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Ante la Huelga General en Euskalherria del próximo 29 de junio

Preocupación, miedo y derrota total

Fuentes: Rebelión

Cuando el Gobierno se puso a hablar de reforma laboral empezamos a preocuparnos seriamente, ya que la trayectoria en política económica de éste oscila entre lo populista y lo neoliberal. Entonces se inició el diálogo social, y de la preocupación pasamos al miedo atroz, ya que lo que nos dice la experiencia es que cuando […]

Cuando el Gobierno se puso a hablar de reforma laboral empezamos a preocuparnos seriamente, ya que la trayectoria en política económica de éste oscila entre lo populista y lo neoliberal. Entonces se inició el diálogo social, y de la preocupación pasamos al miedo atroz, ya que lo que nos dice la experiencia es que cuando las élites del Gobierno, empresarios y sindicatos oficiales se reúnen, surgen las peores medidas para quien se gana la vida trabajando, se ha jubilado o está en el paro. Pero cuando la Reforma Laboral pasa al Parlamento para su debate y modificación a través de enmiendas de los distintos grupos, la sensación es de derrota total. No tenemos ninguna confianza en el arco parlamentario. Las derechas y las supuestas izquierdas se confunden continuamente, escorándose éstas últimas a la diestra, con posicionamientos siniestros: ayudas a la banca, plan E, plan de ajuste…. reforma laboral.

Como el micromundo en el que vive la clase política tiene poco que ver con el nuestro y sí mucho con la macroeconomía, poco defienden los intereses de trabajadoras y campesinos y nada o a la contra, los de los sectores más desfavorecidos e ignorados: inmigrantes, presos, sin techo, trabajadoras del sexo, currelas de la economía sumergida… Así que de nada sirve esperar a que sus propuestas nos coloquen cada vez más al margen, a que se pauperice la sociedad a base de vaciar de contenido todo lo público y universal, todo derecho social.

Sólo nos queda tomar la iniciativa, tomar parte y dar un paso adelante. Organizar una respuesta colectiva y reconstruir la red social, roída ya por el consumo y el individualismo, que sostenga nuestras caídas en tal largo y difícil equilibrio. Esa respuesta es hoy, la Huelga general. Está en nuestra mano, no en la de alejados órganos de poder. Requiere contagio y boca a boca, no ostentosas campañas mediáticas. Exige convencimiento y firmeza, no vaguedades y posicionamientos a la galería con discursos vacíos y dilatantes. Seamos sujeto y no objeto, vayamos a la Huelga General el 29 de junio.

Si ese día conseguimos una respuesta contundente, la posibilidad de contagio a más sectores y a más territorios logrará preocupar seriamente a Gobierno y empresarios. El reto será que después pasen al miedo atroz y de ahí a la sensación de derrota total. Su fracaso es el éxito del reparto de la riqueza y de la justicia social.

Txus Najera Allo. Colectivo Malatexto

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.