional investigue a Venezuela por posibles crímenes de lesa humanidad. Canadá, Argentina, Chile, Colombia, Perú y Paraguay hicieron la petición formal mientras el presidente Nicolás Maduro viajaba rumbo a Nuevo York para presentarse ante la Asamblea General la tarde de ayer.
Según expertos, es la primera vez que estados miembros de la ONU han referido a otro miembro a la Corte Penal Internacional. Sin embargo, esa instancia fue recién calificada por Trump de ilegítima
y sin autoridad
, en su discurso ante la ONU, y tal vez por ello Washington no se sumó a esta iniciativa.
La escalada contra Venezuela por Estados Unidos y otros países empezó el martes, cuando Trump insinuó que un golpe militar podría estar entre las opciones, al comentar que Maduro podría ser fácilmente derrocado si los militares deciden hacerlo
. Rehusó responder a preguntas sobre si su gobierno estaba contemplando algún tipo de intervención, afirmando que no revela estrategias militares.
En su discurso ante la Asamblea General el martes, Trump anunció que había ordenado más sanciones sobre cuatro integrantes del círculo íntimo de Maduro, incluida su esposa, Cilia Flores, y la vicepresidenta, Delcy Rodríguez.
El presidente Maduro, en su discurso ante la Asamblea General este miércoles, denunció que Venezuela es un país acosado
por una agresión económica, diplomática y mediática impulsada por Estados Unidos y sus países satélites
. Señaló que Trump, desde esa misma tribuna el pasado martes, refrendó la Doctrina Monroe y que eso revela que el conflicto entre Estados Unidos y un país como el suyo es entre «una doctrina imperial contra una libertadora (…) es un conflicto antiguo».
Explicó que la agresión contra Venezuela tiene que ver con dos cosas: el proyecto de un país autónomo y revolucionario, y la segunda, por razones geoestrátegicas relacionadas con el petróleo y, más recientemente, por lo que tal vez es la mayor reserva de oro en el planeta.
Detalló que la agresión permanente, además de una persecución económica, incluye una ofensiva mediática que busca justificar una intervención humanitaria
, sobre todo usando el tema de la migración.
Recordó que fue víctima de un atentado
en agosto y que las investigaciones revelaron que a los autores intelectuales los prepararon desde territorio estadunidense, que los que lo realizaron se capacitaron en Colombia; y que Chile, Colombia y México estaban involucrados en el plan de fuga de los conspiradores. Solicitó que la ONU designe un delegado especial para indagar todos los aspectos de este atentado, cuyo propósito es descabezar
al gobierno venezolano y propagar el caos.
¿Puede América Latina aceptar estos métodos? ¿Cuántas intervenciones y golpes de Estado hemos sufrido? ¿A quiénes han favorecido, a los pueblos?
, preguntó.
Al concluir, Maduro dijo que se había enterado de los comentarios de Trump por la mañana, de que estaba dispuesto a reunirse con él para ayudar a Venezuela. A pesar de las inmensas diferencias estamos dispuestos a estrecharle la mano y dialogar
, respondió.
El debate sobre algún tipo de intervención internacional en Venezuela para un cambio de régimen se ha vuelto cada vez más explícito. Hace un par de semanas, como lo recordó este miércoles Maduro, el New York Times reveló que funcionarios del gobierno de Trump se habían reunido con posibles golpistas venezolanos el año pasado, aunque al final decidieron no apoyarlos.
Esta semana Fernando Curz, ex encargado de América del Sur para el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, reveló en un foro en el Wilson Center que se había elaborado un programa de escalada
para Venezuela desde la llegada de Trump, el cual incluía consideraciones que podrían justificar una intervención militar (citó dos: una toma de la embajada estadunidense en Caracas o la matanza de más de mil civiles) y sanciones sobre el petróleo. Consideró que en ciertas circunstancias, se podría contemplar algún tipo de intervención militar multilateral en Venezuela frente a un mayor deterioro de la crisis económica y social en ese país, reportó Axios.
Por otro lado, el vicealmirante Craig Faller, candidato de Trump para jefe del Comando Sur de Estados Unidos, afirmó ante una audiencia del Senado para ratificar su nombramiento esta semana que no hay planes para cualquier tipo de opción militar contra Venezuela, reportó Reuters.
Pero Trump afirmó hace más de un año que sí existía una opción militar
para Venezuela. Esto junto con lo demás sólo ha alimentado las tensiones y especulación en todas partes, incluida la ONU.
Y hablando de conflictos antiguos, por segundo día Trump externó cierta nostalgia por la guerra fría. En su conferencia de prensa con que culminó su participación aquí, reiteró que el socialismo tiene mucha de la culpa por la crisis en Venezuela. Al preguntarle por sus comentarios del martes sobre el tema, reiteró: «no diría que el socialismo ha estado funcionando muy bien en el mundo, okay. Pueden echarle un vistazo a Venezuela como el número uno (…) es el más obvio. Pero si uno ve alrededor del mundo, el socialismo no está exactamente cabalgando alto».