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Entrevista a James Petras

«Poner el factor de color antes que el tema de clase, del tema de la ideología o base social es un gran error que ha confundido a mucha gente»

Fuentes: Pateando el Tablero

Guillo Pistonesi: Estamos en comunicación con el sociólogo norteamericano James Petras desde Nueva York, con quien vamos a hablar sobre un acontecimiento que sucederá dentro de muy pocas horas en Estados Unidos. Se va a decidir quién va a ser el Presidente por los próximos cuatro años, en el marco de una bancarrota financiera y […]

Guillo Pistonesi: Estamos en comunicación con el sociólogo norteamericano James Petras desde Nueva York, con quien vamos a hablar sobre un acontecimiento que sucederá dentro de muy pocas horas en Estados Unidos. Se va a decidir quién va a ser el Presidente por los próximos cuatro años, en el marco de una bancarrota financiera y económica, de una crisis política y un empantanamiento militar. ¿Cómo estas James?

James Petras: Estamos muy bien. Preocupados con estas elecciones porque son muy importantes frente a la catastrófica situación económica y a los grandes desafíos tanto en Medio Oriente como en otras partes del mundo. Son elecciones que van a tener enormes consecuencias. El gran tema es que los candidatos de los principales partidos no ofrecen una salida progresista.

GP: Hay un hecho que no podemos dejar de soslayar que es que sería -si es que ganara Barack Obama como todas las encuestas lo indican- la primera vez que un hombre afroamericano accede a la Casa Blanca. ¿No significa esto un importante cambio?

JP: Yo creo que esta ideología posmoderna sobre la «diversidad», como la llaman, la diversidad como un paso adelante, para mí está equivocada. Porque la diversidad mientras la injusticia sigue siendo el marco principal no significa un avance. Hemos tenido un canciller aquí, Condolezza Rice, que ha apoyado las peores políticas hacia América Latina, hacia los palestinos, hacia Irak. Hemos tenido un afroamericano Comandante en Jefe del Ejército que no ha parado los bombardeos en Irak… Colin Powell, Condolezza Rice. Hemos tenido personajes de origen latinoamericano, hemos tenido muchos judíos que han apoyado la misma política reaccionaria que cualquier blanco de origen europeo. Yo creo que esta mitología de poner el factor de color antes que el tema de clase, del tema de la ideología o base social es un gran error que ha mistificado, confundido a mucha gente y los resultados son un desastre.

GP: ¿Cómo se esta viviendo por estas horas previas a los comicios al nivel social? ¿Hay expectativa en las elecciones? ¿O hay apatía?

JP: Bueno, yo creo que hay una anticipación de que las elecciones pueden resolver algunos de los grandes problemas que hemos encontrado últimamente, hay un aumento de la desocupación: 493.000 más desocupados en el último mes, hemos visto la pérdida de más de 2 millones de hogares por parte de personas que no pueden pagar la hipoteca y lo peor son las amenazas que vienen, la inseguridad. Entonces, más que en otras elecciones, hay mayor intervención, más registración para votar. Ahora, todo es relativo, lo que parece un aumento de participación aquí en Estados Unidos está en relación con el pasado donde menos del 50% del electorado vota. Entonces, si sube de 48%, 49% a 58%, la gente cree que estamos entrando en una fase de alta participación, pero estas cifras en Europa son el mínimo de participación. Son mal vistos allá.

Tenemos otro fenómeno que es la alta registración de negros pobres. Y eso sí es diferente por el hecho de que Obama ha creado una imagen de apertura para los negros. Ha recibido mucha publicidad de la burguesía negra que ve una apertura para entrar en círculos de elite y de privilegiados aquí. Spike Lee, el director de cine, dice que eso marca un punto de ruptura con la historia racista de Estados Unidos. Mientras que si uno hecha una mirada a las estadísticas sobre ingresos, hay sobre-representación de negros entre los más pobres, los que reciben menor atención médica o viven en peores casas. Lo mismo con los hispanos. A pesar de que hay muchos alcaldes, por ejemplo mexicano-americanos, y hay un aumento de representación de negros en diferentes gobiernos estatales, las condiciones de las masas de estos grupos étnicos siguen siendo lo peor entre la población. No debemos confundir el ascenso de la pequeña burguesía étnica o racial con lo que pasa entre las masas. En otras palabras, hay una polarización de clase entre las etnias, en la que algunas capas sociales se están aprovechando de la diversidad para avanzar, abandonando a las grandes mayorías que por varias razones económicas no tienen la misma oportunidad, y se quedan peor. Voy a dar una cifra: aquí en los últimos diez años, el 0,1% de la población ha aumentado sus ingresos un 230%, mientras que el 20% más pobre ha perdido un 10% . Entonces tenemos no sólo la sociedad más desigual entre los países capitalistas avanzados, sino que en algunas ciudades, por ejemplo Nueva York, las desigualdades están entre las peores en todo el mundo, incluyendo países como Guatemala, Honduras, etc. Hemos tenido la peor distribución de ingresos del mundo, en las grandes ciudades de EEUU. Esas son cifras compiladas por organizaciones internacionales, nada de eso aparece como problema en la campaña de Obama, que habla de un impuesto mayor para los que ganan más de 250.000 dólares al año, pero el aumento de impuestos es ridículo en relación a las cláusulas de escape que pueden utilizar para no pagar los impuestos. Es una campaña que utiliza la retórica del cambio y se aprovecha psicológicamente de la frustración y del sentido de crisis que vive la gente

GP: Ahora vos, entre otras cifras impresionantes, planteaste que ya hubo 2 millones de hogares que han sido desalojados porque no han podido pagar sus hipotecas. ¿Cuál es la política que propone o que promete Barack Obama para este desastre de la vivienda en los sectores populares norteamericanos?

