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Que el Aquarius no sea una excepción

Fuentes: El faradio

  A bordo del Aquarius En este fin de semana en el que han arribado, afortunadamente, al puerto de Valencia las 629 personas migrantes salvadas en el canal de Sicilia por el Aquarius, más de 1000 personas han sido rescatadas en aguas próximas a la costa andaluza, a la que pretendían acceder en embarcaciones que, […]

 

A bordo del Aquarius

En este fin de semana en el que han arribado, afortunadamente, al puerto de Valencia las 629 personas migrantes salvadas en el canal de Sicilia por el Aquarius, más de 1000 personas han sido rescatadas en aguas próximas a la costa andaluza, a la que pretendían acceder en embarcaciones que, solo piadosamente, se pueden calificar como de juguete. Se están buscando a 47 personas desaparecidas y ya se han encontrado 4 personas ahogadas.

Lo que está sucediendo no tiene nada de nuevo, ni de sorprendente, son las consecuencias de las políticas migratorias criminales que la Unión Europea (UE) mantiene de manera deliberada, pese a su crueldad, y pese a su también probable inutilidad.

Las razones de que se mantengan, tienen que ver con la gran ventaja que supone disponer de una mano de obra barata que accede a la UE sin derechos, y tras una terrible carrera de obstáculos; tienen que ver con el gran negocio en que se ha convertido el cierre de las fronteras y su gestión militarizada; tienen que ver con la opción por las políticas xenófobas y racistas que facilitan culpables a los males causados por el capitalismo neoliberal, justifican la reducción de las libertades y preparan el camino al autoritarismo más descarnado.

Las partes más sangrantes de lo que está sucediendo estas semanas son un indicador claro de lo anterior. Un gobierno italiano que actúa ya en clave prefascista, con el riesgo añadido de que no hay contradicción entre lo que dice y entre lo que hace. Una UE que a través de FRONTEX, la agencia de protección de las fronteras que vigila, persigue, dificulta, y impide, el pasaje seguro de personas que tienen que jugarse la vida, y perderla, para intentar escapar de terribles situaciones de pobreza, terrorismo, y guerra. Una UE que lleva las vallas, los drones, la violencia y la muerte, a los límites del desierto del Sahara, subcontratando la represión de los flujos migratorios con las élites corruptas de varios estados del Sahel, con las facciones armadas libias.

Sin embargo, esos mismos hechos están provocando otras reacciones. No pensemos solo en la buena decisión de nuestro gobierno, seamos conscientes de que en la Italia del fascista Salvini, decenas de miles de personas se están manifestando estos días a favor de la apertura de los puertos, que ciudades como Palermo o Nápoles se oponen activamente a las pretensiones del gobierno italiano. Pensemos, que con independencia de lo que pueda haber de marketing en la decisión del gobierno de Pedro Sánchez, detrás de tal decisión está la conciencia generada en partes importantes de nuestra sociedad contra las políticas migratorias de la UE.

Está también el relativo éxito conseguido por la sociedad civil organizada contra el intento de criminalización de las personas migrantes, contra la extensión del racismo y la xenofobia. Siempre éxito relativo (hay que resaltarlo), pues el riesgo de la extensión del racismo, es directamente proporcional a las políticas objetivas de exclusión de las personas migrantes.

¿Significa lo anterior que hemos entrado en una vía de solución, o que se barrunta un cambio en las políticas institucionales migratorias de la UE? En absoluto, la UE no tiene previsto ningún cambio en su próxima cumbre del 28 y 29 de junio, más allá de algunas lágrimas de cocodrilo, el debate en el Parlamento Europeo de la semana pasada fue una vergüenza, tanto por la falta de asistencia, como por la ausencia de cualquier tipo de alternativa a la situación actual por parte de populares, socialistas, y liberales.

Además, la ultraderecha que gobierna Italia y Austria, con el apoyo indirecto de Alemania, han anunciado la formación de un eje antimigratorio dentro de la UE. Redundancias siniestras, tanto la antimigratoria como la del eje.

