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6000 euros de matrícula, ¿quién podrá pagarlos?

Plan Bolonia, la elitización de la universidad

Fuentes: Rebelión

En los últimos tiempos se oye hablar mucho del Plan Bolonia, lo que se conoce como proceso de Convergencia Europea. Éste es una reforma de la enseñanza universitaria diseñada por todos los gobiernos de la burguesía europea, incluido el de Zapatero, que va encaminada a privatizar y a elitizar la universidad pública hasta límites insospechados. […]

En los últimos tiempos se oye hablar mucho del Plan Bolonia, lo que se conoce como proceso de Convergencia Europea. Éste es una reforma de la enseñanza universitaria diseñada por todos los gobiernos de la burguesía europea, incluido el de Zapatero, que va encaminada a privatizar y a elitizar la universidad pública hasta límites insospechados. Vamos a explicar brevemente los aspectos fundamentales del plan:

Se crean dos niveles de estudio:

El primer nivel es el de Grado con una duración de tres o cuatro años, con el objetivo de proporcionar, «unos conocimientos generales básicos para la integración en el mundo laboral», que dan lugar a los títulos de Licenciado, Arquitecto o Ingeniero. Para obtener estos títulos habrá que superar un examen de evaluación general del Grado, incluso teniendo todas las asignaturas aprobadas. Si no se supera este examen ni se obtiene el título, ni se puede optar al nivel de Postgrado. La conclusión es clara, se reduce el número de alumnos en la Universidad, con lo cual se reduce el gasto público y sé desincentiva a los alumnos a seguir estudiando.

El segundo nivel es el de Postgrado, donde se integran los títulos de Master y Doctor. El título de Master sustituye a las especialidades de las actuales carreras. Para poder acceder a este nivel de estudios, habrá que superar el examen del Grado y posteriormente la Universidad, donde se imparten los estudios de Postgrado puede escoger a sus alumnos según propios criterios de elección. Al existir un ranking de Universidades (aprobado por la LOU), habrá una distribución de la financiación pública, y existirán Universidades de 1º y de 2º categoría. De esta manera se corre el peligro de que las Universidades de 1º categoría elijan a sus alumnos según criterios arbitrarios, que no favorezcan la igualdad de la Universidad pública y que los títulos de dos Universidades distintas no tengan el mismo valor.

Hay que decir que el precio de la matrícula de este segundo ciclo ronda los 6000 euros, con lo cual la criba no es sólo académica, sino fundamentalmente económica. El gobierno, tras la sombra de la UE, trata de construir una universidad al estilo de la de EEUU, sólo accesible para los hijos de la elite, los futuros dirigentes de la sociedad de mañana.

La empresa privada entra en la Universidad ya que se señala que el 50% de los créditos de las asignaturas tiene que corresponder a actividades fuera de la Universidad, por ejemplo prácticas en empresas privadas. En este proyecto de Real Decreto no sólo no concreta (ni siquiera lo nombra) como serán las condiciones de estos alumnos en prácticas sino que además, los alumnos podrán ser utilizados como mano de obra muy cualificada, pero sin derecho a sueldo, y recibiendo una escasa formación.

Estas eran unas de algunas modificaciones que se proponían dentro del gran cambio que se va a realizar dentro de las carreras universitarias. Con la derrota del PP el 14 de Marzo muchos proyectos de ley sobre educación han quedado paralizados. En el caso del Plan Bolonia, el Gobierno del PSOE ha incluido una serie de modificaciones para continuar el proceso que se prevé que concluya en el año 2010, aunque hay Comunidades como Cataluña en la que se están realizando proyectos piloto.

Una novedad es que se deja flexibilidad para que las carreras puedan durar entre tres y cuatro años, por ejemplo, tres años y medio. Tras la aprobación de este Real Decreto por el Consejo de Ministros, el Gobierno deberá establecer la duración y el tipo de contenidos que tendrá cada uno de los estudios.

Otra novedad es el nombre de los títulos. La denominación específica de las nuevas titulaciones será acordada por el Gobierno y se tratará de buscar un nombre similar para cada título en todos los países de la Unión Europea. El Gobierno del PP estableció en un primer momento los de Licenciado, Ingeniero y Arquitecto, pero luego lo descartó porque abría la posibilidad a que siguieran existiendo títulos con una misma denominación, algo que no se corresponde con las normas europeas.