JP: Muy pobre. Por ejemplo lo que dice es que se deben congelar los desalojos por tres meses para que los habitantes puedan negociar el pago de los intereses a los bancos. Es una propuesta que no trata el problema de fondo, de congelar o por lo menos proteger a los habitantes por un tiempo de la recesión que estamos viviendo ahora. Es simplemente un parche, una solución temporal. Porque terminan los 3 meses y nada, la gente queda igual. Y es sólo una propuesta, no es legislación. Lo que uno tiene que calcular es que Obama apoya una distribución de 700.000 millones para salvar los bancos.. No está a la altura de proponer una medida similar para salvar a la gente que está a punto de ser echada de su casa. Hay un criterio de clase, si sos suficientemente rico y grande, recibes subvenciones de Estado, si sos de clase media, clase media baja, obrero no recibes nada del Estado

GP: Seguimos hablando con James Petras desde los Estados Unidos a pocas horas de las elecciones presidenciales del martes. Y nos quedaba la pregunta James, si Barack Obama está a la altura de resolver la crisis política de la burguesía norteamericana frente a una crisis financiera y económica del sistema, de las más graves en los últimos 65 años.

JP: Yo creo que en primera instancia para dar respuestas hay que identificar a los principales candidatos para ocupar los diferentes ministerios de Hacienda, de Economía, de Comercio, el Banco Central. Yo creo que va a elegir entre los principales representantes de Wall Street, candidatos que ya servían en el gobierno de Clinton. En este sentido no hay ninguna nueva cara con nuevas ideas, con nuevas propuestas. Hay un gran continuismo entre los principales candidatos a manejar la economía y el pasado. En segundo lugar, uno tiene que pensar que un candidato que recibe 700 millones de dólares tiene algunas obligaciones: obligaciones con los grandes financistas que van a exigir que todo el costo de la crisis caiga sobre las espaldas de los obreros. Y no es esta una simple deducción, el candidato a Vicepresidente José Biden, ha dicho a un grupo de financistas de la campaña de Obama que deben prepararse para defender a Obama porque Obama va a tomar algunas medidas duras y no populares, y deben estar preparados para respaldar a un gobierno que va a utilizar la presidencia y la popularidad de las elecciones para lanzar programas de recortes sociales. Ya hemos visto en el estado de Nueva York la propuesta de cortar programas de educación, de salud, para los pobres, etc. Yo creo que la posibilidad de inyectar dinero es a partir de la teoría de primero inyectar el dinero entre el gran capital y esperar que el gran capital genere nuevas riquezas que puedan ir bajando hacia las clases populares. Entonces, no hay ningún esfuerzo por reconocer que el capitalismo ha fracasado. Van a tratar de reflotar un capitalismo que no muestra ningún dinamismo, que está dirigiéndose hacia la depresión, la deflación. Es decir, no tenemos ni la política de Franklin Roosevelt, que generó una serie de empresas públicas con grandes proyectos de obras públicas, una política que se haya dirigido directamente a generar millones de empleos.

GP: Cuestión ésta, la de la crisis del ’30, que terminó resolviendo el capitalismo a su manera con la masacre y la carnicería que significó la Segunda Guerra Mundial.

JP: Ahora, es otro tema la guerra. ¿Cómo se pueden realizar programas progresistas de recuperación cuando Obama apoya la extensión y aumento de tropas en Afganistán, cuando dice que va a mandar tropas a invadir Pakistán para destruir supuestamente las bases de apoyo en Afganistán, cuando dice que va a presentar una propuesta a Irán para terminar con su programa de uranio y si no cumple dice que habrá una confrontación militar sobre la mesa? Entonces no se puede continuar y aumentar los gastos militares y hablar de recuperación económica, es monetariamente imposible.

GP: ¿Nada bueno podemos esperar entonces los pueblos del mundo de un eventual triunfo de Barack Obama el martes?

JP: Para nada, yo creo que es uno de los grandes fraudes de muchos intelectuales de Norteamérica que creen que con Obama van a tener alguna apertura para que se puedan proponer medidas progresistas. Personajes supuestamente progresistas como Noam Chomsky, como Howard Zinn, supuestamente críticos y apoyan a un candidato que apoya la guerra en el Medio Oriente, que es incondicional con Israel, que canaliza dinero a Wall Street. Podríamos decir que estos «libertarios», estos «anarquistas» que proclaman problemas con el comunismo o el marxismo porque son autoritarios, ahora abrazan a un burgués respaldado por los más grandes capitalistas y que proyecta nuevas guerras. Eso son los libertarios, los progresistas con los que tenemos que tratar aquí.

GP: Clarísimo James Petras, como siempre. Te mandamos un gran abrazo desde Argentina y seguramente pronto nos volveremos a reencontrar telefónicamente para que nos des tu visión desde la izquierda en el seno de los Estados Unidos sobre lo que allí acontece.

JP: Bueno, muchas gracias por la invitación, chau.

GP: Un abrazo.