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Proliferan los campamentos de desamparados

Fuentes: AP

Unas cuantas carpas se alzaron junto a las vías del ferrocarril, instaladas por hombres sin rumbo después que el refugio invernal de emergencia cerró al comienzo del verano. Después aparecieron otras, de gente que había perdido sus empleos debido a la debilitada economía, o de quienes se mudaron a Reno en busca de trabajo y […]

Unas cuantas carpas se alzaron junto a las vías del ferrocarril, instaladas por hombres sin rumbo después que el refugio invernal de emergencia cerró al comienzo del verano.

Después aparecieron otras, de gente que había perdido sus empleos debido a la debilitada economía, o de quienes se mudaron a Reno en busca de trabajo y no encontraron ninguno.

En pocas semanas, más de 150 personas estaban viviendo en este conglomerado de carpas, casi pegadas una a la otra, en una explanada de tierra destinada a playa de estacionamiento para los refugios que Reno construye para su población desamparada.

Al igual que muchas otras ciudades, Reno se ha encontrado con un campamento de carpas de gente que no tiene a dónde ir.

Desde Seattle en el noroeste hasta Athens en el sudeste, los grupos en defensa de los desamparados y las agencias municipales reportan el aumento más visible de campamentos de carpas en una generación.

Casi el 61% de las coaliciones locales y estatales de ayuda a los desamparados dicen haber experimentado un aumento en gente sin vivienda desde que la crisis hipotecaria comenzó en el 2007, según un informe de la Coalición Nacional por los Desamparados. El grupo dice que el problema se agravó desde que dio a conocer su informe en abril con el aumento de ejecuciones hipotecarias, aumentos de precios de combustibles y alimentos, y escasez de trabajo.

«Está claro que la pobreza y el desamparo han aumentado», opinó Michael Stoops, director ejecutivo interino de la coalición. «La economía está en caos, estamos en una recesión extraoficial y los estadounidenses están preocupados por su futuro, desde los desamparados hasta la clase media».

El fenómeno de los campamentos de carpas ha tomado a los grupos de defensores por sorpresa, sobre todo por la rapidez con que han surgido.

«Lo que están presenciando son campamentos que yo no veía desde los años 80», comentó Paul Boden, director ejecutivo del Western Regional Advocacy Project, un grupo que reúne organizaciones en defensa de los desamparados en Los Angeles, San Francisco, Oakland (California), Portland (Oregón) y Seattle.

Hasta la próspera ciudad de Santa Barbara ha cedido una playa de estacionamiento a gente que duerme en automóviles y camionetas. La ciudad californiana de Fresno trata de controlar varios campamentos de carpas, incluyendo uno en el que la gente ha levantado refugios con listones de madera sobrante. En Portland y Seattle, los grupos de defensores se han asociado con organizaciones sin fines de lucro o religiosas para manejar los campamentos de carpas como refugios extramuros. Otras ciudades donde han aparecido o expandidos esos campamentos incluyen Chattanooga (Tenesí), Columbus (Ohio) y San Diego.

El Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano reportó recientemente una baja del 12% en el desamparo a nivel nacional en dos años, de 754.000 en enero del 2005 a 666.000 en enero del 2007. Pero las cifras del 2007 omitieron a gente a la que se había considerado desamparada antes, como quienes vivieron con familiares o amigos o en campamentos o en moteles durante más de una semana.