El Gobierno podrá asignar un número distinto de créditos a determinadas enseñanzas, es decir, que alguna carrera podrá tener más de 240 créditos. Entre ellas podría estar, por ejemplo, Medicina. También permite establecer unos créditos más para las titulaciones que requieran un proyecto de fin de carrera o prácticas tuteladas, como pasa en las ingenierías y en Arquitectura.

Recorte de las carreras de letras.

A finales del curso pasado el gobierno del PSOE ya empezó a aplicar el Plan y anunció un recorte las carreras de letras.

A través de la Subcomisión de Humanidades, pretendía eliminar la carrera de Historia del Arte (que pasaría a integrarse dentro de la de Historia) así como varias filologías, que pasarían a quedar concentradas en una o dos carreras. Con esta mediada se veía como el gobierno había empezado a aplicar los recortes por la parte más débil, las Humanidades. Este recorte de las letras entra dentro de la filosofía del Plan, ya que estas carreras no responden a un interés económico directo de las empresas privadas, que es lo que rige el Plan, como otras. Además hay que recordar que este recorte de las Humanidades ya venia reflejado en el Informe Brical de hace algunos años y en la todavía vigente LOU aprobada por el PP.

Sin embargo las Humanidades no quedaron paradas. A finales del curso pasado se dieron importantes movilizaciones en las facultades de letras de muchas universidades del estado español. En la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Zaragoza, por ejemplo, se creo la Plataforma «Si a las Letras» que es la que coordinó y coordinará todas las luchas.

Ahora el gobierno ha «suavizado» este recorte. La citada subcomisión ha acordado mantener Historia del Arte y las Filologías de las lenguas cooficiales del Estado Español (castellana, catalana, gallega y vasca). Sin embargo no ha aclarado cual será el futuro del resto de las filologías, la de las lenguas extranjeras (inglesa, francesa, etc.).

Hay que unificar la lucha.

Por todo ello la lucha debe seguir a pesar de estas últimas decisiones acordadas, ya que la lucha va mas allá del recorte de las carreras de letras, la lucha es contra todo el proceso de convergencia europea, contra todo el Plan Bolonia. Como se ve, la lucha iniciada en las facultades de humanidades de todo el estado, como en la de Filosofía y Letras de Zaragoza, sólo debe ser un primer paso. Desde luego que las Humanidades van a ser de las peor paradas, pues al poner la universidad al servicio de los empresarios se ven como algo inútil. Sin embargo el ataque va más allá, se trata de una declaración de guerra a los hijos de los trabajadores, a los que se nos prohíbe de hecho el acceso a una formación universitaria digna. Es necesario extender la lucha a todas las facultades y empezar a defender un modelo de universidad distinto, orientado a servir a la sociedad y no a las empresas, abierto a las capas más humildes, sin trabas académicas ni económicas para todo aquel que quiera estudiar… en definitiva una universidad pública, gratuita y de calidad.

Además hay que recordar, como ya hemos dicho antes, que Zapatero ya ha anunciado que no piensa derogar la LOU, aprobada por el PP, por lo que las medidas de la misma que privatizaban y elitizaban la universidad pública van a seguir vigentes.

Por todo ello hoy es más necesario que nunca que los universitarios, tanto los de letras como los del resto de carreras, porque a todos nos perjudica Bolonia, nos unamos. Esta lucha debe ir de la mano con los estudiantes de secundaria, ya que la reciente Reforma Educativa aprobada por el PSOE generaliza los convenios con la Educación Privada, endurece la selectividad, no elimina la Religión, y contiene otras medidas que van en perjuicio de los hijos de los trabajadores.

Como vemos se prepara un otoño caliente, y por ello desde el SEI hacemos un llamamiento a todas las organizaciones estudiantiles de izquierdas y a todos los estudiantes, tanto de secundaria como de universidad, para unirnos y desde el inicio del curso movilizarnos para echar abajo estas contrarreformas educativas y luchar por una secundaria y una universidad pública, gratuita, democrática, cientifica digna y de calidad al servicio de los trabajadores.