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¿Qué hará el próximo presidente de EE.UU.? (8/8)

Fuentes: Investig’Action

Imperio en declive, ¿los Estados Unidos se preparan a un gran conflicto mundial? La élite estadounidense parece estar dividida. ¿Qué pueden hacer los ciudadanos del mundo? («Obama plantea la posibilidad de un conflicto mundial 8/8») ¡Qué follón en Washington! Netanyahou impulsado a desafiar a Obama en pleno Congreso. Obama denunciando a los republicanos belicistas. Kissinger […]

Imperio en declive, ¿los Estados Unidos se preparan a un gran conflicto mundial? La élite estadounidense parece estar dividida. ¿Qué pueden hacer los ciudadanos del mundo? («Obama plantea la posibilidad de un conflicto mundial 8/8»)

¡Qué follón en Washington! Netanyahou impulsado a desafiar a Obama en pleno Congreso. Obama denunciando a los republicanos belicistas. Kissinger criticando la Casa Blanca por su imprudencia hacia Rusia (Cuando se escucha que escuadrones musulmanes luchan bajo bandera ucraniana, perdemos el sentido de las proporciones.) Veamos, la élite estadounidense está profundamente dividida: ¿gestionar hábilmente el declive del Imperio o intentar la gran aventura militar?

Esta división no es una novedad. En 2008, escribíamos: Después del fracaso de Bush, la élite parece estar bastante dividida. La primera opción posible es militarista: multiplicar las guerras, incrementar al máximo los pedidos militares, intimidar también los aliados y los rivales. La otra opción, defendida por Brzezinski: formas de violencia menos directas, menos visibles. Contando más intensamente con los servicios secretos, las maniobras de desestabilización, las guerras indirectas mediante otros países, y la corrupción.

Respecto a la primera opción, exponíamos el plan aterrador tramado por cinco altos responsables militares occidentales (entre ellos John Shalikashvili, ex jefe del Estado Mayor y comandante en jefe de la OTAN en Europa.) Este plan preveía un mando agrupando los EEUU, la Unión Europea y la OTAN, coordinando todas las operaciones dentro de la esfera atlántica. Un super gobierno mundial, desde luego.

Apuntando de manera explícita al peligro chino en el campo de la financia y en África, ultrajando el derecho internacional y abogando la guerra preventiva, militarizando los medios de comunicación (esta campaña mediática podría preparar las mentes a una intervención armada, anti democrático (elegimos no expresar nuestras propuestas respecto a la reforma de la Unión Europea de manera tan detallada como para la OTAN, para evitar una consulta a las poblaciones. Hasta osando declarar: A primera vista, el arma nuclear puede parecer desproporcionado, pero si tenemos en cuenta los daños que evita, es posible que sea razonable. ¡Sin comentarios!

Pero en 2008, las multinacionales eligieron a Obama (dándole muchos más fondos que a Clinton y Mc Cain). ¿Para qué resultado finalmente? ¿Sus «éxitos» en Libia, Ucrania y Siria no crean más nuevos problemas? ¿La estrategia del caos no destruye las alianzas que él mismo deseaba?

De hecho, todos los presidentes de EEUU han utilizado la política del palo y la zanahoria. Hasta Obama aumenta el presupuesto militar: para llevar a Moscú y Pekín a una nueva carrera armamentística. Los medios occidentales culpan la agresividad china olvidando que los EEUU gastan el 4% de su PIB en su presupuesto militar (Pekín 2,1%), o sea 460 000 000 000 $ (Pekín 95). Sin embargo, Stoltenberg, jefe de la OTAN, pretende imponer a los países europeos «gastar más y mejor» para la guerra. ¿Bajar todavía más el nivel de vida para financiar bombardeos y llevando desgracia por todos los sitios?

Finalmente, ¿Qué hará el presidente? No es la buena pregunta. Pero: ¿Qué vamos a hacer para pararlos? Las elecciones presidenciales están presentadas como un espectáculo, pero hay que transformarlas en una lucha de masa mundial. Presión máxima sobre los EEUU para obligarles a renunciar a sus planes mortales. Lo trágico es que en el momento donde la guerra gruñe, el movimiento anti guerra a desaparecido.

Reconstruirlo necesita estas etapas: 1. Analizar y exponer las estrategias escondidas por los medios. 2. Estudiar los grandes momentos de la historia de los movimientos anti guerra. 3. Y sobre todo, relacionar las guerras con los problemas cotidianos de la gente. Estemos donde estemos, combatiremos el mismo enemigo: Las multinacionales. Si las dejamos dominar el mundo y todas sus riquezas, materias primas o trabajo, las diferencias entre ricos y pobres crecerán y también la guerra que sirve a mantener la injusticia. ¡A las armas, ciudadanos! ¡Contra la guerra!

Fuente: http://www.investigaction.net/Que-hara-el-proximo-presidente-de.html?lang=es