Tomado de The Christian Science Monitor
The Boston Globe reporta que el secretario de Estado John Kerry está considerando sacar a Cuba de la lista de estados patrocinadores del terrorismo. Por supuesto, funcionarios de la administración negaron ese reporte.
Hay tres razones para eliminar a Cuba de la lista. Los dos primeros son los más mencionados: 1) A Cuba no le cuadra la definición de un estado patrocinador del terrorismo; 2) Eliminar a Cuba de la lista puede ser un paso hacia la mejoría de las relaciones y lograría otros objetivos de política exterior de EE.UU.
La tercera razón es de igual importancia: eliminar a Cuba restaura alguna credibilidad a la lista de estados patrocinadores del terrorismo y a la política norteamericana de contraterrorismo.
Es difícil para EE.UU. argumentar de manera creíble qué grupos y qué países deben ser sancionados por apoyar el terrorismo cuando mantenemos a Cuba en una lista de terrorismo por razones de política no relacionada con los verdaderos temas de contraterrorismo. El resto del mundo toma con menos seriedad la política norteamericana de contraterrorismo, porque la inclusión de Cuba demuestra que EE.UU. juega a la política con sus propias definiciones de terrorismo. Parte del hemisferio acepta menos las advertencias de EE.UU. acerca de la influencia iraní, porque EE.UU. coloca a Irán y a Cuba al mismo nivel cuando se trata de asuntos de contraterrorismo. Tener una política equivocada hacia Cuba mezclada con esos debates socava la posición de EE.UU. en asuntos relacionados con Hezbollah, Irán y Siria.
Mantener a Cuba en la lista de estados patrocinadores del terrorismo daña la credibilidad de EE.UU. en cuanto a la cooperación para el contraterrorismo, tanto en el hemisferio como globalmente.
James Bosworth es un escritor independiente y asesor que dirige Bloggings by Boz.