Llegada a Valencia del barco con los pasajeros del Aquarius

Lo que significa es que las políticas migratorias que se están aplicando no pueden llevarse a cabo con impunidad, lo que muestra es que sus costes y contradicciones son de tal calibre que amenazan la propia estructura y legitimidad de la UE, lo que demuestra es que esas políticas migratorias represivas no frenan las migraciones.

Estas políticas cada vez más difíciles de justificar, y con consecuencias que cuesta cada vez más esconder, han sido combatidas por movimientos sociales solidarios a lo largo de toda Europa.

Lo conseguido ha sido muy poco en términos normativos e institucionales, ahí está toda la batería de leyes represivas de la UE y de los estados miembros, ahí están las vallas, FRONTEX, y los acuerdos con Turquía y las facciones libias, con Níger y Mali, ahí está la criminalización de las ONG que salvan vidas en el mar, y el cierre de puertos. En cambio, se ha conseguido desvelar la profunda barbarie, la completa inhumanidad que provocan estas políticas. Del mismo modo, las movilizaciones solidarias dejan en evidencia tanto el racismo violento de la ultraderecha rampante, como el cinismo sin conciencia de Juncker, Macron, Merkel, Rajoy y… esperemos no tener que llegar a decir lo mismo de Sánchez.

La afortunada arribada del Aquarius no cambia la situación actual ni en el Mediterráneo central, ni en la frontera sur, ni en el conjunto de la UE, pero facilita el poner en primer término la agenda básica que permita reducir el sufrimiento de las personas migrantes, y comenzar a revertir esta situación.

Esa agenda puede marcarse claramente en España hoy, tanto por el crecimiento del movimiento solidario que puede consolidarse tras la llegada del Aquarius, como por la necesidad que tiene el nuevo gobierno de ser sensible a los movimientos sociales que demostremos capacidad de presión y propuesta, esperemos también que por sensibilidad y solidaridad. Esta agenda debe extenderse al conjunto de Europa, potenciando un movimiento general que imponga el cambio de las políticas migratorias criminales de la UE, y enfrente a la ultraderecha.

Esta agenda tiene puntos claros de exigencia, que debemos empezar por exigir al gobierno de España, y por trasladar a la UE y a los gobiernos de los estados miembro. Entre otros debemos exigir:

– El cumplimiento de las cuotas de acogida pactadas en 2015.

– La retirada de concertinas y vallas en la frontera sur.

– El desbloqueo de la concesión de asilo, acabando con la lista de espera, habilitando y dotando a embajadas y consulados para su tramitación.

– El fin inmediato de las devoluciones en caliente, y el cierre de los CIE.

– La conversión de FRONTEX en una agencia humanitaria de salvamento y acceso seguro a la UE

– El establecimento de rutas de pasaje seguro a la UE

– La rescisión de los acuerdos con Turquía y otros similares.

Levantar una auténtica oleada solidaria en torno a estos y otros puntos es una posibilidad real en estos momentos. Así como es exigible a las administraciones públicas, como las de Cantabria, el compromiso real posible con el pasaje seguro, y con la acogida de las personas migrantes, tal compromiso es imprescindible para involucrar a toda la sociedad en un proyecto de ciudadanía compartida, de fraternidad. Porque todas las personas somos migrantes, porque ningún ser humano es ilegal.

¡PASAJE SEGURO YA!

Nota: Esta semana es el Día del Refugiado y Pasaje Seguro ha organizado varios actos:

-Martes, 19 de junio, 20.00 horas, cine Los Ángeles, proyección del documental Colis Suspect (Paquete Sospechoso) y coloquio posterior sobre la Europa Fortaleza a beneficio de Proactiva Open Arms organizado por Pasaje Seguro Cantabria y La Vorágine

-Miércoles, 20 de junio, 20.00 horas, inauguración de la calle «Pasaje de las personas refugiadas» Concentración plaza de Alfonso XIII (farolas) Santander.

Jesús Puente es miembro de ¡Pasaje seguro ya!

Fuente: http://www.elfaradio.com/2018/06/18/que-el-aquarius-no-sea-una-excepcion/